— ¿Hay algo que no me has contado, angelito? — dijo el pelinegro con gran curiosidad hacia el peligris que se mostraba casi asustado de lo que fuera a suceder. Esto ya se estaba escapando de sus manos. — ¿Y bien?
— No sé de qué está hablando.
— Vamos angelito, no me harás estúpido. — tomó el mentón de Jimin entre sus dedos para que el peligris lo mirará a los ojos. — Recuerda que estoy loco, comprendo mucho estas cosas. — el peligris decidió no emitir ninguna palabra hacia la persona que tenía frente suyo. Una sola palabra podría acabar con toda su cordura. — No pensé que mi angelito tuviera una voz en su cabeza. — dijo riendo.
— No es cierto. — decidió hablar de una vez el peligris.
— Te dije que no me harás estúpido. — dijo el pálido ahora agarrándolo del cabello, robándole un leve gemido de dolor al peligris. — Ahora, te haré unas preguntas y tu las vas a contestar como un buen chico. ¿Entendido? — a Jimin no le quedó más que asentir con la cabeza sin querer llevarle la contraria. — Muy bien. — dijo soltando el cabello del peligris y acariciando con su mano derecha el rostro de éste. — ¿Desde cuándo escuchas esa voz?
— No lo sé,. Tal vez desde los siete u ocho años. — dijo un poco nervioso. No sabia que podía suceder después de lo que pasará ahora, o las palabras que fueran dichas. Era casi algo de vida o muerte.
— Bastante tiempo. ¿Desde esa edad la escuchas?
— No. La deje escuchar a los quince años. Logré callarla por un buen tiempo.
— ¿Y qué hizo que apareciera de nuevo? Siempre hay un motivo para ello. — pero no recibió respuesta. — Vamos angelito, sabes que te puedo ayudar con esto. — dijo acariciando la mejilla de Jimin.
Definitivamente nos va a ayudar.
Jimin al escuchar solo cerró los ojos.
— ¿Te está diciendo algo? — dijo el pelinegro con una sonrisa traviesa. Yoongi conocía muy bien esas acciones.
— ¿Cómo puedo callarla? — dijo rápido el peligris con un poco de desesperación y con anhelo de poder quitarse a esa molesta voz.
— No puedes. — dice de inmediato robándole todas las esperanzas a Jimin. — La puedes dormir, pero volverá. Solo queda ser una sola persona junto a esa voz. — esto era entretenido para el pelinegro. Quizás su angelito no era uno por completo. Lo llenaba de curiosidad. — Preguntaré una vez más... ¿Por qué apareció de nuevo?
Dile, se enterará de todos modos. Es evidente.
— Usted.
— A ver, repite eso de nuevo. — escucharía esa respuesta una y otra vez. Eso era lo que se repetía en la mente de Yoongi. No había escuchado nada más satisfactorio que esas preciosas palabras. Que halagado se sentía. Y que afortunado.
— Por usted apareció. — dijo un poco sonrojado el peligris.
— Entonces, yo soy como su interruptor.
Así es.
— Sí, le agrada. — dice el peligris un poco avergonzado.
— ¿Tiene nombre?
— No. — dice de inmediato y extrañado por ello — ¿Debería?
— Claro que sí. Cuando te acoples a ella, tal vez pueda tomar más control que tu y un nombre no vendría mal, ya que toma poder otra personalidad. Otra persona dentro de ti. Tu nombre actual no va del todo con lo que eres realmente. Puede desbordar la locura que llevas dentro. — explica un poco. — Ahora, el nombre debe ser uno lindo, no le pondrás un nombre que de miedo. Aunque siempre es una opción. — se ríe Yoongi por sus propias palabras.
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Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|
Fanfiction- Yoongi a-ah, es-esto esta mal. - Te metiste en esto, la primera vez que me besaste, ya no hay vuelta atrás pequeño. - ¿O quieres que me detenga, Jiminie? Jimin habían entrado a un hospital psiquiátrico al finalizar su carrera, pensando en que se...