Can
No puedo decir que me haya desanimado tras el epílogo poco idílico de nuestra cena romántica, digamos que esperaba algo mejor. Evidentemente no estaba dispuesta a tomar en consideración mis palabras, seguía sin confiar en mí.
Rimprendemmo nuestra rutina ahora establecido, llegué bajo el sauce para pasar el tiempo con el pequeño y la noche para ver las estrellas, todo en todo logró recuperar esa relación hecha de silencios relajantes.
Una noche invité a mi padre a cenar en el barco, realmente necesitaba pasar un tiempo a solas con él. Quedó muy impresionado por el lugar donde había atracado y cuando llegó se encontró con Yusuf, que le indicó el camino hacia el barco. Cuando subí a cubierta los vi llegar al muelle y ya estaban charlando como viejos amigos.
Había puesto la mesa al aire libre, mi padre me habló de su estancia en Cuba, de cómo aquella isla le había robado el corazón y la gente le había conquistado inmediatamente. Había pasado por momentos difíciles durante su tratamiento, pero por suerte había tenido algunos viejos amigos a su alrededor que se habían trasladado a vivir allí durante varios años.
Me tocó contar que sólo había visto a Sanem una vez en la agencia, el día del 40 aniversario de Fikri Harika, la víspera de su partida.
Le conté todo: nuestro soñado encuentro, mi búsqueda de aquella misteriosa chica, su incursión en la casa y su perfume que me había permitido reconocerla.
Luego vino la parte de la sutura de Emre, las intrigas de Aylin, los problemas con mi licencia, la constante huida de Sanem, la verdad y la ruptura. Y luego otra vez el amor, las intrigas de mamá, Polen, Fabri, la cárcel y la venta del perfume.
Me avergoncé de mí mismo cuando le hablé de mi reacción violenta, de que la llamaba la otra, de que me había seguido obstinadamente en mi huida de la ciudad, de mi decisión de marcharme a los Balcanes, de su accidente, de Yigit, de su abandono de la agencia para ir a trabajar a la editorial, de los tormentos de aquel período en que yo estaba celoso de Yigit y ella de Polen.
El secuestro a la cabaña de la montaña, la angustia de su partida a Esmirna y la mía a los Balcanes, el no poder separarnos. La propuesta de matrimonio y todos los problemas creados por nuestras madres, las intrigas de Huma y Yigit hasta la ruptura por el diario quemado y mi partida por un año.Me costó encontrar las palabras para expresar todo el sufrimiento que sentí durante ese año de ausencia, en retrospectiva no puedo explicar qué fuerza oscura me impidió volver con ella cuando me di cuenta inmediatamente de que estaba equivocada. ¿Por qué? ¿Por qué no había vuelto después de un día, una semana, un mes? ¿Por qué había dejado pasar todo un año en una inmensa nada hecha sólo de pesadillas y angustia?
Y luego el regreso, la increíble coincidencia de verla por casualidad en ese muelle, el miedo de encontrarla atada a otro hombre, pero también la incapacidad de irse. ¿Qué estrella de la suerte me había permitido encontrarla? No puede ser una coincidencia.
Había llegado la hora de la verdad, esa era la revelación que más me emocionaba, hasta ahora lo habían sabido o sólo Emre, Metin y Akif, pero decírselo a mi padre era algo totalmente distinto.
- Babam, hay más - Me miró preocupado por la seriedad de mi expresión.
- Decidí enseguida, en cuanto me di cuenta de que no había otro hombre en su vida, que quería recuperarla a toda costa, sabía que la seguía queriendo inmensamente y verla de nuevo me hizo darme cuenta de que es la otra mitad de mí sin la que no estoy completo.
Le pedí perdón por haberla abandonado y le confesé todo mi amor.
Pero no sabía que le había hecho todo el daño posible al dejarla...Se me quebró la voz y tenía lágrimas en los ojos. Mi padre me puso una mano en el hombro para reconfortarme mirándome de forma interrogativa.
- Babam, Sanem me dio un hijo mientras yo estaba fuera. Soy el padre de un hermoso niño -
El viejo Aziz se quedó sin palabras y entonces... simplemente me abrazó, me abrazó con fuerza para felicitarme pero también para aliviar mi dolor, mi culpa por lo que le había hecho a la mujer que amaba. Necesitaba su consuelo, su apoyo, en él sabía que podía encontrar al padre sabio y amigo de confianza al que revelar mis más oscuros tormentos.
Me sostuvo así, entre sus brazos, hasta que sintió que la tensión me abandonaba, entonces llegó el momento de la alegría, aflojamos el abrazo para mirarnos a los ojos.- Eres padre, no puedo creerlo, ¡soy abuelo! Estaba esperando que Emre me diera esta noticia en cualquier momento, nunca imaginé que tú serías el primero en dármela.
Me alegro por ti Can, sé que serás un padre maravilloso.- Es tan hermoso papá, un pequeño ser perfecto nacido de un gran amor, lo amo tanto, nunca pude imaginar que la paternidad fuera un huracán de emociones: orgullo, miedo, amor, fuerza y debilidad. Me siento como en una nube, no dejaría de mirarlo si pudiera, de acariciarlo a cada momento, de tenerlo en mis brazos para no dejarlo ir nunca más, esa sonrisa desdentada es capaz de hacerme caer de rodillas por la emoción. Pero, ¿puedo decirte algo? Siento exactamente lo mismo por Sanem, no puedo alejarme de ella, quiero tocarla, abrazarla fuerte y .... esa sonrisa de babam, esos hoyuelos, lo que esos hoyuelos me hacen.
Ya no confía en mí, papá, le hice mucho daño. Por miedo a la vergüenza que sentirían sus padres ante su embarazo ha cortado los lazos con todo el mundo, familia y amigos, nadie sabe lo del bebé ni siquiera Layla.
¿Te lo imaginas? Pasó por todo esto sola, ¡SOLA!
A veces pienso, ¿cómo puedo culparla, cómo puede volver a confiar en mí? ¿Me quieres? No podía imaginar que estaba embarazada cuando dejé a papá, de lo contrario nunca, nunca la habría dejado. Pero a pesar de todo no quiero rendirme, quiero recuperar a mi Sanem, tengo que enseñarle a confiar de nuevo en mí, tengo que demostrarle que puede hacerlo. Sólo Alá sabe cuánto necesita esa chica a alguien cercano que la apoye después de todo lo que ha pasado completamente sola. Quiero consentirla por el resto de su vida, quiero amarla vergonzosamente, sin restricciones -
Aziz me escuchó absorto y puso su mano sobre la mía.
- Bak oğlum, mira hijo, nadie mejor que yo puede entender cómo te sientes. Sin embargo, a diferencia de ti, no he encontrado la fuerza para luchar. He perdido a la mujer de mi vida.
Can me miró interrogativamente, no lo entendía.
- ¿Mamá?
- No Can, había una mujer delante de ella. La amaba con todo mi corazón y mi alma, pero cuando algunos malentendidos se interpusieron entre nosotros no tuve la fuerza y la determinación de luchar por ella, por nuestro amor. Mi orgullo y mi imprudencia me alejaron de ella y lo lamenté el resto de mi vida.
Han pasado 32 años, no es que lleve la cuenta, por supuesto, pero cada día tengo un pensamiento de arrepentimiento por lo que podría haber sido y no fue.
Me casé con tu madre sabiendo que amaba a otra persona y que nuestro matrimonio estaba condenado a terminar incluso antes de casarnos.
Por favor, no cometas el mismo error que yo, no dejes que las circunstancias te hagan estar incompleto de por vida. Siempre siento que me falta algo, una pieza esencial de mi corazón, me siento solo aunque esté entre cien personas.
Lucha por tu amor Can, lucha por ella por favor -
Nos abrazamos de nuevo encontrando en los brazos del otro el consuelo que nuestras almas necesitaban. Fue un momento único que recordaremos siempre.
Hablamos un poco más de mis planes para acercarme a Sanem y de los próximos pasos a dar para recuperar su confianza. Tenía algunas ideas en mente.
Se hacía tarde, bajamos del barco y continuando la charla le acompañé hacia su coche en la carretera. Al acercarnos al límite de la propiedad de Sanem, vimos abrirse la puerta de su cabaña y el silencio de la noche se rompió con la risa cristalina de tres mujeres. Nos hemos detenido en la curiosidad.
Venían hacia nosotros en dirección a la carretera, sin habernos visto debido a la oscuridad de aquel lugar poco iluminado. Sólo cuando llegaron a nuestro lado se fijaron en nosotros y todos nos quedamos boquiabiertos cuando dos voces al unísono dijeron
- ¿Mihriban?
- ¿Aziz?
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Un amor que renace de las cenizas
Fanfiction¿Qué han vivido Can y Sanem en el año que llevan separados sus corazones? ¿Y ahora que el destino ha permitido que sus ojos se vuelvan a encontrar y que sus almas vuelvan a sentir el poder de ese amor incondicional?