El día de la boda es mañana, finalmente, y lo único que tengo es dudas.
Más que un acercamiento a mi prometido por la celebración de mañana, no he parado de ver como sufre. Se la vive estos últimos días tomando antidepresivos, intentando dormir bien y su aspecto definitivamente ha empeorado, y sé que no soy la mejor persona para decir que me preocupa su seguridad, su salud o su vida, pero lo hace, al menos ahora lo hacen, de otro modo lo hubiera dejado morir antes. Pero es triste, normalmente cuando una persona va a casarse siente una felicidad inmensa, intenta que ese día sea perfecto, pero mi pobre Perú se ve demacrado; tiene ojeras debajo de los ojos, está bastante más delgado en el peor sentido de la palabra y lo único que hace es acostarse en la cama a descansar. No ha salido de cama en dos días.
Ya no sé qué hacer.
Intento mimarlo, intento hacer que sonría, pero parece ser que está ignorando incluso lo que digo a veces, más de una vez lo he sorprendido saltándose las comidas o simplemente tirándola a la basura, como si quisiera dejar que el tiempo acabe con él. Eso es de lo más doloroso para mí, de ver, de vivir. Y me duele más admitir que no he podido controlarme y que le he gritado, quizás haciendo que esto sea más duro para él de lo que ya es, pero no sé cómo más reaccionar cuando él mismo ya ha intentado quitarse la vida. No quiero que lo haga.
Entonces estos últimos días lo he tenido que forzar a comer, a tomar sus medicinas, y a no excederse con ellas, siempre controlando su bienestar, su peso y donde está, incluso si a veces simplemente no quiere hacerme caso y terminamos discutiendo, aunque no quiero, y a la mitad lo detengo para abrazarlo y él solo deja salir todo porque al final esas discusiones son nada más y nada menos que estrés. Perú ¿Qué te estoy haciendo?
Y luego un día me pregunta...
-¿Por qué ya no me pegas?- dijo un día mientras cenábamos. Habíamos discutido un poco antes, así que el ambiente estaba algo tenso e iba a responder enojado por esa pregunta, pero él aún tenía algo que decir-. A veces siento más miedo pensando cuando será que volverás a golpearme.
-La idea es que no tengas miedo. No volveré a golpearte. Jamás- .Respondí con firmeza y volví a tomar un poco de sopa con mi cuchara cuando lo vi desmoronarse una vez más. Corrí a su lado y lo abracé limpiando su rostro intentando consolarlo-. No pasa nada, está bien, estoy contigo.
-Es... Es que...- empezó a balbucear entre su llanto-. A veces tengo miedo de que vuelva a ocurrir "Eso".
Y yo... Sinceramente, no sabía que decir, él realmente aún tenía miedo de mí a pesar de todo. Tragué saliva y deje mis preocupaciones irse un momento junto a la impresión y el miedo, porque en un momento donde una persona está frágil, yo no podía estarlo también, tenía que ser su soporte.
Si... Su abusador tenía que ser su soporte.
Y ahora no estamos mejor... Extrañamente, hoy estuvo muy tranquilo, aunque quiso estar acostado, y para mi sorpresa me abrazo y estuvo feliz por el evento de mañana, incluso pudo descansar, pero creo que esos momentos de felicidad con él son los que más me dan miedo, porque la última vez, cuando intentó suicidarse la primera vez, estaba igual de feliz, igual de sonriente. Es más como una máscara que usa a veces para poder verse "normal" o "bien". En definitiva, no significa que esté bien, solo significa que quiere probar un poco de lo que es para él "normal" antes de irse. Por eso decidí vigilarlo. Pero fue una buena sorpresa cuando pasaron las horas y él estaba dormido plácidamente, incluso moviéndose mientras dormía. Me alivio y me hizo querer ver a mi prometido feliz más veces.
Así que, en una habitación, estamos los dos, necesitados uno del otro... Pero cambiaré eso, mañana cambiaré eso, por él, como un último gesto de amor, y quizás él no entienda por qué lo abrazo con tanto amor, con tanta necesidad o porque lo beso con tanto fervor, pero espero que en algún momento me perdone, que en algún momento logre apreciar lo que hago por él y que no piense que lo he abandonado o que lo he traicionado.
ESTÁS LEYENDO
Perú, la potencia
FanfictionBienvenido, te presento mi libro. Una realidad diferente, donde muchos hechos históricos han sido cambiados, y ahora Perú es una potencia. Aclaro que si ven algo fuera de lugar con los hechos históricos me lo pueden hacer saber, aunque hay muchas co...