Hunter POVGire el volante con brusquedad y esquive el pequeño coche que circulaba por la autopista.
De nuevo la gente me pitaba pero no podia importarme menos.
Desde que ese idiota mencionó el apellido de los Rolley, un mal sentimiento se generó en mi interior. Estaba inquieto, mi instinto me decia que algo estaba mal.Acelere todo lo que el audi R8 me permitía, llegando a ver el resto de coches como borrones.
Pronto comence a escuchar las sirenas tras de mi.
Genial.
Solo me faltaba ahora la maldita policia. No tenia nada mejor que hacer.
Reduje la velocidad solo lo necesario para poder maniobrar sin matarme y no pasarme de salida.
Di un virón rapido y coji la salida en el último instante, provocando que los coches patrulla no pudieran girar a tiempo.
Sonrei cuando escuche el estruendo que provocó uno de los vehiculos al volcar.
- Que os jodan mamones. - dije sonriendo.
Volvi la atencion a la carretera y reduje velocidad hasta tratar de pasar desapercibido entre el tráfico.
Conduje con cuidado de no perderme. Sinceramente era lo último que me hacia falta ahora.
Aun estaba en la avenida principal pero sentia que llevaba una eternidad ahí.
¿Sabéis cuando teneis prisa que parece que todo se relentiza aun más?
Bufe cabreado. No tenia tiempo para estos jueguecitos.
Pité y pise el acelerador con el freno pisdo tambien. Aquello hizo rugir el motor del audi, y asustó a la mayoria de los conductores que se apartaron.
Feliz, porque al fin algo bueno, solte el freno y sali disparado avenida arriba.
Destino la casa de mi princesa.
A mitad del trayecto, de nuevo pude ver las sirenas detras de mí.
Estos malditos policias de mierda, habian elegido un muy mal dia para venir a joderme.
Aceleré y volví a girar por una pequeña calle secundaria, y vi la entrada a los garajes.
Sonrei. La vida me estaba ayudando.
Con un rápido volantazo, derrape lo suficiente para que el coche entrara en el tunel, y gracias a la baja altura del audi, pase por debajo de la barrera de seguridad.
Con una sonrisa de autosuficiencia, segui conduciendo por las plantas subterraneas.
Cinco mintuos.
Era el tiempo que me habia echo falta para salir del aparcamiento y ponerme en camino al vecindario de Sav.
Aminoré la marcha entre las calles de la colina, tratando de recordar donde deje el coche escondido la última vez.
El corazón se me quedo en un puño cuando pase por delante de la casa de sav, habia dos coches patrulla.
Eso no me gustaba nada.
Rebusque entre las cocsas de la guantera hasta que di con el teléfono que Sav me prestaba mientras ella tenia el mio.
Desbloque el patron y le di a llamar al último número.
Piii...
Vamos princesa contesta.
Piiiiiiii....
Nena por favor coje el teléfono.
Lo sentimos. El teléfono al que llama a sido dado de baja.
Sentí como el teléfono se escurria de mi mano.
Golpee el cierre del cinturón, y antes de que este se hubiera recogido, abrí la puerta del coche y corri hacia la casa de sav.
Esto tenia que ser un error.
Pase entre los coches de policía, y empuje la puerta sin mucho esfuerzo. Mientras subia los escalones de entrada, sentía como el corazón amenazaba con salirse de mi pecho.
Era un error, esto tenia que ser un error.
Ella esta bien maldita sea.
Para mi suerte, la puerta de entrada a la casa estaba abierta de par en par.
Y pensamiemtos peores que un accidente de coche pasaron por mi mente.
Me lleve la mano a la parte trasera de la chaqueta, donde solía llevar el arma, pero que esta vez no habia cojido por las prisas.
De todas formas no me preocupaba demasiado ya que habia dos coches patrulla en la puerta. Eso significaba que al menos cuatro agentes de policía estaban ahí.
Quien iba a decir que me alegraría de que la policia estuviera ahí.
Camine casi con miedo a lo largo del enorme recibidor y me guie hasta la cocina, de dlnde provenian unos murmullos.
Esquive con cuidao los jarrones rotos y otros objetos que había tirados por el suelo.
Lo mas seguro es que hubieran entrado a robar, y se hubieran llevado el teléfono de sav y por eso lo dio de baja.
Sí, tenia que ser eso.
Con algo mas de aire en los pulmones y más tranquilo, continue hasta la cocina.
Nada mas llegar me encontre de frente con los uniformes de la policia, una mujer algo mayor llorando y siendo abrazada por un hombre alto y fornido que tenia la mano izquierda vendada con un trapo de cocina y algo sucio de sangre.
En el momento en el que cruce el umbral de la puerta de cocina, todas las miradas se dirigieron a mi persona, lo cual fue realmente molesto.
- ¿Quien eres? - preguntó la mujer apenas audible.
- Me llamo hunter. - trague saliva, tratando de desacer el nudo en mi garganta. - Busco a Savannah.
Aquellas palabras. Aquello me lo confirmó.
La mujer rompió a llorar de nuevo, y el hombre la abrazo en silencio mientras contraia su rostro en una expresion de dolor.-¿Quien eres? No me suenas de nada hijo. - hablo el que supongo que era el padre de sav.
Abrí la boca, intentando encontrar las palabras adecuadas, pero yo solo podia pensar en que necesitaba saber que habia pasado con sav.
-¿Donde esta ella? ¿Esta bien? - mi voz se quebró por primera vez desde que tenia uso de razón.
El hombre parecio comprender algo, porque me miro con comprension y sobretodo muchisima lastima.
- Ella tuvo un accidente en la mañana. - la mujer lloro con mas fuerza. - No sobrevivio. - El hombre parecio estar apunto de derrumbarse de nuevo pero se limito a aferrarse a su esposa. -Lo siento hijo.
Asenti aturdido y sin poder creermelo, gire sobre mis talones y camine de forma mecanica hasta el coche.
Ni si quiera me importo pisar las cosas ya rotas del suelo, l que hubiese dejado la puerta abierta y las llaves del coche puestas con el motor encendido.
Nada me importaba ya.
Senti como todo se iba apagabando a mi alrededor.
Ese pequeño mundo que ella me habia permitido ver, aunque hubiera sido un poco, ahora era completamente innalcanzable.Cualquier rastro de emocion en mi interior, habia muerto con ella en aquel coche.
Savannah, mi niña, estaba muerta.
Y yo tambien, yo habia muerto con ella.
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Bulletproof
RomanceMi nombre es Savannah Collins, tengo 17 años y voy al St. Jude, una escuela privada solo para mujeres. Mis padres pertenecen a la alta sociedad de Boston. Y yo como su hija, e sido educada desde que tengo uso de razon para ello. Mi vida consiste en...