Prohibiciones

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-Eres increíble- se acercó rodeando sus hombros con sus brazos.

La noche había sido perfecta, Fili preparó una hermosa cena en vuestra habitación, unas pocas velas adornaban el lugar y la luz de la luna llena entraba por el enorme balcón. 

La joven Nilessen se sorprendió al ver a Kili y a Ori repartiendo la comida con aquel exquisito olor. Nilessen agradecía que Bombur supiera cocinar tan bien. 

Después de terminar de comer, recogieron rápidamente y los dejaron a solas, no sin antes Kili lanzarle un guiño a su hermano.

-Tú te lo mereces- sonrieron unos momentos antes de unir sus labios con fuerza, necesitándolos. La lengua de Fili entró sin permiso y enseguida la joven luchó en la misma batalla de todos los días que ninguno era capaz de perder. Las mariposas comenzaron a volar por el estómago de la chica y por el pecho, volviéndola cada vez más nerviosa, nunca habían compartido un beso de aquella intensidad.

-Me encanta estar contigo- dijo.

-Me alegra oír eso- él le sonrió.

-¿Desayunaremos aquí?

-Así es, mi hermosa dama, les pedí que nos lo trajeran aquí...- Fili besó la mejilla de la chica.

-Perfecto, así puedo tenerte hasta la hora de comer.

-Siempre me tienes- rió el rubio.

-Pasamos muy poco tiempo juntos, mientras tú ayudas a tu tío, yo ayudo a Balin y Bombur. Nos vemos a la hora de cenar y después caemos rendidos en la cama, y así día tras día tras día...- Fili suspiró apenado, él quería pasar todo el tiempo del mundo con ella, pero ambos estaban ocupados todo el día.

-No te preocupes, pronto seré todo tuyo- sus manos se posaron en la cintura de la chica, pegándola a él.

-Más te vale- lo besó de nuevo, mientras sus lenguas volvían a jugar. Fili comenzó a andar hasta que ambos cayeron en la cama- ¿Ya vamos a dormir?

-¿Es que quieres hacer otra cosa?- Nilessen sonrió con picardía.

-Tal vez sí- le dio la vuelta posicionándose sobre él- quiero hacer otra cosa- volvió a unir sus labios con los del rubio.

Fili levantó la cabeza cuando finalizó el beso, la  miró con cariño y con seguridad, mientras ella estaba nerviosa. En el fondo tenía miedo y el rubio se dio cuenta de ello, besó su nariz calmándola.

-No tienes que hacer esto- volvió a besar su nariz sacando una sonrisa Nilessen.

-Lo sé, pero ahora es el momento perfecto.

-Esto no se trata de momentos, sino de la persona con la que estás y lo que sientes por ella.

-Por eso es perfecto- ambos sonrieron y se dieron un pequeño beso en los labios.

-¿Estás segura?

-Completamente- le sonrió mostrando esta vez más confianza. Fili cambió la posición, quedando él encima.

-Si quieres que pare, lo haré. ¿De acuerdo?

-Está bien- arrastró su mano hasta la nuca de Fili y tiró de él hacia abajo para unir sus labios nuevamente. Nilessen gimió cuando Fili atrapó su labio inferior con los dientes.

Cuando se alejaron para tomar aire, la joven aprovechó para rozar sus labios con los del rubio. Fili cerró los ojos, esperando otro beso, pero los abrió cuando sintió que le devolvía el mordisco. Ambos estaban tan ansiosos que no sabían como empezar.

Nilessen sentía los nervios burbujear dentro, no quería estar nerviosa, sino tranquila y relajada para Fili. Le dio la vuelta quedando encima de él. Fili alzó las cejas sorprendido haciendo que la chica sonriera.

Tierra Media: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora