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Un lugar frío, desolado, sin vida aparente con nieve en todas partes y el cielo grisáceo tan melancólico que Jungkook no pudo evitar sentirse miserable al verlo, estaba ahí solo, sin ninguna compañía más que la soledad. Y de nuevo sintió esa sensación como cuando era criminal, se sintió nuevamente caminando en un pasillo oscuro lleno de añoranza queriendo salir de éste, pero no tenía fin, se sintió con una inseguridad y aislamiento implorando ser normal.

Entonces en el cielo apareció la imagen de la divinidad con una leve sonrisa en sus delgados labios transmitiendo una energía positiva que el menor sintió como el impacto de una ola inconmensurable de calidez. Fue cuando la divinidad asomó la parte superior de su cuerpo observando a Jungkook con piedad.

La vida a veces es un sube y baja de emociones, deseos y acciones, las cuales tienen sus consecuencias con una pizca de arrepentimiento en ciertas ocasiones. Ese fue el caso de Jungkook.

Y como consecuencia tenía a la divinidad en frente explicando su penitencia y que probablemente no tenía remedio.

—Jeon Jungkook, como castigo te interpuse entre la vida y la muerte, para que sólo una persona pueda sacarte de aquí si su amor es tan grande como piensas —dijo la divinidad estando su imagen distorsionada en el cielo.

El cerebro de Jungkook estaba pasmado en el tiempo, congelado en los recuerdos y comprendiendo las palabras que emitía el ser celestial con un tono de voz formal, empresarial y pausado que se expandió por la zona como si fuera un manto de viento.

En ese momento, su cabeza era un vendaval de emociones, por lo que soltó una pregunta al aire.

—¿Quién? —Inquirió el menor desorientado y sintiendo cada vez más el frío que calaba en sus huesos. Al no tener tanto raciocinio ni siquiera pensó en la persona aludida, así que soltó la pregunta sin procesarla.

Inspiró profundo y el frío aire se coló en sus pulmones, los cuales se negaban a trabajar correctamente. Su boca estaba reseca al igual que sus labios y cuando escuchó el nombre de aquella persona, sintió una ventisca de aire en su dirección.

—Kim Hana, ella es la única persona que puede sacarte de aquí.

Se sintió como si su vida estuviera acabando.

—¡Mátame, ya no soporto esto! —Gritó para que la divinidad pudiera escucharlo, además de expulsar por medio de exclamaciones el frío infernal que sentía.

—Ese no es tu destino, a pesar de que consiste muchos crímenes había un sentimiento de arrepentimiento, así que no puedes morir.

Eso era cierto, en alguna parte de sus míseros sentimientos se arrepintió de hacer todo lo que hizo.

Pero la genuina curiosidad hambrienta con gran fervor lo impulsó a seguir interrogando para saber la manera en la que saldría de ahí con ayuda de la pelinegra.

—¿Cómo me recordará Hana? —Sus ojos se cerraban por las lágrimas saliendo de sus ojos que caían instantáneamente sobre sus mejillas y eventualmente al suelo cubierto de nieve.

—En algún momento de su vida lo hará, en 10, 20 o incluso 30 años, pero sabrá invocarte.

Sin más, su imagen de desvaneció en el cielo gris, él sabía que por el momento no iba a salir de donde estaba. Literalmente se encontraba entre la vida y la muerte y para que Hana lo recordara tenía que encontrar una situación donde enlazara un recuerdo icónico. Como dijo la divinidad, si su amor era verdadero entonces lo recordará, por ende Jungkook saldrá de ese abismo y vivirá felizmente.

Y en su imaginación, Hana se veía tan vívida como si realmente estuviera ahí, pero extendió su mano para tocarla, pero de repente desapareció haciéndose polvo y las lágrimas de Jungkook salieron más a flote de sus ojos.

Angel of Death ➳ Jeon Jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora