Capítulo 30

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¡Encontré la foto! Y es mejor de lo que imaginaba. Mi sonrisa es tan perfecta ante ese beso, que olvido nuevamente que estaba molesta con él. ¡Me la llevo! Este beso se quedará conmigo de por vida.

Aprovecho para ver las demás fotos. Encuentro fotos de Ro y su familia, de los tres hermanos que perseguí el primer día, Alice con Dani en la piscina... un poco de todo. Ya había pasado por aquí a recoger unas que tomé con mi familia y las del jacuzzi.

—Listo, encontré la foto.

Alice nos da el visto bueno y vamos de vuelta a la piscina.

Y como de costumbre, todos están en el jacuzzi... sí, TODOS.

―Wey, esperen... ―Vane nos frena―. Les tengo que confesar algo primero. ¿Luli, te acuerdas de que Ro quería que yo estuviera con Alex? Pues, en realidad me gusta muchísimo y está padre toda la situación, pero no sé, también es incómodo. ¡Qué oso me da!

—Deja que fluya, no lo forces. Solo déjale saber que te cae muy bien y coquetea un poco nada más.

Seguro no necesita mi consejo, pero si quiere apoyo, aquí estaré para dárselo.

Colocamos nuestras cosas en una butaca y vamos directo al jacuzzi.

―¡Luli! No entres, acompáñame a fumar ―Alex sale del jacuzzi al decirme eso.

―Dale, vamos.

Es mi oportunidad de hablarle de Vanessa. Además, lo he visto mucho con Ro estos días y nunca he convivido con él del todo.

Enciende su cigarro, se sienta en las escaleras que dan al Sky Bar. Me siento a su lado.

― Oye, ¿qué onda? ¿Qué pedo con Ro? Ya ni volteas a verlo ―inhala su cigarro.

―Mmm... nada que yo sepa. Capaz deberías preguntarle a él. Es tu amigo, ¿no? Me cae muy bien, si esa es tu pregunta. Es un chamo súper pana ―respondo sin ganas de discutir.

―Pues me enteré de que hicieron cositas en el cuarto ―vuelve a inhalar su cigarro.

―¿Cositas en el cuarto? ¿Cómo es eso? ―respondo.

―Pues sí, wey. Tú sabes... cosas ―responde y espera que yo diga algo...― ¡Ay, wey! ¡Que cogieron! ―lo expulsa sin pudor.

Mis ojos se abren como platos. Trato de mantener la calma y actúo rápido.

―¿Cómo te enteraste? ―me hago la loca.

―Me dijeron por ahí. ¿Cuántas veces lo hicieron? Tres, ¿no? ―está sorprendido con mi respuesta.

―Yo creo que más... Por lo menos cinco, que yo recuerde ―contesto sin emociones.

―¡CINCO! ¡No mames! ¿Es neta? ―se ahoga con el cigarro.

―Dime quién te dijo y capaz te cuento más detalles.

Ya esto me está molestando. Si alguien llegó a decir semejante mentira me voy a enojar muchísimo.

―La verdad es que lo decía por decir, a ver cómo reaccionabas. No esperaba esa respuesta... ―se corta al hablar.

―¡Obviamente no pasó un coño! ¡Tenemos 15 años! ¡Por Dios! Ya nadie respeta ―alzo la voz en mi desahogo.

―No te enojes, Luli. Neta, perdón, era broma.

Qué bonita broma, lo que falta es que me pregunten cuando me casé. La gente si habla paja. Respira, Luli, no es momento de arranques, acuérdate que anoche tuviste suficiente.

―Xs, cambiando de tema. Cuéntame de ti y Vanessa ―antes de golpearlo mejor cambiar el tema.

―¿Vanessa y yo? Pues, es linda, me cae súper bien, es buena onda ―mantiene la cabeza en movimientos afirmativos.

Un Crucero, tú y yo... ¡Piénsalo! [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora