Tierra Media: One Shots

Porque eres mía

Pedido por victoriavasquezdelv5

Espero que te guste!! <3 <3 😘

Fue una especie de mini-celebración: escapar de los túneles trasgos relativamente ilesos, Thorin sobreviviendo a la pelea con Azog, las águilas vinieron y los llevaron a todos a un lugar seguro, escapar de Mirkwood... Había algo ligero y dulce en el aire. Bilbo podría llamarlo magia; ella decidió llamarle felicidad.

La felicidad... rápidamente se convirtió en timidez cuando se acercó a Dwalin.

Su cara no necesitaba ninguna llama exterior para empezar a arder. Estaba dividida entre sentirse súper tímida y un poco desconcertada con él. Tal vez fue porque últimamente le respondía con nada más que ruidos guturales.

Por supuesto, no le había dicho mucho desde el principio, objetando su presencia en silencio cuando estaba en público, pero en voz alta cuando él y Thorin tenían sus pequeñas charlas. Siempre lo escuchaba diciendo demasiado arriesgado.

Fue una pena que no le agradara, porque pensaba que era increíble. Con Dwalin, siempre sabía dónde estaba parado, a diferencia de Thorin, que pasó de estar irritable un minuto, a ser medio agradable al siguiente, a estar demasiado enojado por algo completamente estúpido.

Vio su figura ponerse de pie y empezar a escabullirse.

-¿Dwalin?- lo llamó, inclinándose alrededor de la pequeña multitud para llamar su atención.

No se dio la vuelta.

Levantó la mano y la agitó, indicándole que se iba mientras gruñía.

-Ahí va, gruñendo de nuevo- Bofur volvió a sentarse y suspiró, cruzó las piernas y terminó lo último de su comida.

-Me pregunto por qué- dijo Thorin con un desbordamiento de sarcasmo. Cogió su pipa y empezó a llenarla de tabaco de su bolsa.

Balin, sentado a tu lado, se rió entre dientes. 

-Sí, está bastante enamorado.

La joven se volvió hacia Balin, sorprendida. Dwalin, ¿enamorado? ¿Cuándo sucedió eso? Y.... Dwalin ? ¿Enamorado? ¿Era posible que ese enano duro como las uñas tuviera sentimientos tiernos por alguien?

-¿Quién, Balin?- preguntó, sintiendo una estúpida y sorpresa punzada de celos recalentando tu rostro- ¿Alguien que conozcamos?

De repente, la compañía estalló en carcajadas, como si acabara de pronunciar el remate más divertido e inesperado de la historia de los chistes.

-Bueno, eso espero- dijo Balin.

Miró a tu alrededor a cada rostro sucio, áspero y entrañable.

-¿Uh, Thorin?

El rey bajó su pipa lentamente y la miró con ojos apagados durante varios segundos mientras todos los demás continuaban rodando sobre sus espaldas y riendo.

Aquella noche, después de cenar y tumbarse para dormir comenzó a recordar todo lo vivido con la compañía.

Le había costado mucho demostrar que podía luchar y que no le hacía falta nadie para pelear, pero por fin había demostrado que era digna de formar parte de la búsqueda para recuperar Erebor, ahora nadie la trataba como si fuera una mujer frágil y por eso, estaba agradecida. Se ponía de los nervios ver que todo el mundo intentaba protegerla cuando era más que capaz de cuidar de sí misma. Sin embargo, había un enano que se negaba a creer que era una buena para la compañía. De hecho, Dwalin la había odiado desde el momento en que le puso los ojos encima, alegando que Bilbo ya era bastante malo, pero ¿una mujer? Medio enana medio humana, además. Según él, eso significaba que no podía protegerse. 

*****

-¿Que no puedo pelear?- murmuró furiosa mientras luchaba al lado de Balin, quien miró divertido a la chica. 

-No vas a salir a luchar, no te lo permitiré.

-¿Quién te crees que eres para decirme lo que puedo hacer? No necesito tu permiso, Dwalin.

-Me da igual lo que digas, he dicho que no.

-Creo que en todo este tiempo que hemos estado juntos he demostrado de lo que soy capaz, me he ganado un lugar en esta compañía. Sabéis que puedo pelear bien, incluso mejor que algunos de vosotros.

-No- Vicky miró mal al enano- He hablado.

-No puedes prohibirme batallar, Dwalin.

-No me pongas a prueba, Vicky

Fue la rabia que corría por sus venas al pensar en la forma en que la había tratado lo que le hizo matar orcos a diestro y siniestro. La batalla de los cinco ejércitos fue mucho más grande de lo que podía imaginar, pero el hecho de no haber estado nunca en una batalla tan grande, sólo le hizo estar más decidida a probarse a sí misma de una vez por todas.

En aquel momento, mientras mataba, su único pensamiento era Dwalin y todo lo que había vivido con él, era terco, pero poco a poco lo fue ablandando, aunque él lo negara.

Un orco muerto aquí y un orco muerto allá... estaba aguantando muy bien. Vio a Dwalin adelante, matando todo lo que intentaba matarlo. Estaba luchando contra tres orcos cuando uno se acercaba sigilosamente por detrás de él, listo para atacar. Abriendo los ojos, corrió tan rápido como sus piernas le permitieron, con la espada en alto mientras se agachaba y se abría paso hacia el orco. Golpeando al orco antes de que pudiera matar a Dwalin, lo apuñaló repetidamente mientras caía al suelo, hasta que dejó de moverse por completo.

-¿Aún crees que no puedo protegerme?- no pudo evitar decirle a Dwalin, que se había girado justo a tiempo para ver cómo lo salvaba.

Dwalin refunfuñó algo en voz baja, demasiado bajo para que pudiera oírlo, así que Vicky se limitó a poner los ojos en blanco y volver a prestar atención a la batalla. La terquedad de los enanos, pensó, apretando los dientes, realmente le ponía de los nervios a veces.

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Dwalin se acercó a la joven en cuanto ganó la batalla. Ella también se había acercado a él, queriendo saber si la compañía había sobrevivido, ya que aún no había visto a los demás, pero justo cuando ibas a hablar, se te adelantó. Quería decirle lo increíble que había estado en la batalla, lo espectacular que se había visto, lo realmente hermosa que estaba cubierta tierra, sudor, sangre y completamente despeinada, quería decirle lo sexy que había estado peleando... Quería decirle sobre sus sentimientos, pero en lugar de ello... Dejó fluir al Dwalin que actúa sin pensar.

-¿Qué demonios te pasa?- gritó, con una expresión de enfado evidente. No le dio la oportunidad de responder porque volvió a gritar antes de que pudiera hacerlo- ¿En qué demonios estabas pensando ahí fuera?

-¡Estaba salvando tu vida, tonto ignorante!- no pudo evitar alzar la voz, confundida por el hecho de que no le estuviera agradecido y molesto por no haberse molestado en dar las gracias. Al fin y al cabo, no era que tuviera que matar a ese orco- ¡Qué demonios te pasa, es la mejor pregunta! Te salvé la vida, podría haber dejado que ese orco te matara pero no lo hice. Al menos podrías dar las gracias, ¿sabes?

Dwalin miró con dureza.

-¡Puedo protegerme a mí mismo! Ciertamente no necesito que una mujer me ayude.

Sorprendida, lo miró boquiabierta. 

-¿De eso se trata? No es el hecho de que te haya salvado la vida sino ¿Porque soy una mujer?- el silencio de Dwalin lo decía todo. Se burló- ¡Ignorante imbécil! ¿Qué demonios? El hecho de ser mujer no significa que no pueda protegerme a mí misma y a los que me importan. He demostrado que puedo luchar tan bien como cualquier hombre- lo miró con todo el odio y la rabia que pudo reunir, y no dijo nada más. En su lugar, se dio la vuelta alejándose furiosamente en busca de las personas con las que realmente podía soportar estar más de cinco minutos.