Epílogo: Boda

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Si a Bucky le hubieran dicho lo complicado que era planear una boda, no se habría ofrecido a organizarla el mismo.

Su estrés estaba por los cielos, ya que aún tenía que trabajar y organizar todo. Sam lo ayudaba en gran parte pero entre los dos solos se les estaba haciendo imposible preparar todo para la gran ceremonia.

Era casi media noche y los dos seguían despiertos intentando solucionar un enorme problema que tenían. Ellos habían logrado apartar una fecha un salón con jardín, pero su banda les había cancelado, los trajes aún no estaban listos y no lograban conseguir un restaurante. La boda sería en dos semanas y estaban realmente atrasados.

— Esto no está funcionando— exclamó Sam frustrado. A estas horas nadie contestaría.

— Lo sé, todo está cayéndose a pedazos— Bucky se acercó y se recargó junto a su prometido.

El teléfono del castaño sonó haciendo a ambos saltar del susto.

— Bueno— saludó el castaño.

— Siguen despiertos— afirmó Shuri por el otro lado de la línea.

— Si, tenemos algunos problemas que solucionar— explicó Bucky.

— Lo sabía— dijo ella— a partir de ahora nosotros nos encargaremos de todo. Ustedes descansen, es su gran día y no se supone que deben sentirse estresados.

— ¿Nosotros? ¿De quién hablas?— preguntó Sam, la llamada había sido puesta en altavoz.

— También es una sorpresa. Mañana pasaremos por todo lo que tienen preparado. Duerman.

Ella colgó la llamada dejando a ambos hombres con las palabras en sus bocas.

— Creo que deberíamos hacerle caso— Sam se levantó y le extendió su mano a James para que lo siguiera.

— Ok— Bucky se resignó.

A la mañana siguiente a primera hora ya estaban tocando la puerta.

Sam se había levantado temprano para organizar todo por lo que el fue a abrir.

Para su sorpresa Shuri no venía sola, su hermana Sarah la acompañaba.

— Hola— la saludó con un abrazo. Ellos eran muy cercanos pero al vivir en diferentes estados no se veían muy seguido.

— Creíste que te librerías de mi— respondió ella contenta— por si no recuerdas la organizadora de la familia soy yo.

Sam dejó pasar a ambas mujeres y les ofreció desayuno. Algunos minutos después su pareja y Ally se unieron a la comida.

— Sarah— Ally corrió a saludar a la mujer. Ella conocía a la hermana de su papá, no eran tan unidas pero le tenía aprecio.

— Hola amor— abrazó a su sobrina. Se sentía tan feliz por su hermano en esos momentos.

— ¿Vinieron mis primos?— preguntó la niña.

— No— respondió un poco triste— ellos tienen clases igual que tú. Pero te aseguro que vendrán para la fiesta.

Bucky también se acercó para saludar a Sarah. Ellos se llevaban muy bien, James tenía la extraña habilidad de llevarse bien con sus cuñadas.

El desayuno pasó con tranquilidad, cuando todos tuvieron que salir a sus actividades ya se habían puesto de acuerdo para la organización.

Las mujeres se encargarían de todo lo que faltaba. La pareja solo debía escojer sus trajes y preparar sus discursos.

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Esta ya no es tu familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora