Can
Una noche, unos días más tarde, una violenta tormenta azotó la costa, el viento soplaba furiosamente y el cielo estaba iluminado por los relámpagos.
Mi barco se balanceaba espantosamente pero no era un problema para mí, estaba acostumbrado a enfrentarme a tormentas tropicales en medio del océano sin problemas, mi pensamiento era sólo para ella, sabía cuánto le asustaban las tormentas.
Era ya medianoche cuando llegó lo peor, la lluvia caía sin cesar mientras los truenos y los relámpagos se alternaban sin cesar. Agitado, no pude resistirme, me bajé del barco y con la cabeza gacha me dirigí hacia el cottege de Sanem intentando contrastar con todas mis fuerzas el viento contrario que frenaba mi carrera.Llegué completamente empapado bajo su porche, la débil luz de lo que imaginé que era su habitación estaba encendida. Me quedé un momento para recuperar el aliento, cuando un temible trueno retumbó, haciendo temblar el entarimado bajo mis pies.
Oí los gritos de mi Sanem, no dudé ni un momento, entré en la casa y corrí hacia la única habitación iluminada. La encontré acurrucada a los pies de la cama, meciéndose de un lado a otro, abrazando al pequeño Nihat con fuerza, con los ojos apretados por el miedo.Agarré una manta colocada en la mecedora, para evitar empaparla con mi ropa mojada, y con eso como pantalla la sostuve a ella y al bebé en mis brazos.
Empecé a susurrarle palabras tranquilizadoras, le di pequeños besos en la cabeza mientras le acariciaba el pelo y la espalda.
Poco a poco dejó de mecerse, sentí que su cuerpo se relajaba y su cabeza se apoyaba en el pliegue de mi cuello.¿Qué era esto sino el paraíso?
Me senté y me maravillé de mi inesperada buena suerte durante horas hasta que el sueño se apoderó de mí.
La primera luz de la mañana me encontró así, con los amores de mi vida aún agarrados en mis brazos y la cabeza de Sanem apoyada en mi pecho.Su perfume, ¡cómo había echado de menos su perfume! ¿Cuánto había echado de menos su esbelto cuerpo en mis brazos, su maravilloso pelo en mis manos, sus labios en mis labios? ¿Cómo podría vivir sin ella cada momento del día?
Mi ligera caricia en su pelo la despertó, vi que sus ojos se abrían lentamente en mi cara, me sonrió y llevó una mano a acariciar mi mejilla. Siempre le había gustado mi barba y yo había anhelado ese toque durante demasiado tiempo. Quise besarla pero me contuve, no quería asustarla.
Un momento y su mano se detuvo, sus ojos se abrieron de par en par y se dio cuenta de que no estaba soñando, éramos reales... y uno en brazos del otro.Se despertó y avergonzada se alejó para poner al bebé en la cuna, se volvió hacia mí sin atreverse a mirarme, sabía que aún no estaba preparada y preferí dejarla tranquila para que recogiera sus pensamientos.
El aire fresco de una nueva mañana me saludó nada más salir de la casa de campo, me sentí descansado y relajado como no me había pasado en años, no más precisamente en un año.
Bajé a su muelle para mirar el mar y analizar una nueva sensación, hacía mucho tiempo que no la sentía y casi me costaba reconocerla, la había abandonado una noche hace mucho tiempo cuando solté amarras y dejé el puerto de Estambul.Tenía un nombre que apenas me atrevía a pronunciar.
En turco se llamaba umut ..... hope ....
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Un amor que renace de las cenizas
Fanfiction¿Qué han vivido Can y Sanem en el año que llevan separados sus corazones? ¿Y ahora que el destino ha permitido que sus ojos se vuelvan a encontrar y que sus almas vuelvan a sentir el poder de ese amor incondicional?