TRECE

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Disclaimer: la obra es completamente de mi autoría, tomando elementos de Avengers endgame y la serie falcon y el soldado del invierno. Prohibida su copia u adaptaciones.

•••

—Lindo lugar tienes aquí, Cárter...—Natasha dijo, haciendo una mueca con los labios como si le restara importancia.

—Gracias.

—Aunque he visto mejores.

—No esperaba impresionarte en absoluto.—Sharon respondió entre sonrisas sarcásticas y guiñando un ojo.

Natasha repasó el salón sin disimulo luego de cruzar una mirada incómoda con Sharon; nunca antes había sentido la necesidad de alardear en su presencia, le daba completamente igual y estaba segura que Cárter pensaba lo mismo con respecto a ella.

—Creí que te gustaba mantener un perfil bajo.

—No soy nadie.— se encogió de hombros.

—Si hablan de ti, eres alguien.

—No aquí...es como vivir en el exilio, supongo que sabes de eso.

—Aun exiliada estaban desesperados por saber de mí, ¿Asumo que te ha pasado igual?—Natasha giró sobre sus talones, mirando en dirección a Sam.

—No me encuentro al pendiente de lo que sucede afuera, aunque quizá tú lo sabrías si no hubieras estado muerta.

Sharon le devolvió la sonrisa de triunfo de un modo muy sutil, Natasha solo asintió; validando su jugada.

—Pues, ni cuando era fugitiva, ni aun después de resucitar oí de ti. ¿Debería tomarlo como algo malo? No has sido muy relevante, Cárter, de no ser por Sam... ¿Ahora son aliados?

—Natasha...—Sam la reprendió con una mirada severa.

—¿Qué? Me causa curiosidad. No sabía que eran amigos.

—No sabía que Sharon estaría aquí.

Natasha elevó las cejas con complacencia en dirección a Sharon, quien atinó a rodarle los ojos.

—Yo no le pedí que me buscara y para ser honesta, ya me estoy aburriendo de este estúpido jueguito tuyo, Romanoff. ¿Vas a ser seria ahora?

—Por supuesto, siempre lo soy. Por lo tanto, volviendo al inicio, vi algo en las noticias que ha llamado mi atención, ¿Cómo estás involucrado en este circo, Sam?¿Qué ocurrió con Walker? —Natasha le brindó una expresión interrogante al verlo apretar los labios con nerviosismo, como si fuera a pensar en una excusa válida—. Y no esperes a discutirlo después, ya que de no ser por esta misión de correr o morir todos estaríamos de vuelta en Nueva York. Bueno, casi todos.

—¡Gracias!— Sharon replicó, comenzando a irritarse.

—¿Qué? Creí que tenías una cómoda vida aquí en Madripoor.

—Estoy siendo muy paciente para mi gusto, Romanoff. —la apuntó con el índice, a la defensiva.

—¡Basta, Natasha!

—Ya, no es para tanto, Sam, solo estaba jugando...¿Cómo es que sabes de Walker?

—¿Cómo sabes tú de Walker?—preguntó él con reticencia.

— Creo que lo que quisiste decir es, ¿Quién no sabe de Walker? Está por todos lados, Sam. —suspiró cansada—. Creí que de pronto decidiste emprender esta misión suicida por algo relacionado con el tráfico de armas o trata de blancas, quizá el rescate de un rehén; ya sabes, como en los viejos tiempos, pateando traseros...Pero al parecer, lo que sea que tenga que ver con el suero del súper soldado es como el plus diario, no existe una jodida misión en la que alguien intente conseguirlo. ¡Ya teníamos problemas y ahora esto! ¡El gobierno no tardará en tratar de pisarnos los talones otra vez!

𝙍𝙀𝙏𝙐𝙍𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora