8 - La verdad sobre su amor

3.6K 126 8
                                    

Yusuf

No podía creer lo que ese hombre grande estaba diciendo frente a mí, podía parecer fuerte e imponente, pero en ese momento su mirada triste, el arrepentimiento y la desesperación en su voz lo hacían parecer un ser frágil y herido. Había expuesto su corazón y su alma a un completo desconocido, pensé que debía estar muy necesitado después de un año alejado de todo y de todos.

Un año, fue un año en el que no supo nada de lo que había dejado atrás, de cómo la vida de los demás había seguido sin él.

No tenía ni idea de cómo su partida había cambiado el destino de los que quedaban atrás.

Terminó contándome cómo había vagado en su barco solo por el mundo durante esos terribles doce meses y cómo, nada más llegar a Estambul, el destino burlón le había llevado a poner sus ojos en Sanem a primera hora.
Todavía no podía creerlo, no podía ser una simple coincidencia.

Se detuvo a mirarme, jugó nerviosamente con los anillos de sus dedos, bajó la mirada y sin mirarme me hizo la pregunta que le obsesionaba desde hacía un año y que debía rondar por su cabeza desde que la había visto el día anterior.

- ¿Está Sanem comprometido? ¿O tal vez casado? ¿Cómo es que ya no vive con sus padres en el barrio? -

Mi viejo corazón sufrió un espasmo, ¿cómo podría responder a esa pregunta? No me correspondía hablar, traté de responder lo mejor que pude.

- No, no está comprometida ni casada...

Levantó la cabeza, sus grandes ojos me miraron durante lo que pareció un tiempo interminable y luego una maravillosa sonrisa se dibujó en su hermoso rostro. Leo esperanza y miedo a la esperanza, leo alegría y arrepentimiento, leo angustia por el futuro pero también un leve rastro de optimismo. Una vorágine de sentimientos que aquel chico debía estar incubando en sí mismo durante todo un año, me volvió a preguntar por qué no vivía con sus padres, me encogí de hombros y en ese momento tuve que parar, se lo dije claramente:

- Ella te lo explicará si y cuando quiera hablar contigo -

Su sonrisa se desvaneció, no quería desanimarle pero mi corazón, que amaba profundamente a la joven Sanem, sólo podía pensar en protegerla, le miré con un deje de firmeza y le advertí.

- Bak oğlum, mira hijo, la Sanem que dejaste atrás hace un año ya no existe, ya no es la joven despreocupada y confiada que conociste y amaste.
Ella sigue siendo un ser encantador pero puedo garantizarte que pasó por las llamas del infierno después de que te fuiste, quiero advertirte que no será fácil.
No te será fácil acercarte a la mujer en la que se ha convertido hoy, no quiero desanimarte, pero tengo que decírtelo claramente: si crees que no puedes luchar por ella hasta el final de tus fuerzas contra todo y contra todos, incluida ella, entonces date la vuelta, coge tu precioso barco y vuelve al lugar de donde viniste.
No te atrevas a mostrar tu cara a sus ojos.
Es hora de subir las redes, te daré tiempo para que pienses bien lo que quieres hacer, ya me darás tu respuesta cuando estemos atracados.

Hice por levantarme pero su voz me detuvo donde estaba.

- No necesito pensar, si en este año de ausencia no ha seguido con su vida, no se ha comprometido ni se ha casado, entonces aún puedo tener esperanza.
Todo este tiempo no he hecho más que repetir una palabra en mi mente" Keşke, si sólo..." bueno ahora es el momento de actuar, no puedo irme y pasar toda mi vida preguntándome que hubiera pasado si me hubiera quedado.

Ben onu çok seviyorum, la quiero tanto, siempre la he querido y no sé qué terrible hechizo cayó sobre mí y me hizo dejarla. Me he arrepentido día tras día durante todo un año, y si ahora el destino ha querido que la vuelva a encontrar, no puedo hacer otra cosa que luchar hasta el final de mis días para compensarla.
Para compensar la cobardía de no haber dado marcha atrás en cuanto me di cuenta de que había dejado mi corazón...

Yusuf sintió en lo más profundo de su corazón que las palabras del muchacho eran sinceras, rezó a Alá para que fuera capaz de asimilar lo que le esperaba en el suelo de aquella pequeña cabaña y que, sobre todo, fuera capaz de demostrar a aquella maravillosa y testaruda joven que aún la amaba con un amor sincero.
Asentí en señal de comprensión y aceptación y me levanté para ir a izar las redes dejándole con sus pensamientos.

Can se quedó quieto un momento, renovando su promesa, preparándose mentalmente para afrontar lo que le esperaba, y luego se sacudió para ayudar a aquel anciano que estaba demostrando ser un amigo de confianza ahora para él como evidentemente lo había sido para Sanem en el pasado.


Un amor que renace de las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora