Jesse
-Lu llega mañana entonces, ¿no? – preguntó Chase.
-Sí, me parece que eso fue lo que dijo Adam – contestó Luke.
Chase, Luke y yo llegamos al departamento hace un par de días. Debemos retomar los ensayos lo antes posible para poder cumplir con las fechas del tour, las cuales atrasamos dos meses debido al accidente, ya que Lu necesitaba un tiempo para recuperarse.
-Ya quiero que llegue. Tengo muchas cosas que contarle – dijo Chase emocionado.
-Ah, ¿sí? A ver, ¿Cómo qué? – preguntó Luke.
-¿Qué te importa? Son entre Lu y yo – respondió. – La verdad es que al final tener un toque femenino en la banda no fue nada malo. Las chicas escuchan y dan buenos consejos.
-Eso verdad. Se podría decir que también la he echado de menos – dijo Luke.
-Sí, pero creo que quien más la ha extrañado es otra persona – continuó Chase.
Debido al silencio que se formó en la sala, levanté la mirada de mi guitarra y noté que ambos tenían sus ojos sobre mí.
-¿Qué? – pregunté molesto.
-No, no. Nada – dijo el culo perezoso entre risas.
Volteé a ver a Luke en busca de respuestas, pero él sólo desvió la mirada y me ignoró.
Me levanté del sillón molesto y me dirigí al pasillo para ir a mi habitación.
No entiendo cuál es el tema que las personas traen conmigo respecto a Lu. Primero mi madre, y ahora Chase y Luke. ¿Cuál es su problema? Quizás sí admita que noté que he extrañado a Lu este tiempo que estuvimos distanciados, pero debe ser porque me he acostumbrado a tenerla cerca.
En el camino a mi habitación pasé por la puerta de Lu. Estaba ligeramente abierta, ya que habían limpiado el departamento mientras no estábamos y dejaron las puertas abiertas.
A penas pasé por su habitación su olor me llegó. Me parece que el olor era vainilla. Lo reconocía porque era similar a esos perfumes que todas mis compañeras llevaban a la escuela en la secundaria. Siempre era olor a vainilla. Pero el de Lu era diferente, no era tan potente como eran los de mis compañeras de la escuela. Su olor era más cálido. Casi como la canela. Me recordaba a los pasteles que horneaba mi abuela los fines de semana. Dulce, embriagador y adictivo.
Sin darme cuenta, de alguna forma había entrado en la habitación de Lu y me encontraba en el medio respirando profundamente su olor.
Ahí es cuando caí en cuenta cuál era el problema del que todos hablaban.
Mierda.
Lu
Era la persona más feliz del mundo por regresar a Los Ángeles. No veía la hora para estar el día entero ensayando para el tour. Mi cuerpo me pedía a gritos cantar y bailar, imaginando cómo serán los conciertos.
Cuando el taxi del aeropuerto se detuvo frente al edificio, nada se movía lo suficientemente rápido como para llegar al departamento. Saludé rápidamente a nuestro usual portero y subí ansiosa el elevador arrastrando la maleta con mi mano ilesa. Cuando finalmente estuve frente a la puerta, mi corazón latía tan fuerte que creí que saldría de mi pecho y mi sonrisa era tan grande que me dolían la cara.
Al entrar al departamento no vi a ninguno de los chicos y mi emoción bajó un poco. No estaba segura si ellos sabían que llegaba ese día y aún menos a qué hora llegaba. Por lo que por un momento creí que no estaban.
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Entre acordes y sueños
RomanceUna banda. Tres chicos, una chica. Música. Amor. Sueños Lo que necesita la banda Maze para alcanzar la fama es a una nueva cantante, pero eso es lo último que los chicos quieren. Lu sólo quiere cantar. Pero cuando conoce a los chicos de la banda Maz...