Capítulo 31: El hombre lobo de Sherwood

274 22 16
                                    

Escenas anteriores a este capítulo:

Robin va tras un hombre lobo que está aterrorizando al pueblo, antes de descubrir que en realidad se trataba de Ralf y Rolf.

En la actualidad:

Robin bajó del árbol riendo. Miró el camino del bosque y luego el castillo. Estaba seguro de que príncipe y sus cómplices estaban muy asustados como para salir y sabía que Lady Rohesia tomaba su baño diario antes de la cena, así que Marian estaba desocupada.

Salió de entre los árboles. Aquel camino y la guarida esperarían mientras su relación caminaba en una cuerda floja.

Rodeó el edificio hasta donde calculó era el cuarto que buscaba. Retrocedió varios metros y encontró una ventana abierta. Preparó su arco, tomó una flecha de su carcaj, tensó la cuerda y respiró profundamente. Acercó su mano hasta su mejilla derecha y disparó. La flecha aún viajaba por el aire mientras él rogaba porque se encontrara sola o que se encontrara ahí. La flecha entró en la habitación y Robin pensó por un momento que pudo herirla. La respuesta no lo tranquilizó: le devolvieron lo lanzado, aunque quebrado justo por la mitad.

Dió un nuevo intento repitiendo el procedimiento. Esta vez Marian si se acercó para saber de qué estaba pasando. Aunque sabía de quién se trataba su rostro de disgusto se mostró tan natural como si estuviera en serio sorprendida.

Robin intentó pedirle a gritos que bajara para hablar con él, pero se contuvo porque sabía que alguien podía estar cerca y era una sentencia de muerte para ambos. Movió las manos exageradamente intentando llamarla. De mala gana ella hizo un ademán de que aceptaba pero debía esperar.

Al cabo de cortos minutos ella estaba abajo.

Robin: ¿Nadie te siguió?

Marian: Fui cuidadosa - respondió secamente.

Robin: Me alegra que estés aquí - se lanzó a abrazarla pero como en días anteriores fue apartado.

Marian: No hagas eso - se quejó claramente disgustada - Te expliqué lo que pasaba y creí que lo habías entendido pero veo que estaba equivocada.

Robin: Lo entiendo pero - trató de tomar su mano pero los dedos de su compañera escaparon de entre los suyos y se refugiaron tras su cuello rascando su nuca - Me pareció prudente disculparme por las cosas tan horribles que dije la última vez que nos vimos.

Marian: Acepto tus disculpas, pero te aclaro que no cambia nada de lo que dije.

Robin: Solo intentemos...

Marian: ¡NO! En todo este tiempo no te he pedido nada, ahora te ruego que respetes mi elección.

No dijo más. No perdería el tiempo con alguien tan necio y obstinado.

Marian: Solo... - dudó si dejar todo como antes era una buena idea, pero tomó el riesgo - Solo no te preocupes por los chicos, ellos deben seguir tan alejados como siempre.

Se fue. Lo dejó ahí, solo, dudando.

Ella también dudaba, no sabía a dónde ir o que camino seguir.

Marian: Mucho más que una ruptura, me duele que quiera obligarme a volver - se miró en el espejo derramando gruesas lágrimas que se reunían entre ellas al tocar el suelo. Trató de limpiarlas desesperadamente pero solo salían más y más. Se dió por vencida dejándose llevar por su dolor - Las cosas no debían ser así. Yo debería permanecer a tu lado, pero no puedo olvidar tus palabras, no quiero esperar para ver hasta qué punto puedes enojarte conmigo.

545 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora