Capítulo 10: Autodestruyendo.

1.4K 118 29
                                    

- ¡Rosel! Tú estás... Hablando...

Ví claramente como le rodó una lágrima de su mejilla.

- Esto es increíble.

Corrió a abrazarlo y Rosel no se movió ni un centímetro.

- ¡Es increíble que estés hablando! Nunca lo habías hecho ¡No puedo creerlo! Pero ¿Cómo?

Le preguntó mientras lo miraba a los ojos y lo tomaba suavemente de la cara por las mejillas, estaban muy juntos, sus narices casi se tocaban, pero como de costumbre, la mirada de Rosel estaba perdida en otro lado. Sentí que se me revolvió el estómago, no me gustaba verla cerca de él, realmente me molestaba como ella se podía acercar con tanta facilidad a él y ... Yo no.

- A-bril - sentí un escalofrío al oír mi nombre, era la primera vez que decía mi nombre - fue po-por Abril.

La cara de Iris fue una mezcla de entre sorpresa y preocupación, volteó a verme de soslayo, lo cual me sorprendió ya que desde que llegó hizo como si yo no existiera o no estuviera presente.

- ¿Abril? ¿Qué hizo ella para que hablaras?

- Se mo-molestó po-por mi culpa y yo n-no que-quería que ella se fu-fuera.

- Pero... Tú nunca habías hecho eso conmigo a pesar de que me he molestado contigo y te he dejado de hablar durante días ¿Por qué con ella si hablaste?

- Po-por que A-abril me me gusta.

Sentí que la sangre se me bajó a los talones y estoy segura que Iris sintió lo mismo, pues abrió tan grande los ojos que parecía que los globos oculares se iban a salir de sus órbitas. Después rió.

- No, para nada, debes estar confundiendo sentimientos, tú no sabe nada de esto.

Por primera vez pude ver qué Rosel hizo una cara de molestia y se quitó de encima a Iris.

- Me me desagrada mucho que me di-digan eso, ta-tal vez no-no entienda mucho los sentimientos de-de la de-demas perso-personas pero eso no signi-significa que yo no cono-conozca lo que me-me gus-gusta y lo que no.

- ¿Estás diciendo que te gusta Abril?

Preguntó sorprendida y Rosel asintió

- ¿Y qué hay de mí? Yo también te gusto ¿No es así?

Preguntó segura de si misma y Rosel negó rápidamente con la cabeza.

- Me desagradas.

¡Vaya! Rosel ni siquiera tartamudeó para expresar su desagrado, la seguridad de Iris se había ido derrumbado por completo.

- Tu-tu v-voz es de-demasiado agu-aguda, n-no la puedo to-tolerar, tu colo-lor de cabello y o-ojos es tan bri-brillante que la-lastima mis o-ojos, tu ma-ma-maquillaje se se mete en todas la-las grietas de tu pi-piel, se v-ve asque-asqueroso, y tu o-olor cor-corporal es tan du-dulce que me me dan nau-nauseas.

Dijo exactamente lo que me había dicho, Iris estaba apunto de llorar, se veía increíblemente afligida como si le acabarán de dar la noticia de la muerte de un familiar, tal vez Rosel sólo entendía sus propios sentimientos pero él no sabía que le estaba haciendo un terrible daño a Iris... Que la persona que te guste diga esas cosas de ti... Debe se terrible.

- Rosel, tal vez es mejor pares.

Dije en inmediatamente pero Iris me calló.

- ¡No! Déjalo que hable, ¿Qué más Rosel? ¿Qué otra cosa te desagrada de mí?

¿Por qué está chica se estaba autodestruyendo?

- Qu-Que me cu-cuides todo el tiempo, que me-me trates como a un ni-ño o un inu-inutil.

Él es diferente ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora