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Siyeon condujo hacia el apartamento de Mina esa mañana decidida a contarle todo lo que Chaeyoung le confesó el día anterior, pero justo cuando estaba subiendo por el elevador comenzó a debatirse en que si era correcto decirle a Mina o no. ¿Donde quedaría eso de mantener la privacidad del paciente? Pero Chae no era su paciente ni mucho menos su amiga. Si no le decía a Mina todo lo que estaba sucediendo con Chaeyoung, estaba segura que se arrepentiría toda la vida y Mina la odiaría por no habérselo dicho. Aparte de que su ex iba a sufrir mucho y ella no iba a permitir que Mina sufra. Así que dando un respiro hondo despegó la espalda del frío metal y al fin salió del elevador hacia la puerta de Mina, que para nada se imagina lo que se avecinaba.

Mina recién se levantó. Apenas pudo dormir por culpa de Chaeyoung. La chica se debatió la mayor parte de la noche si decirle a Chaeyoung sobre su embarazo o no. Y si se lo diría, ¿cuando lo haría? ¿Que haría Chaeyoung? ¿Y si abandonaba a su bebé y a Tzuyu? No. Definitivamente no podía permitir que la coreana hiciera eso. Aunque la amaba con toda el alma no podía permitir que Chaeyoung abandonara a su familia por estar con ella. Suspiró con pesar tomando asiento en su pequeño comedor. Volver a ver a Chaeyoung de nuevo puso su mundo de cabeza.

El timbre sonó. ¿Quien podría ser tan temprano? Se preguntó mientras se encaminó hacia la puerta.

—¿Siyeon?—Dijo al abrir la puerta y encontrar a la rubia ansiosa, pálida y demacrada.—No me dijiste que cuidarías a Miyeon hoy.—A un lado se hizo para dejarla pasar. Las dos lucían igual a causa de la falta de sueño.

—Mina, Yo... yo necesitó decirte algo muy, muy importante...—Estaba bastante nerviosa, sus manos jugaban entre sí. Mina se extrañó al verla de esa manera.

—¿Ok?—A la sala se dirigió con la rubia siguiéndola.

—Eh... yo... n-no se como decirte esto. Se-se supone que no debería decirte nada... pe-pero debes saberlo... no puedo callar.—Mina frunció el ceño. Jamás vio a Siyeon actuar así.

—¿Que pasa?—Sospechó que era algo malo. Muchos pensamientos cruzaron su mente.

—Si piensas decirle a Chaeyoung sobre el bebé que esperas, ¿verdad?—Mina frunció el ceño otra vez. ¿Por que ella estaba mencionado a Chaeyoung?

—Eh, si... Solo tengo que pensar cómo y cuando...—

—Mina...—Su mano tomó y Mina sintió que estaba temblando. Sus manos miró y luego a ella.

—¿Siyeon te sientes bien?—Preguntó anticipándose a lo que la doctora iba a decirle.

—Mina.—Volvió a llamarla apretando su mano—Chaeyoung necesita saber cuánto antes que el bebé que esperas es suyo.—Dijo y Mina abrió los ojos sorprendida.

—¿Eh?—¿Como estaba eso?

—Ella merece saber que el hijo que esperas es de ella.—Mina seguía confundida. Jamás creyó que Siyeon diría algo así.—Dios...—Se levantó y pasó la mano por el cabello y luego por toda la extensión del rostro mientras caminaba de un lado a otro—Se-Se supone que no debería decirte nada...—Se sentó otra vez y entre sus manos enterró su cara.—Se supone que no tienes que saber nada...—Murmuró

—Siyeon me estás asustando. ¿Que te pasa?—Su muñeca tomó para hacer que la mirase.

—Chaeyoung esta muy enferma.—La Miró a los ojos—A-A ella no le queda mucho tiempo de vida.—Reveló sin más. Mina parpadeó un par de veces soltando su muñeca entrando en shock.

—¿Q-Que es lo que acabas de decir?—Un frío recorrió su cuerpo y su respiración se hizo pesado.

—Chaeyoung podría morir pronto. Solo le queda un mes, quizá dos de vida.—Contó sin anestesia.—Mina, Ella esta muy enferma.—Mina no debía saber nada. Chaeyoung le hizo prometer a Siyeon que no le diría nada, que solo debía cuidar de Miyeon, que siguiera siendo una buena mamá para ella.

—No.—Ella negó con la cabeza mientras el líquido salado y tibio de sus ojos comenzaba a descender sobre su mejillas y dolor infernal se instaló en su pecho.—E-Eso no puede ser cierto...—Negó

—¿Que no la viste ayer?—

—¡No!—Se levantó—¡E-Eso es mentira!—Exclamó—¡Me estas mintiendo!—

—Por supuesto que no.—Sus manos tomó para que la mirase.—Yo jamás diría algo así de no ser cierto. Tienes que ir ahora y hablar con ella, porque hay mas cosas que deberías saber...—Entre sollozos ahogados Mina se desmoronó sobre el sofá recordando como lucía la coreana el día anterior. Ella se veía peor que la última vez, se veía fatal, pero pensó que tal vez era por su nueva vida como mamá. Tal vez solo estaba enferma de algo pasajero. Chaeyoung no podía morir en un par de semanas como lo dijo Siyeon. Eso debía ser mentira, una maldita broma. Debía ser una estupida venganza de Siyeon. Si, eso tenía que ser. La chica solo quería lastimarla y verla llorar después de verlas a las dos ayer. Sus lágrimas limpió y justo cuando iba a levantarse y encarar a la rubia el timbre sonó y Siyeon corrió a abrir rápidamente. Era Soojin, la niñera de Miyeon.

—Hola Mina.—Saludó la chica quien fue llamada a última hora por Siyeon.

—¿Que haces aquí?—Preguntó Mina limpiándose las mejillas. Soojin abrió la boca para hablar pero Siyeon la interrumpió.

—Ve por tu bolso.—Le indicó a Mina quien la miró confusa—Soojin se quedará con Miyeon porque tienes que ir a hablar con Chaeyoung, ahora.—Entonces Mina supo que no era ninguna broma o venganza de Siyeon para lastimarla. Siyeon estaba hablando en serio, muy en serio. Lo vio en su mirada.—Vamos Mina.—Insistió, pero ella aún seguía en shock. Entonces Siyeon Optó por tomarla de la mano y llevársela de allí. Si Chaeyoung iba a morir, Mina y Miyeon merecían saberlo.

—Siyeon por favor, d-dime que esto no es cierto.—Habló Mina dentro del auto teniendo esperanzas de que todo era una maldita broma de la rubia.

—No es ninguna broma Mina.—

—¿Pe-Pero de donde sacaste todo esto?—Mina le preguntó en medio de sollozos .

—Ella Ayer me lo dijo. Ella no quiere que sepas nada.—El corazón de Mina se estrujó y sus llantos aumentaron.

—¿De-Desde cuando esta así? ¿Por qué hasta ahora lo dijo?—

—No lo sé. Tu llegaste y ya no pudo decirme más. Solo me hizo prometer que no te diría nada, pero no puedo hacer eso. Ustedes merecen saberlo pase lo que pase.—Mina lloró más fuerte. Afortunadamente la coreana había mencionado el hotel donde se estaba quedado. Siyeon hasta allí llevó a Mina. Ella fue la encargada de hablar en recepción ya que Mina no tenía cabeza para nada, solo tenía en la cabeza a Chaeyoung.—5to piso.—De la mano la tomó y llevó al elevador.—Aquí.—Señaló la doctora y Mina tocó de inmediato.

—Dime que no cierto...—A su pecho llorando se lanzó Mina en el mismo momento que la puesta se abrió y Chae apareció. La chica se quedó congelada por un segundo asimilando las cosas—Dime que es mentira. Tu no puedes morir...—Lloró aferrada a su cuerpo entonces Chae entendió. Mina ya lo sabía y su pobre corazón dolió.

—Tenía que decírselo.—Dijo Siyeon detrás de Mina en cuanto la mirada de reproche de Chae se posó sobre ella.—Solo así ella te confesaría algo muy importante también.—Chaeyoung frunció el ceño y con cuidado despego a Mina de su pecho.

—¿Que cosa tienes que decirme?—La cuestionó Chaeyoung con los ojos ya acumulados lágrimas.

—S-Solo dime que no es cierto que te queda poco tiempo de vida.—Insistió Mina tomando su rostro con las dos Manos.

—L-Lo siento.—Pronunció con un nudo en la garganta y el mundo de Mina cayó. Su sangre se heló, piernas se debilitaron y su cabeza dio vueltas. De no ser por Chaeyoung y Siyeon, ella hubiese caído al suelo junto al bebé en su vientre.


Gracias por leer. Tal vez al rato subo otro capítulo.

Lazo de Amor (MiChaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora