Capítulo H: Linda Abril.

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Desperté cómo todos los días, unos segundos antes de que mi alarma sonara, me levanté y me dirigí a la cocina a hacer el desayuno para Luculia y para mí, pero al parecer Luculia tenía sus propios planes, pues me dejó una nota.

"Fuí a desayunar con la mayma de Abril, me gusta mi tarea de espía. No te apures, de regreso pasaré a comprar los ingredientes que me pediste. La casa ya está limpia, así que sólo preocúpate por ti... y viste algo más que no sea una camisa básica negra".

Reí, siempre le molestaba que vistiera una de mis 18 camisas básicas negras, siento que Luculia es demasiado buena persona, es imposible para mí no quererla cómo una madre, escribió "Preocúpate por ti" y no podía estar más en lo cierto". En mi mente sólo rondaba la idea de que invité a alguien a mi casa y era ni más ni menos que Abril, claro, cómo si pudiera invitar a alguien más.

No podía dejar de pensar en las miles de situaciones que se pudieran presentar, cómo platicaría con ella, si le agradaría la comida, cómo debía de presentarla con Luculia, si sería buena idea dejarla platicar libremente con Luculia, ¿Qué pasaría si no le agrada algo y no logro notar que está incomoda y se quiere retirar? Había tantas cosas que no sabía y que no podía consultar en ningun libro, Y lo que más me frustraba es que entendía que esto era algo prácticamente cotidiano para las personas normales.

Continué dándole miles de vueltas a la situación hasta que llegó Luculia.

- Rosel ya lleg.... ¿Qué pasó? ¿Por qué estás así?

Yo estaba en la esquina del sillón hecho prácticamente bolita, después de unos cortos segundos me reincorporé para tomar un plumón y explicarle lo que pensaba y sentía.

- Ya veo, con que eso es lo que estaba pasando. ¡Ay Rosel! A veces olvido lo problemático que algo tan simple puede llegar a ser para alguien que busca un significado a todo, anticipa todo, piensa en todo y se preocupa de todo.

La verdad no sé si eso era comprensión o una ofensa.

- Verás Rosel, el que hayas invitado a Abril a la casa no debe de cambiar nada, lo único diferente es que vas a convivir con ella pero dentro de tu hogar, y así cómo se han entendido en todas las situaciones escolares y no escolares lo harán del mismo modo aquí en la casa. Todo lo comprenderás conforme la situación se presente, y lo único que debes de hacer es ser tu mismo.

Rosel: "¿Pero que pasa si algo no le agrada?".

- No te apures por esas cosas Rosel, nunca se puede tener todo a la perfección, la perfección no existe y eso es lo divertido de la vida, apreciar lo inesperado y seguir adelante con expectativas a lo desconocido.

Rosel: "Luculia... Sé perfectamente que la vida no es una utopía, mucho menos las personas, pero no entiendo a lo que te refieres".

- A lo que me refiero Rosel, es que sin importar cuánto lo planifiques hay posibilidades de que nada salga como lo planeaste.

Una vez leí un libro que decía "Si te apuras con antelación sólo pasarán dos cosas, que te apures en vano o te apures dos veces, cualquiera de las dos es mala, así que sólo vive el momento, podrás resolver cualquier problema conforme se presente, confía en ti". Supongo que Luculia quería decir lo mismo ¿No?

Rosel: "..."

Sí, literal escribí los tres puntos en la pizarra.

- Si me entendiste, ¿Verdad?

Rosel: "Sí, sólo lo estoy pensando".

- Ya, mejor síguelo pensando mientras preparas la cena, o no alcanzarás a estar a tiempo para cuándo ella llegue. Sé que cualquier cosa que prepares le va a encantar.

Él es diferente ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora