Capítulo 5: El libro.

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El día fue exactamente igual al anterior, Rosel hizo exactamente lo mismo y a la hora del almuerzo simplemente desapareció.

- Oye Abril, hemos visto que haz estado viniendo a la escuela con Rosel.

Preguntó Alina, a estas alturas me daba cuenta que era muy chismosa. ¡Umg! Sospeshoto.

- Sí, porque es mi vecino.

- ¿Y qué tal? ¿Ya te lo diste?

Preguntó Lila, la mejor amiga de Alina.

- No, ¿En serio creen que me lo doy sólo por qué vengo a la escuela con él? Creo que ven demasiado Nopor.
¡Además ese chico no habla! ¿Cómo lo convencería para hacer algo como eso?

Todas rieron.

- Sí logras obtener su número es señal que le interesas y que te quiere para eso.

Dijo Alina.

- O eso dicen todas las chicas con las que se ha acostado.

Dijo Lila.

- ¡Oh sí! También he oído que cuando no está en clases o es la hora de descanso aprovecha para ya saben, ir con la Psicóloga.

Dijo Áurea, otra chica del salón bastante chismosa también.

Recordé lo que el chico de la biblioteca ¿Leo? Me había dicho, ¿Estaría con alguna chica ahora mismo? Miré mi comida, realmente no me apetecía comer y mucho menos tener este tipo de pláticas, no conocía bien a las chicas y tampoco conocía bien a Rosel, no sabía a quién creerle.

Después de terminar de comer me fuí a la biblioteca, aún quedaba mucho tiempo de descanso.

- Buenos días.

Dije al abrir la puerta pero para mí sorpresa ahí estaba Rosel en una de las mesas, sentado rectamente y leyendo un libro de psicología.

- Te dije que era uno de mis más ávidos lectores.

Dijo la bibliotecaria. Ví su identificación, se llamaba Catalina.

- ¿Cuánto tiempo tiene aquí?

Pregunté en voz baja, sabía que Rosel no podía oír del oído que precisamente era la parte que veía de él.

- Un poco antes de que se terminara la última clase, cuando no está en clases está aquí.

Me llegó un mensaje por teléfono. Así que lo abrí.

Rosel: puedo oírte.

¡Ay! Creí que era sordo de un oído.

Abril: ¿Cómo lo haces? Me dijiste que no podías oír de un oído.

Rosel: El Asperguer hace que todos mis sentidos estén sobreexpresados. De un oído escucho muy poco y del otro escucho muy bien, incluso sin uno de mis oídos bien, oigo mejor que una persona normal con dos oídos sanos.

Eso explicaba porque le lastimaba tanto mi música a todo volumen.

- ¿Por qué no te pasas jovencita? Puedes hablar con Rosel todo lo que quieras, al fin y al cabo sé que no harán ningún ruido

Dijo Catalina sin mala intención pero yo estuve a punto de reír así que lo contuve con todas mis fuerzas, caminé y me senté frente a él.

Abril: ahora todo tiene sentido, ¿Es verdad lo que dijo la bibliotecaria? ¿Cuándo no estás en clase estás aquí?

Rosel: Sí. No tolero el ruido y el olor del salón de clases, Arturo no se baña muy seguido que digamos, Víctor no usa desodorante, Lila está menstruando, y estoy muy seguro que Leo tiene tiene pie de atleta y Alina una infección vaginal. Además la tubería del drenaje pasa justo por arriba del salón de clases y oigo cada vez que alguien tira de la cadena de los baños, en cambio aquí en la biblioteca siempre es tranquilo y sólo huele a libros, aire acondicionado y al perfume Chanel No. 5 de Catalina.

Él es diferente ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora