Capitulo 20: De regreso.

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Era aproximadamente las 9 de la mañana cuando en el penthouse empezó el movimiento. Ally se había levantado, por lo que tanto Shuri como Bucky se levantaron para prepararle su desayuno. T'challa tenía una enorme lacena así que no tuvieron inconvenientes para preparar algo.

Los tres estaban en el comedor, cada uno tenía servido en su plato algunos hotcakes con fruta picada. Ally ya se encontraba más animada, lo que había logrado calmar a los dos adultos. Sin embargo, T'challa aún no regresaba lo cuál los ponía nerviosos.

Entre los tres comenzaron a arreglar lo que utilizaron y el departamento en general. Aunque no era mucho en realidad ya que en su mayoría estaba muy bien ordenado.

Alrededor de las 11 de la mañana el sonido del elevador que daba a la entrada del penthouse anunció la llegada de alguien. Rápidamente, los tres se levantaron de la sala y fueron a asomarse a la entrada.

Él que llegaba era T'challa, se veía algo desalineado además de que tenía una cortada cerca de su ceja y se le notaban algunos rasguños y golpes en sus nudillos. No obstante, lo que sorprendió mucho a todos los presentes fue el hecho que no venía solo. Por detrás de él estaba Sam.

Sin pensarlo un segundo, Alana corrió ignorando por completo a T'challa, para llegar a los brazos de su papá Sam.

— Te extrañe mucho— dijo Ally mientras se abrazaba y escondía en el cuello de su papá— no te vuelvas a ir.

Algunas lágrimas de felicidad escaparon de los ojos de la niña. Los dos estuvieron un momento más abrazados, hasta que se separaron. Una vez Sam bajó a la niña al suelo, ella literalmente los arrastró por el penthouse para que viera el lugar y le presentará a su nueva tía Shuri. Ya que Shuri y Bucky estaban juntos se sintió una gran tensión en la habitación. Sin embargo, la pequeña no lo notó.

Tanto Shuri como Bucky fueron a calentar el desayuno, puesto que Alana quería que sus dos padres convivieran y ninguno de los dos se negaría.

Una vez en la cocina los dos aprovecharon el momento a solas para platicar.

— ¿Qué vas a hacer ahora?— preguntó Shuri sin despegar la mirada de lo que estaba terminando de preparar.

— No lo sé, todo es muy complicado— respondió Bucky— pero tenemos que actuar normal frente a Alana. O bueno hasta que logremos aclaración las cosas.

— Sabes que Ally se puede quedar aquí mientras arreglas las cosas con Sam, ¿verdad?— le recordó Shuri aunque inmediatamente el castaño le respondió.

— Lo sé, pero Alana quiere estar con Sam y no puedo quitarle eso.

Dicho eso los dos volvieron a centrarse en lo que preparaban. A los pocos minutos los dos salieron de regresó al comedor.

Para sorpresa de ellos, cuando llegaron Ally y sus padres estaban jugando tranquilamente, sin ninguna tensión como en otras ocasiones en las que los dos se habían quedado juntos. Para Bucky eso fue una buena señal ya que tal vez no todo estaría perdido.

Pasaron el resto de la tarde en el hogar de T'challa, pero a las 6 de la tarde Bucky y su hija tenían que regresar a su casa. Aunque la tensión comenzó a crecer cuando Bucky noto que Sam tendría que ir con ellos. Puesto que Ally no dejaría ir a su padre, el castaño se resignó al hecho que seria un camino bastante incómodo.

El camino de regresó fue incómodo y silencioso. Alana no lo notaba ya que estaba en los asientos traseros cantando cada canción que el radio reproducía. Sin embargo, en la parte delantera del auto la tensión podía sentirse.

Una vez llegaron al departamento, los dos adultos se apresuraron a bajar. No podían soportar la tensión entre ellos, era algo tan incómodo y extraño para ellos no poder actuar de forma natural.

El resto de la tarde hasta que la noche cayó, Bucky y T'challa se mantuvieron alejados el uno del otro. Ally ayudó en eso ya que prácticamente secuestro a su padre y estuvo jugando con el todo el tiempo.

Cuando llegó la hora de dormir de la pequeña, ella insistió en que Sam la arropará. Bucky esperó fuera del cuarto oyendo todo lo que ocurría dentro.

— Buenas noches— habló Sam mientras acomodaba cama de la niña y depositaba un beso en su mejilla.

Ella aún no estaba convencida de dejarlo ir por lo que se colgó de su cuello.

— No te vas a ir de nuevo, ¿verdad?— preguntó ella.

— Claro que no— aseguró el moreno, mientas la volvió a recostar. Esta vez ella se quedó en su cama.

Sam tardó algunos minutos en salir de la habitación. No pudo evitar quedarse un momento a ver a su hija, la había extrañado mucho.

James lo esperaba junto a la puerta, estaba recargado en la pared con los brazos cruzados. Le dio una pequeña sonrisa cuando vio al moreno salir.

Ambos se quedaron en silencio viéndose.

— ¿Te vas a quedar?— fue la única pregunta que Bucky pudo formular.

— Un poco de ropa mia se quedó aquí— anunció entrando al cuarto para sacar un poco de ropa, una almohada y cobija— voy a dormir en el sofá.

James asintió con la cabeza. Abrió la boca para decir algo pero ningún sonido salió de ella.

— Buenas noches— fue lo último que James dijo antes de cerrar la puerta del antiguo cuarto de los dos.

Sería un camino complicado su reconciliación.

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HOLA!!!!

Esperó que les haya gustado. Estamos ya en la recta final de la historia, gracias por su apoyo.

¿Qué creen que pasen? (Quiero leer sus teorías).







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