Entre acordes y sueños

Capítulo 15

Lu

-Yo creo que otra persona debería tocar el piano en Starlight, no yo, para poder moverme con más facilidad – argumenté.

-Estoy de acuerdo – dijo Jesse. – Después faltará movimiento en el escenario.

Preparar un concierto no es nada fácil. Queremos que las personas reciban una experiencia, más que solo vernos tocar.

Como solo somos cuatro y uno se queda en la batería todo el tiempo, organizar los movimientos en el escenario ha sido todo un proceso. De hecho, tenemos un equipo que nos ayudan como coreógrafos para asegurar que haya el mayor movimiento en el escenario en todo momento.

-Así es, no podemos permitir que alguien más tenga un instrumento estático – concordó con nosotros William, uno de los coreógrafos.

En cuanto a los efectos especiales también nos hemos vueltos creativos. A mí se me ocurrió dar pequeñas luces al público y que se enciendan durante Starlight. Así la masa negra que se forma por el público será decorada por pequeñas luces que simularán el cielo estrellado.

-Bueno, ya quedó esa. Pasemos a Ordinary World – dijo William.

La preparación física también es muy importante y nos hacen practicar moviéndonos lo más posible. Sobre todo, a mí y a Jesse, quienes somos los que cantamos, para evitar que nos quedemos sin aliento durante la presentación.

Aunque yo soy ahora la cantante principal de Maze, Jesse es la segunda voz y canta la mayoría de los coros.

Al igual que como pensé la primera vez que tocamos juntos, me parece nuestras voces combinan perfectamente, y crean una melodía hermosa juntos.

Además, ya ha pasado que mientras cantamos, llegamos a hacer contacto visual y mis ojos conectan con los suyos por un momento y es muy difícil dejar de verlo.

-Toma, Lu – Jesse se acercó con la guitarra eléctrica.

Los chicos creen que será mejor si yo también toco en esta canción, pero aún debo practicar.

Creyendo que Jesse solo me dará la guitarra, me sorprende cuando me ayuda a colocármela. La tira se enreda en mi cabello y él lo hace a un lado con su mano para liberarlo. El suave roce de sus dedos contra la piel de mi cuello hace que los vellos se me ericen.

Luego se aleja rápidamente.

Sí, creo que ahora será más difícil no verlo.

Casi al final del ensayo, recibo una llamada.

-¿Hola? – respondo.

-¡Ahh! A que no sabes qué pasó – Emma grita del otro lado de la línea.

-No, no sé. Tú dime – me reí.

-Bueno, escucha. Megan ha intentado que podamos ir a una discoteca super increíble desde hace meses. Se llama Viper Room. No ha logrado entrar nunca, pero esta vez que intentó los mencionó a ustedes, como la banda Maze, ¡y dijeron que sí! ¡Iremos a Viper Room! – gritó tanto que tuve que alejarme el teléfono del oído.

-Eso suena genial, - omití el hecho que Megan ni nos preguntó – Pero, ninguno tiene 21 años-

-No te preocupes. Será un jueves, cuando dejan entrar menores, y nos podrán unos brazaletes para identificarnos y no vendernos alcohol. Ay, Lu, será increíble. Bailaremos toda la noche y la pasaremos genial -

Fue muy difícil no contagiarme con su felicidad.

-De acuerdo, nos vemos el jueves entonces. Exijo que vengas al departamento y nos arreglemos juntas – dije.