Perú, la potencia

CAPÍTULO 17- Nuevo Amigo

Finalmente era el día, después de un pequeño chantaje y unas cuantas copas de vino logré sacar a Argentina de mi casa a dar un paseo por Helsinki. Tenerlo dos días en mi casa había despertado cierta curiosidad de mi parte por ese sujeto al que llamamos Argentina. Tenía unas costumbres que no entendía, una oración a la mañana, una al almuerzo y una antes de dormir, eso es lo que había observado. En su maletín solo traía camisas y pantalones para ocasiones formales, incluso le pregunté por qué y su respuesta fue: Porque una buena imagen representa a un buen hombre. Ja, ja, ja, era tan divertido pensar en eso, por eso lo primero que hicimos esa mañana, incluso antes de desayunar, fue ir a comprarle ropa decente a ese sujeto.

-Vamos Argentina, solo pruébate la ropa, no te vas a ver como un pandillero, vas a verte más joven y no como un señor de cuarenta años con problemas de temperamento, te lo juro, es mejor- le decía mientras esperaba sentado fuera del vestidor donde estaba.

-Es horrible...-dijo y terminó por salir del vestidor con una polera de un color verde bastante vivo en comparación a lo que llevaba antes y unos jeans.

-Yo pienso que te ves genial hombre, mírate, en serio ¿no te sientes mejor soltándote un poco? Tu ropa formal y tu ropa casual deberían ser diferentes por una vez.

Él me miro con cierto desespero, pero no negó nada y pagó la ropa junto con un par de zapatillas que habíamos estado viendo antes, ni siquiera se había visto al espejo hasta ese momento, pero cuando pasamos por el espejo principal de la tienda y se vio lo vi más tranquilo.

-No está tan mal- susurro para sí mismo, no sé si como palabras de aliento o aliviado. Finalmente fuimos a pasear a la plaza del Senado, no había tanta gente, lo cual era un poco raro, pero era mucho mejor en esta situación.

-Argentina, ahora que podemos conversar, cuéntame un poco más de ti ¿Qué tal tu mejor amigo?

-Porque tan interesado en él, porque no preguntas sobre mí en vez de preguntar por él...

-Jajaja, ¿Estás celoso? Créeme que no estoy interesado en tu amigo de ese modo, es solo que siempre me ha dado curiosidad ese rumor, ya sabes de cuál hablo-lo vi ponerse nervioso y sonreí-¿Entonces es verdad? Wow

-No es verdad, no necesito repetirlo, ya lo he dicho las veces suficientes, no estoy enamorado de Perú.

-Hablaba de otro chisme-mentí-. Pero creo que negarlo tan fuertemente solo te hace parecer más culpable.

Argentina meditó un momento y me miró con su típica expresión de no me importas ni tú ni nadie.

-Entonces que debería hacer, aceptarlo y que todos los periodistas terminen en la puerta de mi casa-pregunto con sarcasmo-. Vamos, no quiero meterme en polémicas.

-Un poco irónico, pensé que todo lo que decías era para atraer a los "Venenosos medios de comunicación"- dije haciendo comillas con mis dedos citando una frase que dijo él en algún momento cuando le preguntaron acerca de la falta de preocupación por el medio ambiente.

-No, eso también lo sacaron de contexto, y si son venenosos, tú no lo entenderías...-. Y tenía razón, no podía entender del todo sus razones, sus motivaciones y sus preocupaciones.

-No, pero tú tampoco me entiendes, me insultas, me desprecias y ni siquiera me tomas en serio- le dije tranquilamente-, pero no digo nada ¿Puedes entender por qué?

-Ni siquiera me lo pregunte en primer lugar, no me interesa lo que pienses.

-Y ese es el problema, si quieres que te entiendan tienes que saber como expresarte, y para poder expresarte tienes que entender a los demás, es algo a lo que siempre aplico. Deberías hacerlo-vi pasar un carrito de helados cruzando la plaza y pensé si sería bueno ir a comer uno con mi acompañante-. Deberías intentar entenderme, bien, pensaré en algo en específico, intenta adivinar en que estoy pensando.