16

311 22 0
                                    

El cielo parecía una masa densa de color negro en donde las estrellas se veían como puntos blancos resplandecientes que adornaban el firmamento, además de que la luna emitió una luz brillante que iluminó toda la ciudad pero el alumbrado público le quitó protagonismo. Aún así se podía apreciar a través de la ventana.

Era increíble que solo faltaran 3 semanas para que Hana se fuera al mundo de los vivos. En el llamado aprendió que cuando llega el momento de que un caso especial se vaya, borran absolutamente todos sus recuerdos durante el tiempo que vivieron en el mundo de los muertos por la seguridad de la persona, pero cuando le comenzaron a explicar todo el proceso dudó de sí misma; dudó de su capacidad para llevar a cabo la decisión que estaba proyectada; dudó irse al mundo de los vivos. 

Hasta que esa indecisión la hizo perder la cabeza.

Salieron del restaurante donde el frío impactó en sus rostros y la suave ventisca hizo flotar sus cabellos en el aire. Caminaron por unos minutos observando las calles adornadas con luces doradas haciendo de la zona una más iluminada y brillante donde cientos de autos y personas iban de aquí para allá como si fuera pleno mediodía, pero la realidad es que pasaban de las 10:00 pm.

Podría parecer que no, pero ambos tenían una gran necesidad de conciliar el sueño, por consiguiente al llegar a casa subieron las escaleras con dificultad y cada quien se fue a su habitación cerrando la puerta para que nadie los molestara. Tenían la calefacción encendida, por lo que la baja temperatura de su cuerpo ahora era una cálida, perfecta para dormir.

La pelinegra encendió una pequeña bocina que comenzó a tocar Heather de Conan Gray que la incitó a dormir, así que apagó la luz de su habitación, después de realizar su aseo personal, y se dejó caer en la cama donde el único sonido existente era el de la canción y su calmada respiración hasta que ella misma dejó de oír ruidos cayendo en un profundo sueño.

Sin embargo, tuvo un sueño muy raro al que no le encontraba significado, el problema es que no lo recordaba. Pero lo poco que podía recordar era que a Jungkook se lo llevaban a un lugar y a ella la dejaban libre, para comenzar a brotar del suelo rosas con espinas filosas. Eso fue lo único que pudo recordar. Bien dicen que los sueños son predicciones del futuro y en este caso... sí lo era.

Observó su reloj muy a lo lejos, marcaba las 5 de la mañana, originalmente se tenían que levantar entre 7 y 8 para alistarse y empezar su día a las 9 de mañana. Inconscientemente Hana se removió de un lado para otro, se escuchaban las cobijas enredarse en su cuerpo y su agitada respiración. Sin darse cuenta comenzó a sentir una corriente helada que le erizó la piel, por lo que sudaba frío producto de eso, su frente y espalda estaban empapadas con el líquido dejando un aire de miedo y terror en ella.

Éste último le vino a jugar una mala pasada. Hasta que escuchó aquella voz familiar y masculina que fue como una dosis de relajación para sus alteradas emociones. Poco a poco se fue intensificando y se instaló cerca de ella pudiendo escuchar con claridad cada susurro. 

—¿Estás bien? —preguntó Jungkook sentándose en el borde de la cama.

Totalmente desorientada y atónita por despertarse de golpe, contestó:

—Sí, no te preocupes.

—¿Segura? No te veías bien —insistió él poniendo una mano en la frente de ella para comprobar que su temperatura corporal fuera correcta.

—Tranquilo, sólo tuve un sueño algo raro.

No le creyó, pero dejó de insistir.

Otra bocina negra yacía en el primer piso de la casa donde Save your tears de The Weeknd sonaba a un volumen moderado, incluso podían escuchar un poco de la nostálgica melodía hasta el cuarto de Hana.

Angel of Death ➳ Jeon Jungkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora