Can
- Mi hijo.... -
Todavía no me lo podía creer, y decirlo en voz alta ayudaba a que pareciera más real. Sonreí con lágrimas en los ojos, no podía apartar la vista de esa pequeña mano tan inesperadamente fuerte para agarrar mi dedo.
Mi aslan, mi león.
Desplacé mi mirada hacia su rostro, pero ¿qué maravilla era? Definitivamente tenía el corte de los ojos de Sanem, pero los del pequeño eran de un azul excepcional, ¿se los dio el tío Emre o la tía Layla? Dio una sonrisa y ahí aparecieron, esos hoyuelos que me hicieron amarlo, de inmediato, aún más porque eran exactamente los que tanto me gustaban en ella.
Mi corazón se regocijó ante esa visión, yo pertenecía a alguien y alguien me pertenecía a mí de una manera tan total que nunca en mi vida había experimentado una sensación tan clara de plenitud.
En aquella casita a orillas del Bósforo mi existencia era completa, no podía imaginar una sensación más hermosa.
No podía dejar de expresar en una palabra la multitud de sensaciones que sentía en ese momento- Teşekkür ederim, gracias-
Sanem me miró confundido. ¿Neden? ¿Por qué?
- Porque me diste un regalo maravilloso, es hermoso. Mi hijo...
Se puso rígida y levantó la barbilla con orgullo, con una ceja arqueada en forma de interrogación.
Su sacudida de cabeza al ver a la niña todavía escuece como una herida abierta.- ¿Quién dice que es tuyo?
Can bajó la mirada hacia el niño, dio un profundo suspiro y dijo con voz resuelta.
-Nada ni nadie podrá hacerme dudar de que es mi hijo, de que es NUESTRO, una criatura tan maravillosa sólo puede nacer de nuestro gran amor -.
Suspiró, asintiendo con amargura.
- Un gran amor, sí un gran amor. ¿Dónde ha estado exactamente este gran amor este último año? ¿Qué ha sido de ella? He llegado a dudar de que haya existido alguna vez, al menos por tu parte, porque si no, ¿cómo ibas a llamarme la otra en cuanto algo iba mal? ¿Cuántas veces has dicho "Bitti, se acabó"? ¿Dónde estabas mientras te pavoneabas delante de mí con tus mujeres? Polen, Ceyda, etc.
Soporté todo esto y lo dejé atrás por tu bien y tú... Con un bonito hoscakal, adiós, te diste la vuelta y te fuiste durante todo un año, no creo que haya existido nunca ese gran amor por tu parte, así que podemos decir con seguridad que tampoco hay hijo. Hoscakal Can, vuelve por donde has venido, vete donde el mar, el corazón y tus inquietas alas de albatros te lleven.
Un niño no está hecho para ser amado a intervalos, entre vuelo y vuelo, un niño es amado desde el momento en que viene al mundo hasta el momento en que cierra los ojos para siempre en esta vida.
No puedo dejar que el pequeño viva mendigando la poca atención que le puedes dar cuando puedas y quieras volver a Estambul. Es mejor que no te conozca en absoluto que dejarle vivir en el remordimiento de no ser suficiente y en la sensación de ser apartado. Hoscakal Can -Cada una de las palabras era una espina clavada en mi ya maltrecho corazón, no podía rebatir ninguna de ellas, salvo que esta vez nunca me iría.
No había libertad que buscar en ninguna parte, la única que quería era abrazarlos a ambos con fuerza y no soltarlos nunca más.
¿Cómo podría hacerles entender? Las palabras no podían ser suficientes, ella no estaba dispuesta a escucharlas y creerlas en este momento, tenía que ser paciente y demostrarle con hechos que me quedaría .Me agaché cerca de la cuna para observar aún más de cerca aquella maravillosa criatura que el destino me había regalado.
- ¿Cómo lo llamaste? - pregunté.
Mirando a todos lados menos a mí, respondió - Nihat.
Sonreí. Tu padre debía estar contento.
Una risa nerviosa, luego el silencio, la miré, estaba tensa, estaba enojada, estaba triste.
- ¿No estaba contento? ¿Te lo echó en cara? -
Se apartó con rigidez y se dirigió a la ventana para mirar el mar que siempre le había dado consuelo y seguridad.
- No Can, no me culpó, simplemente no tiene idea.
Mis padres no saben que tuve un bebé, nadie lo sabe.
Nadie.
Mi hermana, Ayhan, Osman, Cey Cey, Deren, nadie lo sabe, corté los lazos con todos, tuve que hacerlo. No podía hacer otra cosa...
Me puse rígido y me levanté. ¿Qué has dicho? ¿Qué ha dicho? ¿Nadie? No había tenido a nadie a su lado mientras se enfrentaba a un embarazo, a un parto y luego a los primeros meses con el bebé... ¿Nadie? ¡Oh, Alá! Me pasé las manos por la cara sin palabras, desesperada.
Otra razón para sentirse horrible, otra razón para que me odie para siempre, todo fue mi culpa, bajé la mirada profundamente avergonzada. Sentí una roca en mi corazón, me pareció una situación imposible de superar. Le había hecho demasiado daño, ¿cómo iba a perdonarme?
No Can, esta era la forma de pensar del viejo Can, el que salió destruido de este año de agonía y soledad ha aprendido la lección, sabe que tiene que luchar hasta el final por lo que considera importante y en la vida no había nada más importante que ella, y ahora este maravilloso niño.
No podía cambiar el pasado, habría lamentado para siempre perder todo lo relacionado con este niño: la alegría de la noticia, el embarazo, el nacimiento, la primera mirada, el primer llanto, la primera sonrisa.
Hubiera sido un remordimiento que me hubiera acompañado para siempre, pero había aprendido que aquí y ahora debía ser la vida, tenía que encontrar la manera de no echar de menos nada más, sino darlo todo por él y por su maravillosa madre.
Quería abrazarla fuerte, abrazarla y no dejarla ir nunca más, pero sabía que no era el momento, no lo aceptaría. Por ahora tenía que dejar que Sanem tuviera tiempo para procesar lo que estaba sucediendo y, mientras tanto, retomar las riendas de mi vida.
- No voy a ninguna parte Sanem, te lo dije antes de saber de la existencia de este angelito. He vuelto, he vuelto para quedarme, he vuelto por ti -
Me bajé en la cuna para depositar el primer beso en la frente de mi hijo y sin decir nada más me fui, había millones de cosas que tenía que hacer para empezar a dar forma a mi segunda vida, la de Sanem y el pequeño Nihat.
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Un amor que renace de las cenizas
Fanfic¿Qué han vivido Can y Sanem en el año que llevan separados sus corazones? ¿Y ahora que el destino ha permitido que sus ojos se vuelvan a encontrar y que sus almas vuelvan a sentir el poder de ese amor incondicional?