Capítulo 6

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Capítulo 6


Hoy es mi primera mañana en el hogar Maze.

Primer día conviviendo con tres chicos.

Técnicamente ayer de noche cuando me mudé "oficialmente" al departamento no cuenta.

Ya que entré directamente a mi cuarto y no salí.

Bueno, eventualmente tuve que salir al baño, ya que queda fuera del cuarto y lo comparto con Chase. Pero me súper aseguré que nadie estuviera cerca.

Me levanté bien temprano porque tenemos ensayo otra vez y supongo que los chicos ya mismo han de despertarse, así que me escabullí al baño porque necesitaba ducharme.

Llevé todo lo necesario para mi ducha, o al menos eso creí. Dejé un pequeño detalle llamado "ropa" en mi habitación.

Pensé que no sería tan malo, ya que mi puerta queda justo enfrente del baño. Tan solo debía cruzar el pasillo, cerrar la puerta y podía cambiarme en mi habitación.

Si tan solo la vida fuera así de fácil, ¿no?

Escuché atentamente por si oía a los chicos, y me pareció que todo estaba seguro. Así que me armé de valor y abrí la puerta para ir a mi cuarto.


No llegué a mi cuarto.


Jess

"No es mi favorita"

Cuando Lu Miller comentó que "Perfect" no era su canción favorita no hirió mis sentimientos.

Lo único que hizo fue confirmar que ella es sólo una producción comercial de las disqueras.

Muy guapa y con buena voz. Y ya está.

Honestamente, cuando cantó "Sweet Child O'Mine" la primera vez que la vimos pensé que probablemente había esperanza con ella.

Ya no la tengo.

Escuché cuando llegó ayer por la noche, pero en ese momento estaba intentando terminar de escribir una canción para dejar tranquilo a Adam, al menos por unos días. Sé que estoy atrasado con las canciones, pero ¿qué quiere? Tampoco salen por arte de magia.

Me levanté temprano a la mañana siguiente para prepararme para un largo día de ensayo. Y también para ver que el culo perezoso de Chase se levante.

Salí de mi cuarto hacia la cocina para desayunar, pero a mitad del camino fui tacleado por una bola blanca.

Yo estaba bien, pero agarré la bola blanca para no dejarla caer.

Pero la bola blanca no era una bola.

Era Lu Miller.

En toalla.

Dos toallas, blancas, para ser específicos. Una en el cuerpo y otro en el pelo.

La regresé a ver y ya no solo vi blanco, sino que también rojo. ¿Cómo puede alguien con la piel bronceada como ella ponerse tan rojo? ¿Y abrir los ojos tanto como lo está haciendo?

Y debido a mi torpeza social no fue sino después de un rato de analizar su expresión que caí en cuenta que la seguía agarrando y que la chica probablemente estaba incómoda. ¿Quién no estaría avergonzado en su situación? Así que la solté.

-Hola- dijo rápidamente después de otro minuto en silencio, pero aún con esa expresión de ciervo a punto de ser atropellado.

La miré a los ojos y después bajé la mirada a la toalla blanca que agarraba tan fuertemente, para después volverla a mirar a los ojos con una ceja elevada.

Entre acordes y sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora