Nuevos Comienzos

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Lauren estaba cansada de sentirse inútil. Quería salir y jugar fútbol, reír hasta no poder respirar o incluso estirar las manos por encima de la cabeza para aliviar un poco los músculos, pero no podía. Todo esto  por culpa de Austin Mahone y su maldita lesión en las costillas.

La única que ha estado iluminando sus oscuros estados de ánimo ha sido Camila.

Habían pasado casi tres semanas desde que la castaña le había concedido a Lauren su perdón y desde entonces las dos chicas han sido inseparables.

A Camila le gustaba pasar tiempo con Lauren y a Lauren le gustaba pasar tiempo con Camila.

Así de sencillo.

De hecho, la única razón por la que a la ojiverde se le permitió ver a su ahora amiga, a pesar de estar castigada, fue porque la castaña la mantenía al día con sus lecciones escolares.

Camila iba a la casa de los Jauregui al menos tres o cuatro veces por semana y cuando no venía, Lauren y ella hablaban por celular o se enviaban mensajes de texto. Pasarían tiempo en la habitación de la ojiverde, donde ella y la castaña repasarían las lecciones y las tareas.

Siendo honestos, a Lauren no podría importarle menos lo que se enseñaba en la clase, pero si eso significaba pasar más tiempo con Camila y hacer feliz a Clara, estaba bien con eso.

Durante esas sesiones de estudio, las jóvenes comenzaron a hablar y a conocerse mejor. A medida que pasaban las semanas, se acercaron más. Esta nueva amistad fue algo maravilloso, por supuesto, sin embargo, ambas sabían que todavía había una conexión inexplicable entre ellas. Muy a menudo compartían estos pequeños momentos que, sin duda, mostraban sentimientos que iban más allá de la amistad. Individualmente o al mismo tiempo, Lauren y Camila se sentían intoxicadas por la atracción que sentían la una por la otra.

Sentirían esa atracción abrumadora, pero luego rápidamente dejarían de lado esos sentimientos por el bien de su nueva amistad.
Uno de esos momentos sucedió la semana pasada, cuando a Lauren le quitaron los puntos de sutura de la mejilla.

La ojiverde estaba en la sala, sentada en el sofá cuando escuchó a su madre saludar a Camila en la puerta principal. Segundos después, la castaña entró a la sala, luciendo tan hermosa como siempre con uno de sus vestidos. Lauren rápidamente apartó el pensamiento y sonrió amistosamente, ocultando sus verdaderos sentimientos.

—Hey, Camila.

—Hola, Lauren. ¿Por qué no estás en tu habitación?—Camila preguntó con curiosidad, sentándose al lado de la ojiverde.

—Pura flojera...—refunfuñó Lauren, desde su posición ligeramente hundida en el sofá—después de ir al médico, realmente no tenía ganas de luchar por subir las escaleras hasta que tuve que hacerlo.

—Oh, ya veo.—Dijo Camila, asintiendo. Entonces, tus puntos ya fueron removidos. ¿Puedo ver?—Camila preguntó, indicando que quería echar un vistazo más de cerca.

Lauren sonrió levemente y se sentó mejor y giró su cuerpo hacia la castaña.

—Sabes que no puedo negarte eso.—Lauren ronroneó.

Camila bufo y puso los ojos en blanco.

—Cállate, Jauregui.

Lauren dejó escapar una suave risa cuando Camila ahuecó su rostro. Mientras la castaña inspeccionaba su herida, Lauren no pudo evitar mirar a la hermosa chica frente a ella. Esos llamativos ojos color chocolate, esos pómulos bien esculpidos, esos suaves labios que se miraban tan besables.

Bully in Love (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora