Malentendido [YoonSeok]

Capítulo 7 ~ Buenas noches: el sofá y el taxi.

— Cómo es posible que siempre encuentres las películas más aburridas del mundo y me hagas verlas contigo — se quejaba Jimin. A su izquierda en el sofá, Taehyung disfrutaba de la película; a su derecha, Jungkook comía palomitas de maíz.

— No sabes apreciar el buen arte — repuso Tae con indignación. — Esta película es una joya de los años 70.

— Es cierto, tuvo dos nominaciones a los Óscar — añadió Jungkook sin apartar los ojos de la pantalla.

— Eso no cambia que me aburra. Cuando acabe pondremos la que yo quería.

— No, cuando acabe sacaremos el alcohol y jugaremos a algo entretenido.

— Ah, yo es que no suelo beber... — murmuró Jungkook tímidamente, llamando la atención de los otros dos que le miraron sorprendidos.

— ¿Nunca? — exclamó Jimin.

— Bueno, a veces sí pero muy poquito.

— No te preocupes, Kookie — le tranquilizó Taehyung viendo a Jimin con una sonrisa de complicidad. — Solo serán un par de tragos, para animarnos un poco. ¡Es viernes, nos lo merecemos después de una dura semana de trabajo!

— Estoy de acuerdo con Tae. Solo un par de copas.

Un par de horas después, los tres estaban ebrios. Taehyung era el que mejor lo llevaba, pero era el que más sueño tenía. Jimin aún estaba de humor y tenía energía para cantar al son de la canción que sonaba en su teléfono, mientras que Jungkook veía dos Jimins y dos Taehyungs delante de él.

— ¿Jimin, verdad o reto? — preguntó Taehyung con los ojos cerrados.

— ¡Reto!

— Muy bien, te reto a llamar a... ¡a la señora Choi y decirle que la amas!

— La señora Choi ya sabe que la amo, siempre que trae dumplings me da uno.

— Mira — gruñó Taehyung. — No me hables de dumplings...

— Cállate — rechistó cogiendo el teléfono y buscando a la señora Choi en su lista de contactos. Marcó y sonaron tres pitidos antes de que la mujer contestara con voz soñolienta.

— ¡Buenas noches, señora Choi! — saludó Jimin. — ¿Qué? No, no, solo... ¡Escuche, por favor, señora! Quería decirle que... no, no estoy borracho. ¡Pero escúcheme! ¡La amo! ¿Señora Choi?

Más por el acohol que por otra cosa, Jungkook y Taehyung se partían de risa escuchándolo.

— No sufras, amigo — gritó Tae sin soltar la cerveza. — Olvídala, yo sí te amo.

— Yo también lo amo, hyung — soltó Jungkook sin siquiera mirar a Jimin, por lo que su confesión pasó totalmente desapercibida. Ni él mismo se dio cuenta de lo que había dicho. — ¡Salud!

— ¡Salud! Tae, es tu turno. ¿Verdad o reto?

— Hm... reto... — dijo, pero ya apenas lograba mantenerse despierto. Solo unos segundos después se desplomó en el suelo roncando, provocando las risas de sus amigos.

— Pobre, estaba agotado — observó Jimin. — Es tu turno, Jungkookie.

— ¿Pero no vamos a llevarlo a la cama? — se preocupó el castaño.

— No es la primera vez que duerme así. Luego lo llevaremos en un momento, o le ponemos una manta encima y listo.

Jungkook no parecía muy seguro, pero Jimin conocía mejor a Taehyung así que si él lo decía...