Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|

sibsa

Seong Jun caminaba por los escombros de lo que fue anteriormente su hospital, en donde había comenzado todo, todo su negocio. Sus pacientes eran su mercancía, eran su motivo de todo el dinero que ganó durante todo este tiempo. Ellos eran lo principal de esto, escogía a pacientes al azar o un paciente que fuera adecuado según su jefe, Kim Jinhae. Era un hombre totalmente peligroso y este incidente era demasiado grave. Kim Jinhae tiene un negocio de todo tipo, desde tráfico de drogas a trabajos de asesinato. Los pacientes que llegaban al hospital eran usados para ello, los cuales desaparecían luego de un tiempo y en sus documentos simplemente salía información sobre una escapatoria, suicidio o quedó en libertad. Era todo perfecto, hasta que llegó Min Yoongi. En un inicio estaba interesado en usarlo, Min poseía un carácter fuerte y mente demasiado brillante y psicópata, lo que llamó la atención de Kim Jinhae, quien tenía un plan para el chico y lo conservó como un animal en una jaula hasta el momento perfecto de usarlo, pero se le escapó de las manos. 

— Registra el lugar. Ve si quedó algún documento. La policía no debe encontrar nada. — le ordena a uno de sus hombres. — Maldito Min, arruinaste todo.

— Cuando me informaron sobre la destrucción de tu hospital, no pensé que quedara tan destruido.

— Señor Kim. — Seong Jun de forma inmediata hizo una referencia ante la presencia del hombre con traje perfectamente estirado. — No lo esperaba. — el sudor en sus manos hizo aparición rápidamente. Sabía que era hombre muerto.

— ¿Pensabas decirme sobre esto? ¿O te ibas a escapar como una asquerosa rata? — dice tomándolo de la camisa y mirándolo con amenaza. — Esto es algo grave. ¿Cómo piensas solucionarlo?

— Y-yo lo resol-veré.

— Se firme y respóndeme como corresponde. No seas un maldito cobarde. — lo tira al suelo con fuerza al momento de soltarlo de la camisa. — Que decepción. — dice abriendo su saco y sacando un arma de su bolsillo. — Fuiste de gran ayuda, pero ya no me sirves.

— ¡No, por favor! — dice rápidamente evitando que el disparo se cumpliera. — ¡Min Yoongi! Usted quería utilizarlo. Déjeme capturarlo, por favor.

— Está bien, Seong. — Kim baja su arma lentamente. — Te daré tiempo para que encuentres al chico. Si no lo haces, morirás. — ante las palabras, Seong solo asintió.

— Hay otro.

— ¿Otro qué? — pregunta Kim sonando cansado de tener que escuchar a un hombre como Seong.

— El chico que planeó el escape de Min, creo que le interesaría. 

— ¿Cuál es el nombre del chico? — dice interesado

— Park Jimin. Si consigo al chico, tendrá en sus manos a Min Yoongi. Es su debilidad.

— Bien. Quiero a ambos chicos con vida. Si es necesario, me traes al chico Park primero. Podremos doblegar a Min con facilidad teniéndolo en nuestras manos. 

...

Un chico pelinegro caminaba con rapidez por las calles para llegar a su casa. Intentaba ocultar sus manos para que la gente no sospechara. En cuanto a su rostro, el gorro de su abrigo ayudaba a ocultar las manchas rojas provocadas por el pequeño incidente que tuvo hace unos quince minutos. Estaba agitado por la rapidez de sus pasos, pero en su rostro se encontraba una gran sonrisa, y en su interior, satisfacción. 

— Hijo, al fin llegas. — saluda su madre con amor, a pesar de que hace unos segundos de que su único hijo llegara , estaba totalmente preocupada y triste por el estado de Yoongi, pero era algo que debía hacer. — ¿Cómo estuvo tu día? — pregunta con ternura junto a su preocupación, la cual aumento cuando escuchó la risa tan maquiavélica que salía de su hijo.