Malentendido [YoonSeok]

Capítulo 2 ~ Curiosidad.

Actuar como que no había sucedido nada no iba a funcionar. Yoongi se hacía el distraído, pero Namjoon no.

— ¿Desde cuándo le gustas a Hoseok? Casi nunca os he visto hablar — preguntó Namjoon, genuinamente intrigado.

Yoongi se encogió de hombros y continuó poniendo orden en su mesa, preparando la próxima clase. La caja en forma de corazón estaba junto al teclado del ordenador.

— No sé qué mosca le habrá picado ni me interesa saberlo. Además, él no me atrae en absoluto — concluyó y empujó sin cuidado la caja, que cayó directa al cubo de basura.

— Oh, vamos. Hoseok es una persona muy agradable. Deberías darle una oportunidad.

— ¿Tú también piensas que estoy amargado y necesito pareja urgentemente? — preguntó retórico, y aunque Namjoon lo captó, le contestó de todos modos.

— No lo pienso, lo estoy viendo. Venga, no pierdes nada por conocerlo — al ver que no tenía sentido seguir con el tema, desistió. — Al menos recházalo sin ser grosero. Por cuanto lo conozco sé que Hoseok es muy sensible.

— Ya, típico de los apasionados de la literatura — dijo sin interés. — Tranquilo. No soy un ogro, seré amable.

— En fin, me tengo que ir ya. Nos vemos a la hora de almorzar.

Yoongi asintió mientras tecleaba algo en el ordenador, pero su mente estaba muy lejos del documento. Cuando Namjoon hubo salido, respiró hondo y miró de reojo la papelera. No podía evitar sentir curiosidad. ¿Qué motivo podía tener Jung Hoseok para regalarle algo? Apenas habían cruzado palabra desde que se conocieron, aunque para ser honestos, eso no era culpa de Hoseok.
Yoongi era muy selectivo con sus amistades y, aunque Jung se llevaba bien con todo el mundo, él no había entrado en su círculo. Tampoco le debía ningún favor para que le pagara con ese regalo... ¿Entonces qué? ¿Acaso Namjoon tenía razón y por algún extraño motivo Hoseok se había enamorado de él?

— Bueno, veamos al menos de qué se trata.

Rescató el regalo entre los papeles de la basura y rompió la cinta roja que evitaba que la tapa se separara de la caja. Había bombones de chocolate dentro, algunos negros, otros con leche, cada uno era diferente pero todos coincidían en la forma de corazón. Se comió uno, estaban ricos.

Descubrió que había un papel pegado al interior de la tapa y decidió leerlo; aún tenía veinte minutos antes de la próxima clase así que no había motivos para esperar.

"No me atrevía a decirte lo que siento en persona. Me gustas demasiado y no encuentro palabras para describir lo mucho que te admiro. Eres guapo, inteligente, interesante y muy sexy. Me haría tan feliz salir contigo... y besarnos, y abrazarnos, y todo lo demás que hacen las parejas. ¿Me darías una oportunidad? PD: mi cama es de dos plazas, solo te informo."

Yoongi bebió agua, repentinamente alterado por la última línea de la pequeña carta. Era extraño, daba la sensación de que lo hubiera escrito con mucha confianza, como si se conocieran más allá de las dos frases que cruzaban a veces por pura cortesía. ¿En qué momento se había fijado Hoseok tanto en él?
Lo peor era que Yoongi no pudo evitar imaginar los escenarios que planteaba la nota. Jung le parecía lindo, a decir verdad. Pero en el fondo, temía hacerse ilusiones y llevarse un chasco.

Aquella declaración de amor tan repentina le parecía el fruto de un encaprichamiento fugaz, y no un enamoramiento serio.

Aquel día lo vio un par de veces más, pero Hoseok no pareció verle a él. En la primera ocasión estaba en la otra punta del pasillo hablando con una profesora; la segunda, ya se marchaba. Decidió darle una respuesta al día siguiente, pero no se cruzó con él ni una sola vez.

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