Capítulo 19

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Miércoles 13 de abril de 2011


―Sofía, me encanta, no tienes idea. El niño es un amor de persona. Me atrae todo de él. Es perfecto. Lástima que ya no está... no puedo creer que ya se acabó y no supe más de él ―cuento a Sofía mientras hacemos la fila del abordaje del vuelo en el aeropuerto.

―¡Ve con él! Aprovecha que todavía tienes tiempo. Es más, no pierdas tiempo y pasa con él lo más que puedas ―responde Sof.

―¿De qué hablas? ¿Cómo voy a ir con él si estoy acá contigo? ―para mí las palabras de Sof no tienen sentido.

¿Cómo quiere que esté con Rodrigo si estoy acá con ella?

Suena mi celular. Lo saco de mi bolsillo trasero. Caigo en cuenta de que no sabía que lo tenía ahí y que, además, no cargo equipaje. ¿Por qué no tengo ni mi cartera conmigo?

Veo la pantalla del teléfono y está completamente negra, pero no para de sonar.

―Atiende, es él. Cuando regreses me cuentas todo ―me abraza y repite ―. ¡Atiende, pues! Te está esperando ―dice Sofía despidiéndose.

Me salgo de la fila del abordaje y contesto la llamada sin marcar ningún botón, simplemente coloco el teléfono en mi oído.

Despierto con el teléfono de la habitación en el oído, sosteniéndolo con mi mano. ¿Cómo llegó el teléfono hasta acá arriba?

Sigo el cable que da hasta la mesa de noche que está entre mis roommates.

La televisión está encendida. Me asomo bien y me encuentro a Kike despierto en la cama de abajo viendo televisión.

Mi voz no sale de lo dormida que estoy, ¿sabes ese momento cuando estás recién levantado y no salen las palabras? Bueno, así.

Intento pronunciar algunas.

—¿Cómo llegó el teléfono hasta aquí?

—Te lo acabo de pasar...

—¿Me lo pasaste? ¿Por qué? —entrecierro los ojos del cansancio.

—Porque te están llamando ―me observa de reojo y sigue viendo la tele.

—¿Quién? ―insisto.

—Rodrigo te llamó y sigue en el teléfono, si es que no te ha trancado después de toda la porquería que me estás diciendo en vez de contestar.

¡Mierda! O sea que... ¿Rodrigo está al teléfono? Juré que todo era un sueño. Pero... Sofía sí fue un sueño ¿o no?

—¿Aló? ―pronuncio extrañada creyendo que es broma.

―¿Bueno? ¿Sigues ahí? ―Rodrigo responde con paciencia.

―Sí, sí. Hola, aquí estoy ―digo acelerada.

―Jaja, hola otra vez. Ya te había saludado ―hay una pausa entre los dos.

―Mira, una pregunta... ―exclamo sin entender muy bien.

Estoy demasiado nerviosa. ¿Cómo me voy a levantar con él en el teléfono? ¿Qué carajos habré dicho?

―Sí, dime ―se escucha cómo Ro se queda en espera de la pregunta.

―¿Desde hace cuánto estamos hablando por teléfono? ―estoy segura de que no me gustará la respuesta.

―Mmm. Menos de 2 minutos, creo ―duda de mis preguntas.

Tiempo suficiente para haber dicho algo indebido.

Un Crucero, tú y yo... ¡Piénsalo! [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora