yeolhan

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El peligris se encontraba demasiado emocionado. No podía creerlo, quedaban solo unos días para que su pelinegro saliera del asqueroso hospital y pudieran irse juntos. 

Se había pasado todo el fin de semana pensando en aquel momento, imaginándose el momento preciso en el que el plan se daría en práctica. Había pensado tanto en ello que hasta sus padres lo habían visto desconcentrado en la cena, pero el peligris solo opto por decirles que estaba cansado y que no era nada de que preocuparse. Su padre le creyó con facilidad porque no pensaba que su muchacho le pasara algo, confiaba completamente en su hijo, pero su madre sabía que ocurría algo extraño, todavía le daba curiosidad que su hijo estuviera en un hospital psiquiátrico y los resultados que traería.

Quería decirle al pelinegro que lo había logrado, que había cumplido su orden, que encontró a las personas que lo podrían sacar, quería decírselo, pero quedó con Hoseok que sería un tipo de sorpresa para Yoongi.

En estos instantes se encontraba a un par de metros de la habitación de Yoongi, hace unos segundos había pasado por al lado de los guardias que vigilaban a Yoongi hasta llegar a la puerta para abrirla.

Yoongi estaba recostado en su cama esperando pacientemente la llegada de su pequeño ángel. Sin embargo, la espera no fue demasiado cuando lo vio al fin pasar por esa puerta.

— El fin de semana fue un martirio. — le comenta a penas ve entrar a Jimin.

— ¿Tanto me extrañaste? — le pregunta con ego en sus palabras.

— Demasiado. ¿Y tu?¿Me extrañaste? — se acerca al peligris para quedar completamente cerca de él, tomarlo de su cintura y apegarlo a su cuerpo juntando sus frentes. — ¿Me extrañaste, pequeño? — le pregunta rozando sus labios por cada palabra.

— Por supuesto. — el peligris rodeo con sus brazos el cuello de Yoongi para acercarlo más y poder mezclar sus respiraciones. — Demasiado... — dice mostrando un puchero que fue quitado por un beso sorpresa por parte del pelinegro, pero fue correspondido rápidamente volviéndose un beso a pasional. 

— ¿Lo hiciste? — le pregunta Yoongi cuando corta el beso.

— ¿A qué te refieres? — si el plan iba a ser una sorpresa intentaría actuar lo más que pudiera y esperaba lograrlo, ya que Yoongi no es fácil de engañarlo.

— Lo que te pedí, nuestro escape. — le sonríe apegando más y más su cuerpo.

— Sobre eso... No pude hacerlo. — dice fingiendo estar inquieto por ello para empezar a jugar con sus manos pequeñas.

— ¿Por qué no? — aún no se despega del peligris, sus cuerpos siguen igual de apegados, sólo que está vez la vista de Jimin están en sus manos, por lo que Yoongi intenta que lo miré. — Mírame. — le ordena al peligris y automáticamente éste obedece. — ¿Por qué no pudiste?

— Me perdí. — dice desviando su vista a otro punto de la habitación escapando de los ojos penetrantes de Yoongi. Sin embargo, a los segundos sus ojos se vuelven a conectar. Aquello fue una acción que demostró que algo le estaba ocultando.

— Jiminie... — una de sus manos subió hasta el rostro del menor y acarició tiernamente una de sus mejillas. — No me hagas estúpido, se que me estás mintiendo. — dice mientras continúa haciendo la misma acción. — Dime la verdad. — mira fijamente los ojos de Jimin buscando toda muestra de mentira. Sabe que su pequeño ángel no lo traicionaría, pero algo estaba ocultando. — ¿A caso no tuviste tiempo? — aún seguía acariciando la mejilla del peligris, y ante la pregunta, él asiente. Jimin sabe que esto es una vil mentira, pero después el pelinegro entenderá perfectamente. — ¿Estuviste con alguien? — el simple hecho de que Jimin le haya confirmado que no tuvo tiempo, sólo le hace tener sospecha de que alguien interfirió en su tiempo y para alguien celoso y posesivo como Yoongi era algo muy malo porque desde el día que vio a Jimin confirmó que él era suyo. El peligris comprendió a donde podía llegar esto, así que comenzó su pequeño e indefenso juego.

Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora