Un Crucero, tú y yo... ¡Piénsalo! [Completa ✔️]

Capítulo 17

Veo tierra firme a lo lejos. Ya estamos llegando. 

Se supone que a partir de las 3:00 p.m. podemos bajar del barco para pasar el día en San Juan.

—Ay, vamos a tomarnos una foto todos juntos —Daniela, sin duda, parece fotógrafa.

Desde donde nos encontramos, posamos. Justo quedo al lado de Andrés y Dani queda al lado de Rodrigo. Me da un poco de celos. Le hago señas a Dani, quien entiende a la perfección y, disimuladamente, intercambiamos puestos.

—¿Un último chapuzón en la alberca antes de bajarnos? —comenta Rodrigo.

Todos lo seguimos directo a la piscina. Más que un último chapuzón, el calor nos invadió velozmente en el jacuzzi. Si no salíamos de ahí nos íbamos a calcinar.

Unas americanas le suplican a Juan que se lance de platanazo en la piscina para grabarlo. Rodrigo y yo nos metemos al agua y nadamos hasta una esquina para tener mayor visibilidad sobre lo que hace su hermano.

Hay mucho ruido, por lo que poco a poco Rodrigo se aproxima a mí para escucharnos mejor al hablar. Nos separan pocos centímetros. Apoya sus brazos de ambos lados de la piscina, quedando yo atrapada entre ellos.

Estoy muy nerviosa. Evito el contacto visual para no sonrojarme.

—Mira lo que hace tu hermano, jajaja.

Digo cualquier bobada para que desvíe su mirada de la mía y no sentirme tan cohibida. Su hermano trata de impresionar a las gringas. Nos reímos de él, pero eso no evita que Rodrigo regrese a la posición visual en la que nos encontrábamos.

—Hay algo que me intriga bastante ―duda esperando que diga algo.

—¿Sí? ¿Qué? ―pregunto, siendo yo la intrigada.

—Mmm... ¿cómo se le dice al beso francés en Venezuela? ―su cara de coquetón se vuelve profunda y seductora.

En cuestión de microsegundos me sonrojo. ¿Por qué pregunta eso? ¿Por qué me está viendo fijamente los labios?

—Le decimos zampar. Cuando te besas con alguien decimos "zampé con tal persona". Por ejemplo, zampé con Rodrigo ―mierda, eso no fue intencional.

Suelto una risa súper nerviosa al caer en cuenta de lo que acabo de decir. Se notan mis nervios. Tengo la voz temblorosa.

Si pregunta eso no creo que sea porque le gusta otra niña. ¿Será una indirecta bien directa?

—Me puedes decir Ro, Rodrigo es muy formal. Mejor Ro.

Me siento un poco más cómoda. Ya no observa tanto mis labios y su mirada seductora se vuelve cariñosa.

―¿Tú cómo le dices? —trato de mostrarme segura.

―Pues, creo que solo besar. A veces, agarrar... depende ―responde Ro dándose cuenta de que no me dejo intimidar.

—Nosotros también le decimos agarrar, pero depende del contexto —continúo la conversación.

Sin siquiera pensarlo, acaricia mi mano derecha por fuera del agua. Sonríe a la vez que sujeta entrelaza mi otra mano con la suya.

Sonrío como una boba. Siento cómo mi corazón se acelera rápidamente. ¿Esto es normal?

Todavía no entiendo qué ve en mí. O capaz, solo quiere besarme para tener una buena historia para contar a sus amigos sobre el viaje: "Me besé con una venezolana". Seguro lo verían como un dios.

Poco a poco sus manos bajan por debajo del agua hasta tocar mis muslos. Con un poco de fuerza, levanta ambas de mis piernas colocándolas en su cintura. Me engancho a su cuerpo con confianza.