Juntos en Sherwood - Terminada

Capítulo 48: La bruja

Escenas anteriores a este capítulo:

Robin y Marian prueban la inocencia de una señora acusada de brujería, y le dan una buena lección a Ralf, Rolf y el Príncipe Juan.

En la actualidad:

Marian se removió incómoda en su asiento y paró de comer.

Tuck: ¿Qué tienes Marian? - le preguntó al ver que ocultaba algo.

Marian: Es solo que recibí una carta y no quiero que se ensucie por el pastel - colocó el sobre del lado contrario a su amigo, como si creyera que podría tomarlo sin su permiso.

Scarlett: ¿Quién te escribió? - la pregunta atrajo la atención de Robin, quién repartió una mirada discretas entre las chicas.

Marian: No lo sé. He estado haciendo algunos pedidos, también escribí a algunos amigos lejanos.

La conversación terminó y aunque si hablaron de algunos temas al azar no hubo nada importante entre sus conversaciones.

Antes del anochecer todos se levantaron dispuestos a despedirse e irse.

Pequeño Juan: Entonces, ¿vendrás conmigo más tarde? - Scarlett asintió. Tuck buscaba más pastel y lo guardaba en sus bolsillos.

Marian: Ven hoy más tarde - le dijo a Robin hablando muy bajo - No quiero estar sola - y así lo hizo.

La persistente luz de una vela condujo a los chicos hacia la travesía. El juego de sombras creado por su lento e impertinente paso multiplicó sus delgados cuerpos por las paredes del recinto.

Robin: Luna menguante, ideal para los asesinos - dijo abrazando a la chica frente a él justo debajo de sus brazos y su pecho mientras ella alejaba la vela de ellos para poder continuar seguros de estar solos.

Marian: Cállate Robin, no vinimos a matar a nadie - le miró de reojo un poco molesta, pero se relajó ante el tacto y puso su mano libre sobre la de su compañero.

Robin: ¿Para qué estamos aquí entonces? - se detuvieron ante el final del pasillo.

Marian: Hablas como si fueras un asesino serial - rodó los ojos y continuaron caminando - El principe está ocupado planeando un banquete, así que tenemos el castillo para nosotros. Parece que... Llegamos.

Se encontraban frente a la puerta de la habitación de Marian.

Robin: Recuérdame por que usaste una vela y entramos como si los dos fuéramos ladrones - preguntó entrando al cuarto después de ella.

Marian: Piensan que estoy dormida - rió y pronto Robin la imitó. En cuanto cerró la puerta se lanzó sobre él y capturó sus labios en un beso.

Caminaron en la oscuridad hasta la cama y a oscuras se prepararon para dormir.

Cuando lo abrazó, Marian sintió la misma sensación de antes, el mismo sentimiento de vacío y soledad al que se había estado acostumbrando.

No supo en qué momento perdió el conocimiento y terminó dormida. Lo único que estaba seguro en su pensamiento es que estaba sola aunque Robin la abrazara dormido.

No fue raro encontrarse realmente sola al despertar, así que se decidió por abrir la carta que la esperaba desde el día anterior.

Volvió a su cama y rompió el sello que lo cubría.

De pronto Robin volvió a entrar a la habitación.

Robin: Nadie ha despertado aún, parece que es muy temprano - se fijó en el sobre - ¿Aún no abres la carta? - se acercó a una silenciosa Marian, quien se limitó a mirarla con los ojos abiertos a más no poder. Ya sabía lo que decía la carta.

Se acercó a ella y la imitó sentándose.

Comenzaron a leer la carta.

"Marian, tu carta me toma por sorpresa pero creo que al escribirla tú sabías mi respuesta. Por supuesto que puedes quedarte conmigo durante el tiempo que quieras.

Me pides que no me preocupe porque no se trata de algo físico, pero me asusta más que sufra tu corazón.

Si te decides a venir podemos hablar de lo que está pasando. Cuídate. Te quiero mucho mi niña".

Terminaron la lectura casi al mismo tiempo.

Robin: ¿Que fue lo que le dijiste?

Marian: Solamente le escribí porque hace mucho tiempo no sé de ella. Si dice cosas sobre pasar una temporada con ella es porque me extraña.

Robin: Entonces, ¿qué vas a responder?

Marian: Que me quedaré aquí - "Si me voy no podré volver" pensó.

707 palabras 💚💙