Savannah POVEn cuanto la melena rubia de leon llego hasta mi, bufo y tiro con violencia su mochila contra el suelo.
- Ey! - dije alzando ambas manos. - Tranquila fiera. ¿Que diablos paso? - dije preocupada.
Nai abrio la boca, la cerro, gruño, maldijo, dijo una incoherencia y finalmente reprimio un grito mientras se mordia los nudillos.
Yo solo podia observarla sorprendida y haciendo mi mejor esfuerzo por no reirme.
- Matare a alguien. - dijo finalmente con la respiracion agitada.
Alze una ceja y espere a que hablara.
- Ese maldito hijo de... hijo de su vecina, me a amargado todo el entrenamiento, diciendo que no valgo para esto y que no entiende como mis padres tiran el dinero en mi de esta forma. - la mirada de Nai estaba completamente oscura y llena de furia.
-Eres masoca. - dije negando con la cabeza.
Nai parecio relajarse ligeramente y ahora fue ella la que me miro interrogante mientras recogia su mochila del suelo.
- No entiendo porque asistes a esas clases, sabiendo lo que te espera. Solo se me ocurre que eres masoca y disfrutas con las torturas de ese hombre. - dije mientras metia la llave en la cerradura de la puerta del coche.
- Cambiando de tema - dijo Nai mas alegre. - ¿Porque vas a conducir tu? Y, ¿Porque te ves tan feliz?
Sonrei mientras abria la puerta del conductor y me sentaba, enseguida el coche se lleno de la risa de Nai.
- Ladra maldita perra. -dijo señalandome con el dedo. - ¿Me e perdido mucho?
La mire durante un segundo y me mordi el labio nerviosa.
Nai abrio los ojos sorprendida, alzo los brazos y chillo mientras saltaba en el asiento.
- Oh dios mio oh dios mio - dijo tratando de calmarse. - ¿y bien?
¿Por donde empezaba?
- Emmm.... - hice una mueca - Hunter vino a buscarme...
- Eso explica porque esta tu coche aqui... - murmuro.
-...me llevo a su casa... - ni loca le cuento el numerito del coche. Ni el del aparcamiento.
Hize una mueca mental, pondria el grito en el cielo, y ya estaba bastante insoportable.
- ¿¡QUE HIZO QUEE?! - chillo alterada.
Gemi. Preveo tormenta.
- Savannah Heiren Collins Lextens... tienes cinco segundos para empezar a cantar mejor que un canario. - dijo con una expresion seria.
Wow, uso mi nombre completo. Eso es malo. Muy malo.
- ¿Porque no preguntas tu y asi acabamos antes? - dije mientras arrancaba el coche.
Durante las maniobras en el aparcamiento, Naina se mantuvo callada y observandome con el cejo fruncido.
- ¿Lo hicieron?
Clave el pie en el freno. Estoy segura que tendre que cambiarle las pastillas al coche despues de esto.
- ¿Hablas jodidamente en serio, Amira ? - dije mirandola fijamente a los ojos.
- No me llames asi... - gruño.
- Oh disculpa - dije ironicamente. - Entonces tu deja de pensar de forma equivocada de mi. - dije volviendo a poner en marcha el coche.
- No has respondido a mi pregunta. - susurro.
- No , mierda, Naina, no lo hicimos. - aprete el volante con fuerza. - No nos conocemos si quiera . ¿Como se te ocurre pensar si quiera que me acostaria con el tan facil?
Estaba molesta, y sabia que no era bueno. Pocas veces en mi vida me habia enfadado o discutido, pero cuando lo hacia, solia perder cualquier atisbo de educacion, modales o respeto, soltando autenticas bombas.
Me dolia que mi mejor amiga pensase que me podia acostar con un chico que ni si quiera conozco.
- Lo siento Sav... - dijo ahora mas tranquila.
Contuve el aliento durante unos segundos mientras me mordia la lengua. Finalmente solte el aire retenido y asenti despacio. Sabia que ella me miraba por el reflejo del cristal.
- Le pidio a un amigo suyo que me enseñara a defenderme. - hable despues de unos segundos.
Nai vovio la cabeza a mirarme.
- ¿Conocistes a un amigo suyo? - dijo incredula.
- Mas bien a dos. - hice una mueca al recordar como habia conocido a Ryan. - Les e invitado al recital de la semana que viene, asique podras conocerlos.
- Mierda, Sav! - dijo horrorizada.
Rei por su reaccion.
- ¿Cuando nos volvimos tan mal habladas Nai? - parecia tan lejano cuando ni si quiera decir mierda se pasaba por mi mente.
Nai hizo una mueca y me sonrio.
-Desde que te enamorastes del demonio. - dijo con un tono sincero.
Esta vez fui yo la que hizo una mueca.
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Bulletproof
RomanceMi nombre es Savannah Collins, tengo 17 años y voy al St. Jude, una escuela privada solo para mujeres. Mis padres pertenecen a la alta sociedad de Boston. Y yo como su hija, e sido educada desde que tengo uso de razon para ello. Mi vida consiste en...