Capítulo 18

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Lu

La inesperada llegada de Mackenzie me hizo pensar en tres cosas:

Uno, creer que Jesse pueda tener una pareja romántica hace que mi corazón se detenga.

Dos, ¿por qué al pensar que Jesse tenga una pareja romántica haría que mi corazón se detuviera?

Y tercero, sé muy poco de Jesse.

Durante estos cuatro meses he logrado conocer a Jesse de una manera más profunda, a través de nuestras charlas de noche o de las canciones que componemos, donde puedo entender sus sentimientos. Pero ahora me doy cuenta de que realmente no sé muchas cosas sobre él.

Como los chicos han mantenido muy privada su vida personal, no sabía mucho de ellos antes de conocerlos. En este tiempo he aprendido muchas cosas de ellos, pero Jesse... como me dijo Emma la primera vez que la vi, Jesse es difícil de abrirse.

-¿Te botó de tu cuarto? – me dice Jesse mientras se sienta a mi lado en la sala de televisión.

Me rio. Kenzie se quedará unos días y dormirá conmigo en mi cuarto.

-No, pero ya se durmió. No quería hacerle ruido – respondí.

Jesse me miró a los ojos.

-Lamento si te causa alguna molestia. Prometo que serán solo unos días.

-Está bien, Jesse. En serio. Es una chica genial – y realmente lo decía. Luego que haya pasado el shock inicial y pude conversar con ella, Kenzie me había caído muy bien.

-Bueno, gracias. De verdad – contestó.

Podía ver que algo le afligía. Sus ojos se veían tristes y su voz era más suave de lo común. Quería ayudarlo, como él lo había hecho conmigo, pero no sabía qué hacer. No quería arruinar la pequeña conexión que hemos ido construyendo durante este tiempo.

A veces sentía que teníamos una conexión tan fuerte que no había que hablar para entendernos, y otras que sentía que ponía un muro entre nosotros.

-Jesse, mira, sé que no somos los mejores amigos y así, bueno, me gustaría pensar que somos más que simples conocidos y somos amigos-tartamudeé -. No digo que debas confesarme todos los pecados de tu vida, pero -suspiré - lo que quiero decir es...estoy aquí para cualquier cosa.

Jesse tan solo me miró sonriendo ligeramente.

-Nunca has hecho esto, ¿verdad? – preguntó.

-No – me reí – Pero otro de mis muchos talentos es que escucho muy bien, ¿sabías?

-Ah, ¿sí?

-Sí, he ganado premios y todo- bromeé.

Jesse se rio, y sentí que ya había ganado.

Me miró por un momento antes de respirar profundamente.

-¿Recuerdas que me preguntaste cómo había aprendido a tocar guitarra? – me preguntó.

-Sí, dijiste que tu abuelo te había enseñado.

-Así es. Pero él hizo más que solamente enseñarme a tocar guitarra, Lu. Él me enseñó todo.

«Cuando era niño vivíamos todos juntos; mi madre, Kenzie, mis abuelos y yo. Mi...padre nunca fue la mejor persona y mi madre decidió que estaríamos más seguros con mis abuelos. Que ellos nos protegerían. Así que nos mudamos con ellos, y mientras mi madre trabajaba, mis abuelos nos criaron a Kenzie y a mí -siguió-.

Cuando digo que mi abuelo me enseño todo, me refiero a absolutamente todo, Lu. Él me enseñó a atarme las cuerdas de los zapatos, a andar en bicicleta, a cambiar un foco, pero más que nada me enseñó a ser un buen hombre, demostrándome que ese señor que dice llamarse mi padre no lo era.»

Entre acordes y sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora