Malentendido [YoonSeok]

Capítulo 19 ~ Cine y ajedrez.

Para Taehyung, Jimin era como un libro abierto. Podía saber cuándo algo iba mal con solo mirarlo a los ojos y esa mañana dedujo que su malestar no se debía a la resaca. Ni siquiera se detuvo a hablar con él; bueno, con ninguno de los que estaban despiertos.

Yoongi se había levantado poco después de Taehyung y los dos estaban tomando café cuando se les unió Jin. Vieron a Jimin entrando al baño y, cuando salió, le dieron los buenos días pero él solo se limitó a saludarlos con la mano. Acto seguido, para sorpresa del resto, no volvió a la habitación sino que se acostó detrás Hoseok abrazándole por la espalda, como un koala. El castaño dormía profundamente y ni siquiera se inmutó.

Tae se preguntaba qué podría haber pasado, si anoche todo iba bien. ¿Habría discutido Jimin con Jungkook después de que él se fuera al comedor? Era muy extraño. Y le pareció todavía más extraño cuando un poco más tarde Kook le dijo que no habían peleado ni nada por el estilo. Quizás el comportamiento de Jimin no tenía nada que ver con Jungkook.

Cuando Hoseok se despertó, antes de que se levantaran, Taehyung pudo ver que Jimin y él hablaban de algo en voz baja. Estuvieron acostados un buen rato antes de unirse a los demás en la cocina para desayunar también. Jungkook arrasó con media caja de galletas de chocolate mientras los otros comían tostadas con mantequilla.
Hablando de los planes del día, Namjoon dijo que esa noche cenarían con los padres de Jin.

— ¿Sabéis? A su madre no le caigo muy bien — comentó tomando su café.

— Eso no es cierto — repuso Jin moviendo el dedo índice de un lado a otro. — Le adora, pero aún no le ha perdonado que rompiera su colección de vajilla de porcelana.

— Qué accidente tan aparatoso — recordó Joon con un largo suspiro. — Aún puedo escuchar en mi cabeza el sonido de la porcelana rompiéndose y tu madre chillando con todas sus fuerzas.

Jin empezó a reírse porque también recordaba muy bien lo ocurrido, pero con humor, a diferencia de su madre. Los siete siguieron charlando en la mesa casi hasta el mediodía, después de lo cual se despidieron hasta el día siguiente. Tae, Jimin y Jungkook se marcharon juntos para un lado y Hoseok y Yoongi hacia otro, pues iban en direcciones contrarias.

Con la excusa de que tenían que hablar del concurso, Tae llevó a Jimin y Jungkook a una cafetería y pasaron otra hora juntos. Decidieron empezar con las fotografías el martes porque el salón de baile donde Jimin impartía clase estaría libre toda la tarde. Antes de pagar la cuenta, Jungkook fue un momento al baño y Taehyung aprovechó para interrogar a Jimin sobre lo que estaba pasando.

— ¿Por qué crees que me pasa algo? — refunfuñó Jimin.

— Porque te conozco desde hace más de diez años.

— Me duele la cabeza.

— Jimin.

— Ha vuelto a pasar — murmuró entre dientes. — ¿Contento?

— No entiendo. ¿Qué es lo que ha vuelto a pasar?

— Que me gusta alguien que no me corresponde — Jimin negó con la cabeza, riendo para sí mismo. — Es increíble. Este año ya me han roto el corazón dos veces, y eso que aún no hemos llegado ni al mes de marzo.

Su amigo le miraba con suma confusión. Estaba completamente convencido de que a Jimin, a pesar de que no se lo hubiese dicho, le gustaba Jungkook. ¡Aunque fuera un poco! Estaba seguro de ello, por eso la afirmación del rubio resultaba tan desconcertante.
Una de dos: o Jungkook había cambiado de idea de la noche a la mañana y ya no estaba enamorado de Jimin, o Jimin no estaba enamorado de Jungkook, sino de otra persona.