Bully in Love (Camren)

La Mañana Siguiente (Parte II)

Con un par de jeans limpios y una camiseta, con el cabello ligeramente húmedo, Camila finalmente salió del baño.

Lo primero que vio al entrar en la habitación fue a Lauren sentada en la cama, frotándose los ojos con la palma de las manos. Por lo que parecía, la ojiverde recién se estaba despertando, pero Camila no estaba completamente convencida.

Nadie podía tocar...o acariciar a alguien así mientras dormía. ¿Podrían?

Camila se quedó junto a la puerta abierta del baño y se aclaró la garganta dando a conocer su presencia.

Lauren la miró con ojos somnolientos.

-Creí haber escuchado la ducha.—Bostezó Lauren, notando el cabello húmedo de Camila.

-Sí, acabo de salir.—Respondió la castaña temblorosa.

Lauren levantó los brazos en alto y con un gemido, estiró la espalda. Los ojos de la castaña se detuvieron sobre la parte superior del cuerpo de Lauren y sintió que su corazón se saltaba un latido al pensar en 'Lauren sin camisa' de anoche y unos abdominales perfectamente esculpidos.

Ella desvió la mirada y se mordió el labio inferior. Apenas podía mirar a la ojiverde, recordando lo que había sucedido hacía unos cuarenta minutos.

-Umm, Lauren...¿Cuánto...cuánto tiempo llevas despierta?

Lauren bajó los brazos y miró a Camila, con los ojos entreabiertos y el cabello revuelto.

-Literalmente me acabo de despertar.—Respondió con una voz más ronca de lo habitual.

Camila le dio a esta una mirada incrédula e insegura. Lauren enarcó una ceja interrogantemente.

-¿Por qué?—Pregunto.

Camila sintió que sus mejillas se ponían rojas al recordar la sensación de la mano de Lauren recorriendo su viente de arriba a abajo.

¿Lauren realmente estaba durmiendo?

Estudió la expresión de esta y la ojiverde la miró, totalmente desorientada.

-Uh, umm. Por nada.—Camila fingió una sonrisa y negó con la cabeza caminando hacia la puerta—Creo que escuché a tu madre en el piso de abajo preparando el desayuno, iré a ayudarle.

Antes de que Lauren pudiera decirle otra palabra, Camila salió de la habitación en cuestión de segundos.

La castaña bajó las escaleras y notó que la casa estaba inquietantemente silenciosa. Fue muy inusual en comparación con el alboroto que creó la Familia Jauregui la noche anterior.

Mientras caminaba hacia la cocina escuchó a alguien moverse. Abrió la puerta y, como sospechaba, Clara estaba preparando el desayuno. La mujer miró hacia arriba y sonrió alegremente.

-¡Camila! Buenos días.

-Buenos días, Sra. Jauregui.—Sonrió Camila, entrando en la cocina. Apoyó las manos en la barra, de pie junto a la isla de la cocina frente a Clara.

-¿Dormiste bien?—Le preguntó la mujer.

-Uh...—Los pensamientos de Camila fueron al incidente con Lauren momentáneamente antes de responder. Rápidamente lo descartó de su mente—Sí, por supuesto. Dormí de maravilla.

-Oh, bien. Me preocupaba si la cama de Lauren era suficientemente cómoda para ti.

-Es cómoda.—Respondió Camila.

-¿Qué haces levantada?

-Bueno, suelo levantarme temprano naturalmente, así que pensé en ayudarle con el desayuno. ¿Si no le importa?