Tierra Media: One Shots

Promesas III

Dedicado a idaniablinkriggs

Final Legolas.

-¿Dónde está?- gruñó Kili viendo pasar al príncipe elfo.

-¿A quién te refieres, enano?- lo miró con desprecio.

-Idania, ¿dónde está?- sus puños se cernieron con fuerza sobre los barrotes.

-En mis aposentos- dijo con una mueca de superioridad, haciendo que cayeran en la confusión el resto de enanos.

-¿A qué te refieres con eso, elfo?- apretó los dientes el joven enano.

-La historia de Idania y mía se remonta a hace mucho tiempo, antes de que se uniera a vuestra misión e incluso antes de que os conociera- los enanos lo escuchaban atentamente- era una de mis mejores guerreros, la mejor sin duda, salvó más de una vida, me salvó en varias ocasiones y protegió al reino con honor... Un día ella y yo nos... enamoramos- se encogió de hombros mientras que a Kili ardía en rabia- Estuvimos juntos tanto tiempo, vivimos juntos tantas cosas... Aún recuerdo nuestros días y nuestras noches, nuestras discusiones y reconciliaciones- una sonrisa salió de entre sus labios- pero simplemente se marchó, recuerdo haberle hecho tantas promesas que no llegué a cumplir ninguna y me he estado odiando por ello cada día de mi existencia, me odiaba por no poder hacerla feliz, por haberle mentido diciéndole que haría tanto por ella...

-¿Y sigues enamorado de ella, elfo? Qué patético- rugió Dwalin- Ella es una de nosotros, jamás nos abandonaría.

-Pero ya lo ha hecho- sonrió de lado Legolas.

-No, no lo he hecho- apareció.

Todos los enanos y el elfo quedaron petrificados al verla, su cabello castaño estaba trenzado en la parte superior de su cabeza formando una cascada de trenzas, vestía con un vestido verde y marrón, estaba ligeramente maquillada. Se veía extraña pues llevaba mucho sin vestir así, pero no podía negar lo hermosa que se veía nuevamente vestido de aquella forma.

-Idania...- Kili la llamó.

-Legolas, quiero hablar con ellos, por favor- el nombrado frunció el ceño.

-Adelante, habla.

-A solas, por favor...- rogó y Legolas asintió. Se acercó a ella y besó su frente, después miró a los enanos encerrados aún en sus celdas.

-No me fío de ellos.

-Lo sé, pero hazlo por mí.

Él asintió nuevamente y se alejó de las mazmorras mientras la chica respiraba nerviosa. ¿Qué les diría? ¿La seguirían aceptando?

-Así que ahora estás con ellos- el dolor era notable en la voz de Fili, quién no podía mirarla.

-Hay cosas que no sabéis de mí...- Thorin la interrumpió.

-¿Cosas? Acabamos de oír que tú y el príncipe tuvisteis un romance, nos dice que estabas en su habitación y ahora te vemos así vestida... Nos has traicionado, Idania- el dolor era claro en su voz.

-Puedo demostraros que no os he traicionado, pero confiad en mí una última vez...

-¿Cómo confiar en alguien que está con un elfo?- exclamó Dwalin.

-Porque ella me ha estado ayudando a mí.

De la nada, apareció Bilbo con una pequeña sonrisa.

-Bilbo, estás vivo- Balin se alegró muchísimo de verlo, todos se alegraban.

-Idania me ayudó a entrar y me consiguió las llaves para soltaros, ella sólo tenía que distraer al príncipe elfo para que yo pudiera venir y sacaros, pero la cosa se complicó un poco y bueno, aquí estamos.