CINCO

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Disclaimer: la obra es completamente de mi autoría, tomando elementos de Avengers endgame y la serie falcon y el soldado del invierno. Prohibida su copia u adaptaciones.

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El otoño parecía haberse apresurado una semana en aquel septiembre; el más sombrío de todos. Natasha sabía que la esperanza de la gente porque el capitán despierte se apagaba cada vez más, eso podía tolerarlo, pero esperaba que al menos entre sus amigos esa posibilidad se mantenga vigente y más fuerte que nunca porque ella no estaba dispuesta a dejarlo ir. Durante los siguientes cinco meses, Sam se había hecho cargo del escudo que le había dejado Steve; apenas lo había probado en su brazo y ella sabía que aún no se sentía seguro o con el coraje suficiente para emplearlo como se debía. Sin embargo, hacía lo que Wilson no; creía en él. Desde el principio Steve le había demostrado que podía confiar y nunca le dio la impresión de pensar lo contrario. Pero ahora, Sam no estaba allí para compartir sus preocupaciones y Bucky también se había ido... Estaba sola otra vez, pensó que ellos tenían sus propias batallas con las cuales lidiar. Lo entendía, no es como si hubiesen perdido el contacto, solo las visitas frecuentes. 

Ella se dedicaba únicamente a Steve, quien aún reposaba sobre la cama de hospital apenas respirando. De vez en cuando el temor porque no despertara la hacía temblar y ella, a diferencia de él, nunca antes había creído en Dios tan fielmente como para que ahora sintiera que escuchaba sus plegarias; pero si cabía la mínima posibilidad de que ignorara el ayer y se concentrara en la sinceridad de su corazón en ese momento, se lo agradecería. Acarició el cabello del soldado el cual había terminado de recortar; estaba un poco más largo, al igual que su barba, pero esa la dejaría. Sonrió al notar su mejorada apariencia, acariciando su mandíbula con suavidad. Ahí, a pesar de todo, nada de lo que hiciera podría calmar la angustia que sentía por dentro; la haría estallar en cualquier segundo. Aun ofuscada se adentró en el baño y desechó los residuos en el tacho junto a la puerta; sacudiendo los pocos cabellos rubios que habían quedado en las palmas húmedas de sus manos. Se aproximó al lavabo y cansada se apoyó en él, observando su rostro exhausto en el espejo. Su propio cabello había crecido demasiado, las puntas descoloridas apenas visibles y escondidas entre el rojo vibrante ya no eran necesarias; solo la hacían ver aún más desaliñada de lo que estaba debido al agotamiento mental constante. 

Buscó alguna opción rápida en el botiquín, hallando un par de tijeras. Eso le bastó.  Sin pensarlo dos veces lo cortó hasta que quedara tan solo un poco más abajo de sus hombros, al menos eso la hacía sentir que algo en ella había cambiado desde que llegó. Al igual que hace un momento, se deshizo de los restos  Los restos y luego lo contempló por un momento. Era como dejar el pasado en el pasado, el rubio había pertenecido al lado oscuro también; aunque rescataba las partes buenas como el tiempo al lado de Steve en viejos moteles y países antes poco explorados; pero sobre todo, juntos. Esbozó una sonrisa nostálgica como si de pronto ese recuerdo no fuera a revivir jamás. 

Salió para tomar algo de aire antes de que comenzara a sentirse peor y al alzar la mirada encontró a Bruce. Su rostro no parecía tan amistoso, al contrario, era como si algo lo aquejara. Parecía inquieto y eso la ponía nerviosa. Sus ojos oscuros la escaneaban con preocupación y parecía querer decirle algo con mucho temor de su reacción; conocía la manera en que su ceño se fruncía de un modo casi imperceptible.

— Hola, Nat.

— ¿Sucede algo?— preguntó yendo al grano, no le gustaba andar con rodeos, menos si eso implicaba la salud de Steve. Lo vió tragar grueso y supo que eso no era una buena señal, su pulso comenzó a acelerarse a medida que su ansia la hacía golpetear el pie sobre el suelo.

— Sí y es... Complicado de decir.

— Es Steve— afirmó ella—¿Pasa algo con el tratamiento? Yo lo estuve vigilando y está igual, puede que no haya reaccionado pero tampoco tuvo complicaciones, no...

𝙍𝙀𝙏𝙐𝙍𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora