Capítulo 4 ~ Nervios y confusión.

4.8K 668 40
                                    

— ¡Jimin! ¡Vuelve aquí!

— ¡Ayuda!

— ¡Yo te mato!

Hoseok perseguía a Jimin entre las mesas de una clase vacía en la que el rubio había intentado esconderse en vano. Su amigo podía dar mucho miedo cuando se enfadaba...

— Hablemos, hyung. Diálogo — insistió. Hoseok se apoyó en la mesa más cercana y asintió.

— Eso es exactamente lo que quiero. ¡¿Por qué no me dijiste que había una carta en la caja?!

— Se me olvidó — respondió a modo de excusa.

— ¿Cómo se te puede olvidar algo así?

— Estaba nervioso ese día, ¿vale? Lo primordial era evitar que llegara a manos de Nam y luego dimos por terminado el asunto.

— A todas luces no estaba terminado — se quejó el castaño.

— Oye, lo siento pero no podría haber imaginado que le darías la caja a Min, que él leería la carta y que querría salir contigo.

Hoseok miró a Jimin con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido. Ni él ni nadie podría haber imaginado semejante panorama, siendo honestos.

— ¿Qué ponía en la carta, si puede saberse?

— Bueno... — el rubio se rascó la nuca y se mordió el labio, un poco avergonzado. — Puse que le admiraba, que era guapo y que quería hacer con él cosas de pareja... También es posible que mencionara que tengo una cama de dos plazas.

— ¡¿Cómo no me avisaste?! Eso no era una caja de bombones, ¡era una bomba de relojería! — exclamó.

— Te repito que no le di más importancia cuando se lo diste a Min. Se suponía que tiraría la caja, tú mismo lo dijiste.

— Eso creía yo — suspiró el castaño y tomó asiento encima de un pupitre. — No entiendo por qué está haciendo esto.

Por primera vez desde que Hoseok le había contado lo sucedido en el pasillo, Jimin pensó con detenimiento en la gravedad de la situación en la que había metido a su amigo. Pero también en el hecho de que Min no lo había rechazado.

— Hyung... ¿no será que le gustas a Min Yoongi?

Si bien Hoseok se puso nervioso ante semejante idea, esperó que no se le notara demasiado. Por supuesto que no le gustaba, apenas se conocían y dudaba que Yoongi reparara en su existencia salvo cuando tenían que intercambiar alguna opinión o saludo en las reuniones donde coincidían. Era absurdo pensarlo siquiera, por eso le desconcertaba que quisiera cenar con él.

— No, no lo creo.

— ¿Pero entonces por qué quiere salir contigo?

— Quizás no es tan malo y prefiere mandarme a la mierda civilizadamente. Voy a ver el lado positivo de esto; con suerte quedaremos como amigos y podré usar la impresora de su escritorio en vez de depender de la de la señora Choi, que nunca está cuando se la necesita.

— Ah, suerte con eso. Pero hyung, quiero pedirte otro favor. No le digas la verdad porque podría contárselo todo a Nam y ese sería mi fin.

Hoseok iba a rechistar porque pretendía aclarar las cosas con Yoongi, pero viendo la expresión triste de Jimin se lo pensó mejor. De todas formas contarle la verdad no cambiaría nada. Jimin tenía razón, solo podría traer más problemas.

Se tomó las cosas con filosofía. Aunque estaba nervioso y no sabía qué esperar de esa salida con Min Yoongi, se convenció de que tomarían algo, hablarían amistosamente para aclarar el asunto y finalmente se despedirían con educación después de la cena.

Malentendido [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora