Capítulo 5

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Capítulo NO APTO para personas SENSIBLES a las torturas o la sangre (+21). Si eres una de esas personas te recomiendo que te saltes la parte en la que NARRA JESSICA (es una psicópata sin piedad y será escrito MUY EXPLÍCITAMENTE)

Gracias por vuestra atención y si decides saltarte el capítulo, NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO XOXO (besos y abrazos), y si no te lo saltas, DISFRUTA DEL CAPÍTULO;)

Os quiero.


Alex Silvestri

Me despierto por los golpes que recibo de la rubia dormida a mi lado, Jessica está fuera de control.

—Suéltame, suéltame. Mamá—murmura mientras sus brazos se agitan como si se estuviera soltando del agarre de alguien.

—Ey—le dijo en un tono suave para que se tranquilice. 

Jessica sigue forcejeando, agarro sus brazos para pararla ya que me está pegando. Al detenerla se despierta y se sienta en la cama, sus ojos reflejan miedo, se suelta de mi agarre y empieza a hiperventilar a la vez que se abraza a si misma. Le intento dar un abrazo pero ella huye de mí con miedo, su cara está sudada y tiembla como si tuviera frío. 

Está fuera de si. 

No intento acercarme más, salgo de la cama para darle espacio. Cuando veo que está más tranquila y su respiración es normal, me pongo en el borde de la cama. 

—¿Jessica?—me mira—, ¿estás mejor?

Me agarra del brazo y tira de este haciendo que me acerque hacia ella. Vuelvo a subir a la cama y me siento, Jessica, aún sin decir nada, se sienta encima mío y me abraza enterrando su cara en mi cuello. Es la primera vez, aparte de cuando tenemos sexo, que me abraza. Sus manos están entre nuestros pechos, con uno de mis brazos rodeo su cintura y el otro va a su cabeza. 

En esta posición puedo oler el rico aroma que desprende su pelo. Noto su respiración en mi cuello. Tras unos minutos, se separa de mí. 

—Yo...lo...—intenta decir pero no termina.

—No pasa nada—la tranquilizo, ella juega con sus dedos con la mirada en ellos—. Si quieres, y te sientes cómoda—agarro sus manos para que pare—, puedes dormir en mi pecho. 

Jessica me mira, sus ojos están llenos de plena tristeza. Me da una pequeña sonrisa triste. Agarro sus caderas y la vuelvo a poner encima mío, me acuesto y ella hace lo mismo en mi pecho. Acomodo la sabana encima de los dos y le quito el pelo de la cara, levanta su mirada hacia mí. Sus ojos miel dicen ''gracia'', pero esa palabra nunca salió de su boca. 

Se acomoda en mi pecho y poco después se queda dormida.

¿Las pesadillas era la causa por la que no había dormido la noche anterior?

¿Le daba miedo dormir sola por las pesadillas?

¿Su padre lo sabía y por eso me pidió que me quedara con ella?

¿Qué tendrán esas pesadillas para crear miedo a esta pequeña psicópata?

Esos eran mis pensamientos antes de caer en un sueño profundo. 

[...]

Al despertar la veo ahí, en mi pecho. Aún dormida es guapa. Se nota que ha dormido bien, ya que hay saliva en mi pecho. No es asqueroso, de hecho, me parece muy mono. 

La víbora Roja✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora