Capítulo 4

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Lu

Estuve el siguiente par de días conociendo Los Ángeles junto a Morgan. Debíamos esperar a que mis padres enviaran la autorización para poder empezar a ensayar con la banda. Pronto vendrá mi mamá a ayudarme a mudar a mi hogar definitivo, ya que nos hemos quedado por el momento en un hotel. Una vez firmado el contrato, pasaré a vivir con los chicos a un departamento y honestamente no sé cómo me siento al respecto de vivir con 3 chicos.

-De acuerdo, necesitarás también una taza grande para tu café. Sé que no puedes vivir sin él- dijo Morgan entre risas mientras terminábamos las compras para mi nuevo hogar.

Por suerte, Morgan también se mudará a Los Ángeles, al menos al principio, a un departamento que le proporciona la agencia. Me sentía algo mal que deba dejar su vida por mí, pero ella me aseguró que iba a aprovechar sus últimos años de soltería antes de sentar cabeza, y vivir en Los Ángeles temporalmente no era ningún sacrificio para ella.

A penas íbamos saliendo del mall cargando miles de bolsas cuando Morgan recibió un mensaje. Tuvo que dejar todo en el suelo para poder encontrar su celular.

-¡Genial! Tus padres ya me enviaron la autorización. Le escribiré a Adam para ver si podemos reunirnos hoy en la tarde.- dijo muy emocionada.

Conforme pasan las cosas, todavía me cuesta entender cómo mis padres pudieron mandar a su hija de 16 años a vivir a Los Ángeles prácticamente sola con personas que no conocemos. Pero como dije antes, ellos son los que se ven más beneficiados de mi éxito artístico.

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-Bueno, el plan es entonces dedicar dos meses a la grabación del nuevo disco. Luego de eso, dedicaremos otros tres meses a la preparación para el tour. Será un tour relativamente pequeño, visitando las ciudades más importantes de E.E.U.U. y quizá una o dos ciudades en México, debido a la fama de Lu en el país. Todo esto queda sujeto, claro, al éxito del disco. ¿Alguna pregunta? – finalizó Adam.

Me encontraba completamente abrumada. Morgan me dijo que la banda se encontraba un poco retrasada con el contrato de la disquera y que seguramente las cosas sucederían muy rápido. Pero yo no soy Buzz Lightyear, ¡no puedo ir a la velocidad de la luz como Adam quiere que lo haga!

-¿Las canciones del álbum ya se encuentran listas? – pregunté

-La mayoría, faltan sólo un par- respondió Adam mirando a Jesse. Este sólo rodó los ojos. -Aquí están las canciones, apréndelas para iniciaremos a practicar para las grabaciones. ¿Algo más? – todos negamos con la cabeza – Perfecto, entonces nos vemos el jueves a primera hora en el salón de ensayo.

Y así se dio por terminada mi primera reunión oficial con la banda. A penas habíamos terminado de firmar el contrato Adam quiso iniciar a trabajar. Debo admitir que estaba cansada de simplemente escucharlo.

-Dame cinco, debo hablar con Adam un poco más- me dijo Morgan.

En ese momento me dejó sola con los chicos en la habitación. Me encontré con la oportunidad perfecta de hablar con ellos y conocerlos un poco más. Pero en vez de ser valiente y aventarme a platicar con ellos, olvidé la habilidad de hablar y se formó un nudo del tamaño de una sandía en mi barriga.

En eso, Luke, el chico pelirrojo de ojos amables, se acercó a mí.

-Es abrumador, ¿no? – me comentó.

Agradecí infinitamente su iniciativa a acercarse a mí.

-Sí, -reí – es difícil seguirle el paso.

-Te acostumbrarás -me respondió. Aunque no sonreía mucho, Luke emanaba una enorme confianza. Sentía que podía contarle todos mis secretos. Gracias al Señor, no lo hice.

Entre acordes y sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora