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Las teclas de las computadoras sonaban sin parar y con una velocidad impresionante. Dos muchachos estaban completamente sumergidos en las palabras que se les eran presentadas a través de la pantalla. Llevaban horas ahí, sus ojos se sentían levemente cansados por la iluminación de las computadoras, pero sin duda, aquello tendría frutos.

— ¡Lo tengo! — gritaron al mismo tiempo quedando impresionados por la conciencia. — ¿Qué tienes? — pregunta Namjoon a Hoseok, quien nuevamente miraba la computadora.

— Conseguí todas las personas asociadas a Seong Jun y a Kim Jinhae, son demasiadas. — dice estirándose en la silla y sobando su cuello. Estaba tenso.

— Eso es. — dice emocionado. — Tengo acceso a todas las cámaras de seguridad y a su red.

— ¿Todas? — pregunta Hoseok con sus ojos bien abiertos.

— Todas. — le afirma con orgullo el otro chico. — Fue complicado. Mi padre tuvo que aumentar la seguridad luego de que intente arruinar su negocio.

— Pero nadie puede contra ti. — ambos estaban emocionados, esto era un gran avance. Después de todo, el objeto principal era poder encontrar a Jimin. Sin embargo, para Namjoon era la oportunidad de acabar con su padre. Nunca tuvo una linda relación con él. Eso de amor entre padre e hijo, nunca existió entre ellos. Kim Jinhae jamás tuvo un trabajo honorable y eso era algo sumamente común entre los Kim. Era una red de negocios sucios y Namjoon sería el siguiente en tener todo eso en su poder, pero él no quería eso. Mientras pasaban los años, Namjoon tuvo que ir detrás de su padre como su mano derecha. Tenía que aprender todo sobre el negocio, desde como manipular a la policía hasta como vender a un mismo ser humano. Namjoon encontraba repugnante toda esa situación. Presenció muerte, tráfico y como la misma policía, quienes se suponían que eran los que cuidaban a la sociedad, se dejaban vender por una simple suma de dinero. No pudo soportar mucho tiempo, a sus 21 años se dijo que era suficiente. Era momento de irse. Además, una de las habilidades que más adquirió fue el hackeo y una de las pocas cosas que pudo agradecer de estar en esa familia. Logró escapar de casa al mismo tiempo que se llevaba a Seokjin con él. Ese fue uno de los motivos por los que su padre le tuvo rencor y sintió decepción. Seokjin era hijo de uno de los criminales de Corea del Sur, pero lo más importante, enemigo de Kim Jinhae. En una de las reuniones que tuvo Jinhae con el padre de Seokjin tuvieron la oportunidad de conocerse, teniendo en común el desprecio hacia sus padres, eso los alentó más a escapar juntos y vivir como se les viniera en gana. Cuando escaparon fue la gota que rebasó el vaso de Kim Jinhae. Buscó por todas partes a su hijo, pero no era sencillo encontrar su nuevo paradero. Después de un tiempo, no le tomó tanta relevancia, no podía perder tiempo por ir a buscar a un hijo que era completamente decepcionante.

— Es momento de decirle a Yoongi que estamos listos. Ahora tenemos ojos y oídos sobre sus negocios y mansiones. Podemos ver lo que entra y sale, como escuchar lo que hace y planea.

...

Sus días eran bastante tortuosos y aburridos. ¿Cómo se suponía que estaría mejor en este lugar? Llevaba dos semanas encerrado en el hospital por petición de su madre. Lo encontraba estúpido. ¿Mejorar? ¿Por qué debía mejorar? Él estaba perfecto, no hallaba la razón por la que estar en ese lugar. Solo quería estar en casa.

...

Pasaba a paso lento por los pasillos de su asquerosa escuela intentando ser invisible para todos, pero no podía pedir algo que sería imposible. 

— ¿A dónde vas, Park? — le dice uno de sus compañeros, uno de los más odiosos. — Te estoy hablando, maldito. — un empujón por la espalda lo estampó en el suelo provocando ser nuevamente la atención de todos. "Algún día sacaré esas estúpidas sonrisas de sus rostros." — Miren, el niño enfermo se quedó sordo y mudo luego de su linda estadía en el hospital de locos. — aquello ocasionó risas por parte de los demás. Jimin, quien en esos tiempos tenía su cabello castaño natural, se puso de pie suspirando por las estupideces de este tipo. De verdad, este chico no era consciente de lo que se estaba metiendo.

Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora