Jaemin esperaba impaciente.
Había entrado al baño y se había terminado de preparar hacía minutos, pero Hendery aún no llegaba, así que estaban él, su soledad, y su erección.
Suspiró resignado.
Estaba a punto de dejar la habitación cuando alguien abrió la puerta del otro lado, haciéndolo retroceder unos pasos.
El recién llegado levantó la mirada y sonrió amable a él, haciendo a Jaemin sonreír de vuelta.
– Lo siento, sólo buscaba un lugar para descansar –
– Está bien – negó – ya me iba –
– No, me iré yo – rió torpemente – buscaré otra habitación –
– De verdad, quédate – insistió – no te preocupes por mí. Yo ya me iba –
– Espera – lo detuvo, tomándolo suavemente de la mano – quédate, ¿sí? Estoy un poco harto de toda la gente allá y tu olor es muy agradable. Podría relajarme un rato –
Jaemin frunció el ceño.
– ¿Olor? – negó – ¿tengo un olor? –
– Hueles muy, muy ligeramente a lirios –
El otro levantó su antebrazo, extrañado, y olfateó superficialmente.
– No lo sabía – se encogió de hombros – pero no es mala idea. Últimamente me marean todos, y tú hueles como a bosque – sonrió – me gusta el bosque –
– Genial – cerró la puerta – por favor – dijo señalando la cama.
Jaemin caminó relajado y se dejó caer acostado.
Observó al otro chico indiscretamente.
Casi su estatura, hombros anchos, cabello rizado, piel nívea, ojos de ciervo, labios lindos y un excelente trasero.
– ¿Te gusto? – preguntó el otro de broma.
– Sí – admitió – eres un alfa, ¿no? –
– Lo soy – asintió caminando hacia él, sentándose del otro lado de la cama.
Jaemin suspiró.
En ese momento quería estar con Hendery más que otra cosa, pero el idiota no llegaba y él se sentía dolorido y extrañamente cómodo con la presencia del otro chico.
No sólo eso. Se estaba calentando mucho.
– ¿Cuál es tu nombre? –
El mayor sonrió confiado, haciendo sus bonitos ojos brillar.
– Mark –
– Jaemin – mordió sus labios – así que, Mark... ¿tienes un condón? –
El otro abrió la boca ligeramente.
– Uhm... sí –
– ¿Estás soltero? –
– Sí – respondió un poco más inestable.
– Y... – se arrastró sobre él, quedando sentado en sus muslos – ¿te sientes tan caliente como yo? –
Mark apenas pudo asentir antes de rodarse sobre el menor para atraerlo en un caliente beso.
– No es seguro – gruñó, mordiendo su labio inferior.
– Dijiste que traes protección – murmuró mientras trabajaba en los botones de la camisa del contrario.
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What it wants
FanfictionJaemin no quería que le pasara lo que le sucedió. No quería terminar así. No era alfa, omega, o beta. ¿Cuál era la probabilidad de todo eso? - No era probable, Jaemin. Era el destino - sonrió - estabas destinado a estar conmigo - Omegaverse / mpreg