Capítulo 39: El aprendiz de justiciero

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Escenas anteriores a este capítulo:

Robin ayuda a un joven que quiere hacer una proeza, pero por ello se pone en peligro.

En la actualidad:

El Sheriff y sus guardias no tardaron en liberarse mientras se quejaban de la incompetencia de Clarence.

En la calle contigua a la brigada de búsqueda está Marian, Clarence no la llevó hasta el castillo como prometió, encontraron al Sheriff después de devolver la carreta y de inmediato el chico expresó su deseo de unirse a ellos. Fue aceptado después de contar su historia, sobre todo por el erróneo pensamiento de que su experiencia en la banda de Robin pudo haberle dado conocimiento de sus maneras de actuar, e información que podría darles a ellos. Aún así no era un secreto para nadie que dañaba más de lo que aportaba.

Caminaba tranquilamente cuando repentinamente los tres chicos aterrizaron frente a ella.

Marian: Rob... - no pudo terminar la oración porque Robin la atrajo hasta donde se encontraban los tres ocultos acallandola con una mano sobre su boca con la palma completamente abierta presionando sus labios y el brazo sobre su abdomen evitando que escapara.

Su espalda rozando su cuerpo y la agitada respiración que sentía en su cuello la congelaron en su sitio y lamentó el momento en que el Sheriff, al no notar rastros de los fugitivos continuó la búsqueda en las calles siguientes.

Todos suspiraron de alivio menos Marian. Su respiración se aceleraba. Aumentó más cuando al girarse, luego de que Robin la soltara, lo vió despeinarse al pasar sus dedos por sus cabellos.

Robin: Vayan a la guarida chicos - ordenó a sus amigos - Yo arreglaré este problema.

Los chicos obedecieron, en cuanto se aseguraron de que no estaban en peligro corrieron en dirección a la guarida.

Marian se acercó a la pared donde Robin estaba y se recargó en la pared, a la espera de que cumpliera con su palabra y cobrara cuentas a Clarence.

Sin embargo eso no pasó.

La mano de Robin buscó a tientas la mano de Marian. La acarició en cuanto la tuvo cerca.

Robin: Arreglemos esto - subió su mano por su muñeca y antebrazo y casi a la altura de su hombro la sujetó suavemente y la atrajo nuevamente. Marian solo se dejó seducir por las caricias del chico y se dejó llevar. Pronto tuvo su cabeza apoyada en el hombro de su contrario. - Ahora ya no puedes escapar - besó su cabeza - Ahora responde si vale o no la pena que estemos juntos.

La princesa trató de apartarse como el joven tenía previsto, pero como su brazo la rodeaba solo fue cuestión de oponer resistencia.

Marian: Yo... No sé si intentarlo vale la pena.

Robin: Todo lo que sale del corazón vale siempre el intento, el riesgo y la pena - Marian suspiró.

Marian: El día que el Principe Juan robó la piedra del manantial Scarlett me dijo que ella y su madre te vieron saliendo muchas veces de mi habitación.

Robin: Tú me pediste que fuera.

Marian: Fue tu culpa que te descubrieran al salir. Yo nunca te pedí que lo hicieras.

Robin: Deja de cambiar de tema y mejor responde por qué estabas tan empeñada en irte.

Marian: No lo sé, fue algo repentino, como enamorarme de ti - acomodó su cabeza.

Robin: Marian, solo dame una respuesta, ya no me importa si es si o no, qué es lo que quieres.

Marian: Si... - susurró - Te quiero a ti.

570 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora