CAPÍTULO 1- Propuesta

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Sí, esa mañana me levanté con los ánimos por los cielos. Vi por mi ventana, el cielo era azul, incluso podía ver a lo lejos el lago y a las nubes reflejándose en su superficie—. Es un buen día para pescar-pensé. Había estado muchos días lejos de mi zona, ocupado con el trabajo, con los problemas y con la presión que recaía en mis hombros; pero finalmente podría relajarme, por fin tenía un momento para mí, y que mejor que pescar en calma para recuperar mis fuerzas.

Entonces me alisté, prepare los cebos, la caña de pescar, y un sombrero para protegerme del sol, pero cuando estaba a punto de salir de la cabaña mi teléfono sonó, había olvidado apagarlo, quizás pasé por alto lo molesto que era tenerlo cerca o quizás pensé que no le haría daño a nadie; y lo mismo pensé al contestar... "Una llamada más antes de un merecido mes de descanso", así que tomé mi celular, y contesté. Vaya error...

James Hamilton estaba del otro lado de la línea, algo muy raro, normalmente el presidente no me llamaba por estar "ocupado", como solía decir siempre, así que me era más familiar la voz de su asistente que la suya. Al principio me preocupé, pensé, debe ser algo urgente, y me impacienté un poco, pues esperaba alguna respuesta del presidente Hamilton, pero luego de saludarme y preguntarme por mi día solo me dijo—. Tienes un viaje mañana por la tarde—. Ahora mi preocupación se convirtió en enojo, ellos sabían que yo estaba fuera durante mis vacaciones, estaban prohibidos de llamarme (al menos eso habíamos acordado), así que estaba a punto de reclamarle—. Antes de que digas algo, USA, tu territorio necesita más que nunca de ti. Tienes que reunirte con Perú en su territorio en menos de una semana, él mismo te ha solicitado en esta reunión.

¿Perú? Eso me descolocó un momento. Él y yo no nos habíamos visto en años, y mucho menos hablado. Quizás en el pasado habíamos sido algo cercanos, pero yo creía que él había borrado eso de su memoria por su estatus. Acercarme a él parecía incluso un acto de rebeldía, una falta de respeto. Solo por esa idea todo en general me hacía preguntarme ¿Qué podría querer él de mí?

Ya no dije nada más, las indicaciones eran claras (y de todas formas era inútil negarme).

Al día siguiente me recogieron de mi cabaña/refugio junto al lago y me llevaron de vuelta a la civilización para tomar un vuelo a lo desconocido y solo una persona me acompañaba, un embajador que haría de nuestro encuentro algo más ameno y menos incómodo, además de que me daría pautas para comportarme adecuadamente en frente de Perú.

Mientras que viajaba me ponía a pensar en lo que sabía de él. Perú era una potencia económica, porque bueno, desde el inicio Perú tuvo las cartas ganadoras en la vida. Su comida, sus paisajes, su cultura, me daba envidia que él tuviera de todo para triunfar, mientras que yo me sostenía con lo poco que tenía. Y sé que suena mal, pero creo que me puedo permitir sentir algo de envidia y también un poco decepcionado de mí mismo, porque yo en algún momento conocí a Perú cuando no era nadie, a un país diferente. Ambos empezamos en el mismo punto de partida y terminamos en lugares totalmente diferentes... Y aún así no puedo evitar sentir lastima por mi mismo y sentir que la vida me ha jugado mal.

Cuando finalmente llegamos es casi de noche, pero eso no va a salvarme de los deberes que me aguardan y que son mi responsabilidad. Tan pronto como dejo mis cosas en el hotel me informan que mi reunión con él ya está pactada, pero no es lo único, tan pronto como estoy arreglado y listo para nuestro encuentro y salgo del hotel donde me había hospedado los periodistas ya están comiéndome la espalda. Vigilándome.

Es curioso pensar que todas estas personas se interesen en mí, pero creo que soy el centro de atención más por mérito de Perú que mío, ya que se sospecha que él quiere formalizar una alianza conmigo. Perú se ha caracterizado a lo largo de los años por algo más que su estatus, y es su desconfianza, su único aliado desde la época de la colonia ha sido Argentina, desde entonces sus relaciones con los demás han sido algo distantes y desinteresadas. Algunos dicen que es por Argentina, porque su territorio está solo dos puestos detrás de Perú en cuanto a poder, así que si lo vemos desde el lado más objetivo, no hay un mejor aliado, y menos cuando ellos tienen una relación tan cercana, pero también... Ha llegado a levantar sospechas. La cercanía de Perú y Argentina es un tema que se toca con pinzas, y a veces se insinúan otro tipo de intenciones por parte de ambos. Pero yo tengo el presentimiento de que Perú no le ha dado oportunidad a nadie de entrar en su vida, por lo que le paso a... Él.

Perú, la potenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora