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9:30 am de la mañana...

El día amaneció nublando con un viento fuerte, dando aviso que el invierno estaba llegando al país, pero eso no impidió que Chaeyoung fuera a encontrarse con su pequeña. La chica caminó sonriente por las calles rumbo al café que Mina le Indicó, con un enorme globo en forma de corazón flotando de un lugar a otro sobre su cabeza y un peluche de unicornio colorido bajo el brazo.

—Buenos días, ¿puedo ayudarla?—Preguntó uno de los meseros del café al verla entrar.

—Si, necesito una mesa, por favor.—respondió sin poder ocultar su sonrisa.

—Claro, adelante.—Chaeyoung fue llevada hasta una de las mesas vacías junto a la enorme ventana que daba vista a la transitada calle.

—¿Podría traerme un café nada más en lo que espero a mis acompañantes, por favor?—Pidió atando el globo a una de las sillas y poniendo al unicornio en el mismo.

—En un momento.—Sonrió el joven al ver lo adorable que se veía la chica con aquellos objetos a su lado.

Daban las 9:54 am cuando Chaeyoung terminó su segunda taza de café.

"Quizás no debí venir tan temprano" Pensó viendo por la ventana, tratando de tranquilizar sus nervios que se la comían viva. Por primera vez vería a Miyeon como su hija, no como una niña cualquiera, sino su hija, su bebé.

10:10 marcó el reloj.

—Dios... ¿Mina donde estás?—Pronunció impaciente mientras miraba por vigésima vez o tal vez más su reloj en la muñeca.

Había estado tentada a llamar a la japonesa para apurarla, pero menor se contuvo. No quería molestarla de más.

Cuando au desesperación ya estaba en su punto más alto, ¡al fin! ¡al fin! Chaeyoung vio a las dos chicas que la traían loca las últimas horas ahí al otro lado de la calle esperando a que el semáforo estuviera en rojo para cruzar hacía el otro extremo.

La desesperación había desaparecido dejando paso a la felicidad, pero también a los nervios.

Una sonrisa se dibujó de inmediato en su rostro al clavar su mirada en la pequeña que esa mañana lucía un lindo y cálido abrigo rosa, apenas dejando ver sus pequeñas piernitas, y sobre la cabeza un gorro acolchado del mismo color, después miró a la mujer de pie a su lado sosteniéndola de su manita. Un profundo suspiro dejó escapar  al ver lo hermosa y elegante que se veía Mina con ese abrigo gris que cubría su cuerpo hasta sus rodillas.

Con la mirada muy atenta sobre ellas las siguió hasta la puerta donde hicieron su entrada y Mina pronto recorrió el lugar con la mirada hasta encontrarla. Entonces a ella se dirigieron.

Chaeyoung nerviosa y retenido sus lágrimas de felicidad se levantó de su asiento aún cuando faltaban unos metros para que ambas chicas llegaran hasta ella.

—¡¡Globo!!—Y como la otra vez, Miyeon se soltó de Mina y corrió hasta Chaeyoung pero esta vez Mina no la persiguió, Mina solo se quedó de pie ahí observando lo que iba a pasar.

—Ho-Hola...—Nerviosa y  lágrimas amenazando con escaparse de sus ojos, Chaeyoung se puso de rodillas ante la pequeña que llagó hasta ella.

—Hola amiga de mami.—Saludó la pequeñita. La recordó. Aquello hizo que el corazón se la doctora se acelerara—Globo.—Señaló el flotante objeto atado a l silla.

—Si, es un globo y es tuyo.—dijo la coreana trayéndola para ella
—Esto también.—El peluche le entregó y luego el globo—E-Espero te guste.—Sonrío con ganas de tomar a la pequeña entre sus brazos para besarla y abrazarla una y otra vez, pero se contuvo para no asustarla.

Lazo de Amor (MiChaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora