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—Al fin dejaré este hospital...—Siyeon dijo con una sonrisa radiante en su rostro mientras caminaba junto a Mina, ambas salían de aquel hospital donde estuvo recluida por varios días.

—Lo sé, cariño.—Respondió Mina sin ánimos, con la mirada clavada en el suelo.

Había pasado una semana desde la ultima vez que vio a Chaeyoung en aquel estacionamiento, la doctora no se había aparecido por ningún lado, ni siquiera se había comunicado con Siyeon para ver a Miyeon, era raro, a Mina le pareció raro.
Por más que fingía que eso le alegraba muy en el fondo algo en ella extrañaba ver a la doctora.

—No espero la hora de dormir a tu lado, cielo. No sabes lo fría que era esa camilla por las noches al no estar tu a mi lado. Te extrañé tanto.—

—Yo igual.—Respondió cortante Mina.

Tras haber ayudado a su chica a subir al auto, Mina condujo hasta su apartamento en total silencio.
No estaba con ánimos, desde hace una semana no estaba con ánimos de nada, recordar a la doctora en lágrimas le hacía doler su corazón aunque ella se negaba una y otra vez a aceptar que ese dolor era causado por ella.

Al siguiente día.

Mientras Miyeon corría de un lado a otro por la casa Mina y Siyeon veían televisión en la sala bueno Siyeon veía pues Mina estaba ida, su cuerpo estaba ahí en los brazos de la rubia pero sus pensamientos estaban muy lejos de ahí.

—Cariño... Cariño...—A lo lejos escuchó aquella voz.

—¿M-Me hablabas?.—Preguntó a su lado en el sofá.

—Si.—Sonrió dulcemente la rubia acariciado su rostro.—¿Que tienes?.—Pregunto sin quitar su mirada ni su mano sobre ella.

—Nada. Por cierto—Mina se levantó—hoy cuando fui a recoger a Miyeon me entregaron esto.—Dijo entregándole algo.

—Oh—La mirada de Siyeon se iluminó y una enorme sonrisa apareció—Mi pequeña bebé se graduará.—

Mina suspiró tomando asiento a su lado, Siyeon amaba con toda sus alma a su pequeña hija al igual que la pequeña a la mayor.
Si tan solo Chaeyoung no hubiera vuelto, pensó. Toda su vida estaría color de rosas, se casaría con una mujer maravillosa que la amaba incondicionalmente a ella y a una bebé que no era su propia hija pero que daría su vida por ella.

—Amor—La llamó—Sería bueno que Chaeyoung vaya también a esta actividad.—Siyeon dijo dejando la tarjeta sobre la pequeña.

—¿Q-Que?—Mina regresó de sus pensamientos al oírla.

—Si. Ella también es su madre, seria bueno que empiece a involucrarse más en la vida de Miyeon, ademas pronto se irá y no pasará más tiempo con ella.—dijo tranquilamente.

—¿Ch-Chaeyoung se va?.—Vaya noticia, Mina no sabía nada de eso.

—Si. Hoy por la mañana me llamó, al parecer el trabajo que vino a hacer al hospital ya acabó y ahora debe regresar a los Estados Unidos.—contó.

—Ah.—Contestó con la mirada perdida, Chae se iría del país, al otro lado del mundo, No la volvería a ver en mucho tiempo, se casaría felizmente al saber que ya no estaban en la misma ciudad, que bien ¿No?

—Lleva a Miyeon mañana al hospital para que personalmente le entregue la invitación a su Madre.—Siyeon dijo con naturalidad poniendo la tarjeta en sus manos.

—¿Y-Yo?.—Miró la tarjeta como si fuera algo malo.

—Oye amor, ¿te pasa algo? Estás tartamuda desde ayer y me he dado cuenta que últimamente cuando me visitabas estás ida, en otro mundo.—La miró fijamente.

Lazo de Amor (MiChaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora