En este mundo hay cosas muy hermosas, cosas que te hacen sentir vivo, y la verdad, es difícil despegarse de aquello que te generaba tanta felicidad, y yo nunca pude dejar atrás la felicidad que USA me había dado, y pasaron los años, nunca saqué a USA de mi mente, porque pensé que él era mi felicidad, y vivía ilusionado pensando que algún día podría volver a estar con él, trabajando para ser signo de estar con él, sin darme cuenta de que no era un sentimiento recíproco y que USA ya había hecho una vida. Y le hice daño cuando me sentí con el derecho de exigirle que estuviera conmigo, por lo que yo consideraba había sido la muestra más grande de amor hacía él. Solo había mejorado como persona, solo había mejorado el país en un esfuerzo por que él pudiera estar conmigo.
Lastimé a todos, a tantas personas por un deseo tan egoísta...Por eso dudé, porque tal vez en este momento no merecía la compasión, la generosidad ni el cariño de nadie, pero Argentina que parecía ofrecerme una salida. Yo me sentía realmente arrepentido y muy estúpido por no haber podido ver antes todo lo que estaba haciendo. Ahora veía las consecuencias de mis actos y veía a Argentina como mi mejor amigo, y como la persona que había cargado con esas consecuencias todos los meses en que yo había ignorado mis responsabilidades por pensar de forma tan egoísta, como una de las víctimas directas de mis errores. Por eso tenía mis dudas de si tomar su mano. ¿Qué significaba tomar su mano ahora? ¿Él me amaba? Al tomar su mano ambos... ¿Qué clase de relación tendríamos? Quizás yo no estaba preparado para ello, pero no quería romper el corazón de una persona que de por sí ya ha dado y sacrificado tanto por mí, prácticamente le debo esto, una oportunidad. Y yo sé muy bien que a diferencia de lo que ha pasado estos meses Argentina no me hará daño. Pondría mis manos al fuego al decir que yo aprecio tanto a Arge como él a mí. En medio de mis pensamientos que me separan por un momento de la realidad... Algo me trae de vuelta, una acción, que quizás parece insignificante, pero que para mí es realmente reconfortante. Arge limpia mis lágrimas con las yemas de sus dedos y con el dorso de su mano, siempre con delicadeza. Y me sonríe. Yo me pregunto por qué ¿Por qué sonríe? No sé si es por mí o por la situación que parece tan íntima de algún modo, tal vez solo sonríe porque quiere hacerlo o lo hace para darme confianza.
-Quiero ayudarte, no tengo nada que esconderte... Y no tengo nada que perdonarte-. Continuó sonriendo, pero su voz se quebró un poco, lo cual me tomó por sorpresa haciendo que mi corazón y mi cuerpo se sintieran débiles-.A pesar de todo lo que ha pasado estos meses, de todos estos años... Mi corazón no ha dejado de amarte, aunque no me correspondas, aún quiero estar contigo y verte feliz, porque te amo. Parece ser que es algo que va a perdurar a pesar del tiempo y las circunstancias.
Cuando dijo eso, me quedé sin palabras, pero ya lo había entendido bien, quería seguir adelante con mi vida, y elegir tomar la mano de mi amigo era aceptar su ayuda desinteresada, así que eso hice, y tomé su mano mientras que en mi mente prometía una y otra vez que en algún momento yo iba a demostrarle con acciones que yo también estaría incondicionalmente para él a pesar del tiempo y las circunstancias, o de lo que fuera. Acaricié la puerta del salón despidiéndome de todo lo que implicaba, viéndola con nostalgia, y pedía perdón a Rusia por haber tomado ya una decisión, una que lo dañaría y que quizás lo dejaría marcado para siempre. Mi único deseo en ese instante era que en un futuro el odio de Rusia hacia mí no volviera a aparecer y que de hacerlo al menos no dejará nublara su juicio como lo hizo en el pasado. Quería que ambos dejamos pasar el tiempo para que las heridas sanen, esperaba que él entienda el daño que me hizo y las razones por las cuales yo tomé está decisión. Luego pedí perdón a todos los presentes, aunque ellos no pudieran escucharme o verme, yo estaba verdaderamente avergonzado por mis acciones que también los habían afectado directa o indirectamente. Ya que aquellos que estaban adentro eran en parte mí familia.-Vamos, Perú- me dijo con voz suave Argentina mientras que con su mano me reconfortaba acariciando mi espalda. Yo lo miré más tranquilo, decidido a irme con él, esperando que al menos él supiera guiarme por el buen camino del cual sentía me había alejado y había perdido el rumbo.
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Perú, la potencia
FanficBienvenido, te presento mi libro. Una realidad diferente, donde muchos hechos históricos han sido cambiados, y ahora Perú es una potencia. Aclaro que si ven algo fuera de lugar con los hechos históricos me lo pueden hacer saber, aunque hay muchas co...