Él es diferente ®

Capítulo 9: El tercer síndrome.

Después de que Ángel me dijo eso sentí que todo a mi alrededor se desvanecía poco a poco, como si la noche se nublara y fuera más negra de lo que debería ser, ya no escuchaba a Ángel, lo único que podía ver a la lejanía era la sonrisa de Iris, que parecía una brisa de primavera, ella estaba feliz, ignorando que su prometido le estaba siendo infiel conmigo. Yo era la otra.

- Tal vez está comprometido con ella por obligación y está contigo porque en realidad te quiere.

Me dijo Karen cuando le hablé por teléfono para desahogarme.

No importa.

No importaba.

No importaba si estaba enamorado de ella o de mí, el traicionar la confianza de las dos era bastante bajo, y algo que no estaba dispuesta a perdonar, pero si a encarar.

No me sentía bien, sentía como si algo me doliera, pero no era un dolor físico, simplemente algo que lastimaba y dolía más que un golpe, y lo que dolía no era una parte del cuerpo era la idea de pensar que él ... Era diferente, debí haberlo sabido...debí haberlo sabido, todos me lo advirtieron, pero mi fascinación por su apariencia física y su forma diferente de ser me cegaron como insecto que se dirige a una luz y termina quemado por el calor que emite esa lámpara. Rosel era esa luz para mí.

Cuando sonaba mi teléfono y veía que eran mensaje de él sólo quería aventar mi celular por la ventana soltarme a llorar.

"¿Estás bien? No me haz contestado en toda la noche"

Él ¿Creía que yo era tan tonta?

Cada vez que intentaba dormir despertaba sobresaltada, con miedo y ansiedad de lo que fuera a pasar mañana. Miré el reloj, apenas era la 1:30 a.m. él no llegaría hasta dentro de 12 horas, así que decidí salir al parque que estaba cerca de casa, bueno, en realidad no estaba cerca pero caminar hasta ahí tal vez podría relajarme, pero me encontré con algo que no me esperaba, ya no tendría que esperar 12 horas, él estaba ahí, y no estaba solo, lo acompañaba Iris, sentí que no pude mover las piernas y que iba a llorar.

- ¿Qué estás haciendo aquí tan tarde?

Preguntó Iris, y era verdad, no tenía acento ruso, Rosel sacó su celular y al parecer le envió un mensaje a Iris ya que ella vió su celular enseguida.

- ¿Luculia sabe que estás aquí?

Él asintió.

- Me alegro que hayas regresado, te extrañé mucho.

Lo abrazó y lo besó en los labios, ya no podía soportarlo más, se me derramaron algunas lágrimas las cuales limpié enseguida, quería irme a casa a llorar.

- Te veo más al rato amor, pasa bonita noche.

Le dió un último beso en la mejilla, se subió a un auto lujoso y se fue. Tenía que encararlo, era ahora o nunca.

- Rosel.

Me quité la capucha, él volteó enseguida y se le iluminó la cara con una sonrisa, caminó rápido hacia mí y se sorprendió al verme llorar, me limpió una lágrima y con ademanes me preguntó ¿Por qué estaba llorando?

- ¿Y todavía lo preguntas? Rosel ¡Te ví besando a Iris!, ¡Sé que están prometidos!, No te hagas el tonto ¡¿Por qué me hiciste esto?!, ¡¿Por qué le hiciste eso a Iris?!, ¡¿Por qué... Nos mentiste?!

Se veía muy frustrado, tomó su teléfono y comenzó a escribir.

- No te molestes en explicarlo - me limpié una lágrima, saqué mi celular y frente a él lo apagué - no hay excusa para lo que hiciste.