Cap. 4: ¿Una Bauer estuvo aquí?

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Ya he mencionado en repetidas ocasiones a mi familia. Desde que hay registros de nuestros antepasados, hemos pasado libros personales a modo de diario de padre a primogénito, y yo, pertenezco a ese linaje directo que ostenta el lujo de saber quienes fueron mis antiguos familiares

Pero, mucho antes de que nuestro apellido familiar fuese Wright, y de que fuéramos empresarios reconocidos en Alrentia, el apelativo que representaba a ese linaje era el de "Bauer", el cual literalmente significa "Granjero".

Este apellido tenía sus orígenes en Jeane Bauer, un ex-esclavo que tras conseguir su libertad, trabaja duramente con su esposa e hijos para ser dueños de una gran hacienda.

Quizás pienses en este momento "Pero que de interesante tienen unas cuantas verduras", tienes razón, y por eso el apellido no tomó importancia más allá de Alrentia durante generaciones, al menos hasta la aparición de Aine Bauer y sus descendientes, quienes durante su tiempo marcaron un cambio en nuestra familia y en la historia misma de la humanidad.

Ellas fueron 3 mujeres, las cuales se involucraron en múltiples hechos importantes para la historia durante su vida:

Aine Bauer, una militar que heroicamente comandó las tropas que se rebelaron en contra de la tiranía que hace 395 años oprimía a esta parte del mundo; Christinne Valley, una poderosa almirante y exploradora, que, al mando del Galeón, "Speranza del mare", y su amada flota, conquistó las costas de las colonias orientales, hace 350 años, actualmente bajo el mando de Lirenia, Alrentia y Cretia, y finalmente, Eida Bauer, la última de las tres grandes mujeres de ese linaje. Una viajera, y exploradora, nieta de Christine Valley. Mucho más conocida por sus aportaciones a las ciencias como la botánica, medicina, zoología, geología, arqueología y muchas más...

Precisamente, de la última, Eida Bauer, es de quien se trata esta historia. Nieta de Christine Valley, ella le dedicó su vida a las ciencias y la exploración del mundo.

Durante sus aventuras por el mundo, Eida descubrió animales y plantas; exploró montañas y cuevas; encontró maravillas perdidas, y mucho más, por lo tanto, es una figura bastante conocida y admirada en bastantes zonas alrededor del mundo, incluido, en esta ocasión, al poblado Sagorio de Trisdaria, lugar por el que, casualmente, pasé aquella vez.

Tras una larga noche en vela por el viaje, llegamos al pueblo, antes de entrar a este, pudimos apreciar unas ruinas de una edad considerable, al parecer son los vestigios de una poderosa civilización que hace más de mil años habitaban este lugar.

En cuanto llegamos al pueblo, Amelia me habló sin quitar su mirada del cielo en ningun momento e ilusionada como no la ví nunca en ninguno de los anteriores pueblos que visitamos:

-Emma, ¿Conoces quién pisó este pueblo?

-No, no lo sé.

-Nadia más que una de las mejores exploradoras que haya existido hasta el momento, Eida Bauer. -En sus ojos se notaba un brillo que demostraba su gran admiración por eso.

Hasta el momento en el que ella me lo dijo, yo desconocía totalmente de ese dato, al parecer, Eida documentó sobre unas ruinas cerca a la antigua frontera de Alcaredia, una antigua república, y Sagoria; pero no conocía que era ese lugar, simplemente casualidades del mundo

-¿Eida? -Le respondí algo confundida.

-Sí, ¿No conoces quién es ella? -Exclamó ella algo asombrada.

-Sí, la conozco, pero nunca pensé que hubiera estado acá.

Por un momento pensé en decirle a Amelia: "¡Sí!, ¡La conozco totalmente! Incluso soy su descendiente" Pero en el momento no tenía interés en hacer eso, porque, ella se veía ilusionada sobre el tema, así que dejé pasar el dato por ese momento, pues simplemente sería inútil.

Diario de una viajeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora